IMÁGENES NUESTRAS | Templo de la Merced: iglesia, cuartel, caballeriza, colegio… una historia fascinante

Por su ubicación en la avenida Madero, se trata de una de las iglesias más concurridas en las tradiciones de la Semana Santa

Foto, Samuel Herrera Jr.

Arved Alcántara / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El Templo de la Merced hoy en día forma parte de una de las tradiciones católicas más arraigadas de Morelia durante la época de la Semana Santa, y que se conoce como la Visita de los Siete Templos. Esta edificación, cuyas raíces vienen del año 1600 y se materializó cerca del 1700, tuvo un lento desarrollo y una serie de cambios hasta convertirse en uno de los puntos de referencia de la capital michoacana.

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De acuerdo con información de la Arquidiócesis de Morelia, en el siglo XVII una nueva orden religiosa llegó a la ciudad de Valladolid, eran los mercedarios, que surgieron bajo la necesidad de “salvar a los cautivos que caían ante el fragor de la guerra entre moros y cristianos”. De ahí proviene la palabra “merced”, de la agrupación que se instaló en la zona poniente de la entonces Valladolid y hoy Morelia.

Esta fuente también señala que cuando los mercedarios llegaron a la Nueva España, el proceso de conquista estaba casi consumado en su totalidad y la participación de esta nueva orden religiosa estuvo reducida de forma considerable. Ya para el año 1604, fray Pedro de Burgos y fray Alonso García adquirieron mediante compra un solar que pertenecía a Melchor Pardo y su mujer, María de Ortega. En tanto que en los años posteriores fueron adquiriendo más terrenos mediante donación para edificar el templo y establecer una amplia huerta.

Diversas fuentes coinciden en que esta orden religiosa no contaba con mucho poder económico, por lo cual la edificación se fue dando de manera lenta y paulatina aproximadamente hasta 1736, cuando ya era visible este templo de una sola nave, con su característica cúpula de características barrocas. Sin embargo, un siglo después, durante el proceso de la Reforma, el inmueble pasó a manos del gobierno y en lo posterior fue usado como caballeriza, cuartel y hospital.

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Posteriormente, la edificación volvió a manos de la Iglesia a través de la compra realizada por el presbítero don Teófanes López, quien instauró un colegio para niños en esta sede. Sin embargo, volvió a atravesarse otro de los hechos históricos de México, la Revolución, y la escuela tuvo que frenar sus actividades. Al término de este periodo, el templo recibió una conocida remodelación.

La información de la Arquidiócesis de Morelia refiere que el resultado de las remodelaciones fue considerado “con bastante gusto” por parte de las críticas de época y en 1908 se llevaron a cabo modificaciones en su interior realizadas por don Teófanes López. El área que anteriormente era un monasterio ahora alberga una escuela primaria.

Pese a su origen humilde y a la serie de cambios que sufrió a lo largo de su historia, el Templo de la Merced es uno de los más reconocidos de Morelia debido a sus características particulares, como el hecho de que cuenta con dos fachadas, en tanto que la principal es de estilo barro churrigueresco y tiene una vista hacia el oriente, mientras que la otra cara es considerada de estilo manierista y está dirigida hacia el norte.

Algunas fotos de décadas anteriores muestran arboles de una altura considerable en el atrio de la iglesia. Hoy en día este espacio es ocupado únicamente por una fuente de cantera. El templo está ubicado en la esquina de la avenida Madero y la calle Andrés Quintana Roo. Si se viaja de poniente a oriente, este punto marca el inicio de la mezcla de atractivos turísticos e históricos, pero también comerciales que se integran en el centro histórico de la ciudad.

Al ubicarse en la esquina de este templo, un moreliano o visitante puede decidir cómo quiere seguir su visita al Centro Histórico. A sólo unos pasos se ubica uno de los comercios más conocidos de gazpachos de la ciudad, al cruzar la calle está el centro de atención de una importante cadena de telefonía celular. Sobre la avenida Madero, más adelante, está el Mercado de Dulces, la Biblioteca Pública de la ciudad. Comienza la zona de museos, de restaurantes y también están el resto de los templos del Centro, sólo hay que decidir a dónde ir.