Adornan tumbas y conviven con los suyos en el Panteón Municipal por Noche de Muertos

La afluencia inicial fue menor debido a la restricción del alcohol, pero por la tarde el tráfico colapsó la ciudad.

Foto: Samuel Herrera Jr

Juan Bustos / La Voz de Michoacán

El recordar a nuestros muertos nos da identidad, pero, sobre todo, nos enseña la importancia de la familia y amigos; quienes en estos días alimentan simbólicamente y físicamente a sus seres queridos en el Panteón Municipal así lo señalan.

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Desde la mañana y hasta al caer la noche miles de personas acudieron al Panteón Municipal de Morelia, para adornar tumbas, previa limpieza para celebrar este día en que se reciben a los “angelitos”, los niños y aquellos que murieron antes de casarse; las familias llevaron comida y música, mientras acompañaban a sus familiares. Otros aprovechan este día para visitar a los suyos porque se prevé el jueves un mundo de gente.

Sin embargo, la afluencia inicial al panteón fue menor a otros años debido a que hubo un estricto operativo para impedir el acceso de bebidas alcohólicas; “mejor guárdala, porque si no te la tengo que quitar le decía un elemento de Policía Morelia a un hombre que traía una lata de cerveza”.

Esto desanimó a varios, que desde la entrada optaron por regresarse; en estas fechas, muchas personas aprovechan para convivir con una cerveza, un brindis de por medio con los que se adelantaron.

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A pesar de esta “contingencia”, las familias brindaron con refrescos o aguas frescas y comieron alrededor de los sepulcros, mientras contaban anécdotas de la familia y de los difuntos al ritmo de canciones como “Amor eterno” o clásicos de Cornelio Reyna.

Foto: Samuel Herrera Jr

Alan, quien con cariño y dedicación adornó la tumba de su tío que falleció hace ya 41 años; nos compartió que esta ha sido una tradición que ha mantenido durante 6 años consecutivos, invirtiendo aproximadamente seis horas de su tiempo arreglar el lugar.

La idea de llevar a cabo este gesto de recuerdo y amor a su tío surgió de la tradición familiar. Su abuela solía adornar la tumba con flores y otros elementos, y él continuó la costumbre. Con el paso del tiempo, Alan comenzó a incorporar nuevas ideas y técnicas en su labor de decoración.

En cuanto a la celebración del Día de Muertos, Alan señaló que, si bien la tradición se ha conservado, también ha incorporado influencias de otros países; “veo la diversidad de costumbres como algo enriquecedor”.

Para este año, se inspiró en un mural realizado por un amigo, un artista urbano, y utilizó flores y aserrín pintado en su decoración. A pesar de que su tío falleció a una edad temprana, el recuerdo de él sigue vivo en la memoria de la familia y Alan lo demuestra año con año.

Cecilia Dueñas, acompañada de su hija, estaba limpiando la tumba de un hermano que falleció hace 10 años. Ella también expresó la importancia de mantener las tradiciones familiares, especialmente tras años en que la pandemia de COVID-19 les impidió visitar el cementerio.

Desde su punto de vista, Cecilia considera que la tradición no se ha perdido, aunque reconoce que ha evolucionado en algunos aspectos: “creo que sí se mantiene; seguimos viendo a muchas personas que participan en ella y muchos jóvenes ven algo especial en esta tradición que no se encuentra en otros lugares del mundo”.

En las afueras del panteón, el entorno también estaba lleno de color, con la venta de flores utilizadas para adornar las tumbas. Además, se ofrecían antojitos de todo tipo, desde pambazos y pizza por rebanada hasta gorditas de nata. También se podían encontrar productos como memorias USB con éxitos del momento y servicios funerarios.

Otros cementerios, como el ubicado cerca de Casa de Gobierno y el ubicado en el Vergel, también presentaron una afluencia significativa y para la noche el tráfico en la ciudad estaba prácticamente colapsado por la asistencia a las diferentes actividades de este día.