Sin publicidad de partidos ni gobiernos, comunidades indígenas rescatan su mayor legado: el bosque

Solo en el caso de Cherán y comunidades aledañas, se denunció la depredación furtiva de más de 10 mil hectáreas de sus bosques por sus principales enemigos: la política corrupta tradicional y el crimen organizado

Foto: Cortesía.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Par ayudar a combatir la degradación ambiental por distintos factores, comunidades indígenas del estado retomarán las labores de reparación ambiental, tal como hace un año. Para ello, en la Segunda Jornada de Reforestación NanáEchéri planean reforestar casi medio millón de árboles en la región de la Meseta Purépecha con el objetivo de recuperar el legado de la cultura originaria: los bosques.

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Advierten que no habrá representación de partidos políticos ni gobiernos debido a que durante décadas y cientos de años no han logrado frenar la devastación de los suelos de las comunidades  indígenas  ante  factores como la tala montes del crimen organizado y más recientemente la voracidad por la industria delos frutos de exportación, principalmente los aguacateros.

“Las comunidades indígenas continúan padeciendo brutales deforestaciones clandestinas realizadas por bandas de Talamantes sin que ninguna autoridad federal o estatal pueda evitarlo”, manifestó el Consejo Supremo Indígena en un comunicado.

Destacó también que “la industria aguacatera continúa creciendo sin control, devastando a su paso bosques y ecosistemas, causando incluso incendios forestales para forzar el cambio de uso de suelo, disminuyendo radicalmente la flora, la fauna, la disponibilidad del agua, los recursos naturales y el respeto a la madre tierra”.   

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Esta reforestación es posible gracias a un acuerdo con la Comisión Forestal del Estado de Michoacán, quienes suministran los pinos para la reforestación, pero dejaron claro que la labor se lleva a cabo sin recibir recursos económicos, ni generar ningún compromiso político-electoral con las autoridades actuales.

Buscan detener la deforestación y el cambio de uso de suelo de los bosques.

Durante el año 2019 ya planta-ron 600 mil pinos en la primera edición de esta jornada de reforestación, con lo que sumarian un total de un millón pinos que reforestan sin partidos políticos, sin funcionarios gubernamentales, sin pago económico alguno y sin participar en ningún programa de gobierno, solo con la ayuda de miles de comuneras, comuneros, jóvenes y niños preocupados por la Madre Tierra.

Declararon que deben de continuar con la restauración forestal, detener la deforestación y el cambio de uso de suelo de los bosques, mantener y ordenar comunalmente sus territorios y, sobre todo, fortalecer  sus  formas  de  autogobierno,  autonomía y autodeterminación.

“En el devenir histórico, las comunidades purépechas, al igual que diversas comunidades originarias, han realizado luchas por la defensa de los bosques, de los recursos naturales y del territorio. En este difícil contexto mantenemos la obligación de recordar las luchas de nuestros antepasados y ayudar a la Madre Tierra, quién desde siempre nos ha brindado alimento y refugio, por ello, anunciamos la Segunda Jornada de Re-forestación NanáEchéri”, manifestaron. 

La protección de los bosques ha sido el motor de innumerables conflictos en las comunidades de la Meseta Purépecha.  Incluso, el  nacimiento  de Cherán como  municipio autónomo, con un consejo integrado por su misma población y con sus propias autoridades, partió de la defensa de sus bosques de los devoradores de los montes.

Desde años pasados, las distintas comunidades que conforman la Meseta Purépecha en Michoacán, han denunciado la presencia constante del crimen organizado que encontró durante muchos años en el saqueo de madera una actividad lucrativa con la que mantuvieron sus actividades ilícitas en toda la región. Solo en el caso de Cherán y comunidades aledañas, se denunció la depredación furtiva de más de 10 mil hectáreas de sus bosques por sus principales enemigos:   la   política corrupta tradicional y el  crimen  organizado. Desde entonces, las comunidades han pugnado y exigido el respeto a sus derechos, al de sus comunidades y sobre todo al delos ecosistemas que les dan, además de sustento, los servicios ambientales necesarios para la vida.