Michoacanos en Estados Unidos no están solos ante leyes racistas antimigrantes, dice gobernador

El mandatario anunció que se buscará brindar apoyo frente a la eventual aplicación de leyes que han creado un clima de amenaza, acoso, persecución y criminalización hacia los migrantes.

Foto: EFE/Hilda Ríos

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Ante el proceso de aprobación y ejecución de nuevas leyes de inmigración en Estados Unidos, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, emitió un mensaje de apoyo a los michoacanos migrantes que radican en ese país, al reconocer en ellos un bastión importante para el desarrollo económico de México.

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Al considerar que con las medidas de regulación de entrada a los Estados Unidos se podrían violentar derechos humanos por medidas racistas y excesivas de las autoridades, el mandatario refirió que a través de la Secretaría del Migrante del estado se brinda orientación sobre los derechos de los connacionales.

Además de que en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores se mantiene comunicación con los migrantes para informar y despejar dudas con respecto a las nuevas leyes que ya fueron aprobadas en los siguientes estados: Florida, Texas, Lowa, Tennessee, Oklahoma, Georgia, Arizona, Louisiana, Carolina del Norte, Missouri, West Virginia y Alabama.

El gobernador adelantó que se impulsarán alianzas con organizaciones no gubernamentales y asociaciones de migrantes para respaldar a quienes lo necesiten ante la posible aplicación de las leyes que han generado un ambiente de amenaza, hostigamiento, persecución y criminalización de migrantes. “Y con ello, evitar el retorno voluntario de michoacanos por miedo o ejecución de medidas excesivas de las autoridades estadounidenses”, puntualizó el gobernador.

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Como contexto, el pasado 23 de mayo el Senado de Estados Unidos vetó por segunda ocasión una legislación que buscaba restringir la migración y el acceso al asilo en la frontera con México. Con 43 votos a favor y 50 en contra, la normativa no pasó, pero mostró la endurecida postura que tanto republicanos como demócratas sostienen frente a las elecciones presidenciales.