Conferencia del Episcopado Mexicano urge a esclarecer asesinato de sacerdote en Michoacán

El sacerdote fue ultimado en su auto en los límites de Cuitzeo y Huandacareo.

Foto: Especial

Redacción / La Voz de Michoacán

Ciudad de México. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) condenó el asesinato del sacerdote Fray Javier García Villafaña, párroco de Capacho, Michoacán, quien fue víctima de la violencia el lunes en la carretera a Huandacareo.

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“Condenamos enérgicamente este acto de violencia que no solo ha arrebatado una vida, sino que también atenta contra la paz y la justicia en nuestra nación. Es un recordatorio doloroso de la grave situación que enfrentamos como sociedad, en la que la presencia del crimen organizado y la impunidad continúan amenazando la vida y la seguridad de tantos”, señaló el máximo órgano de la iglesia en el país.

El padre Javier fue ultimado cuando conducía su auto en la carretera Jeruco-Capacho, en los límites de los municipios de Cuitzeo y Huandacareo. Apenas el pasado mes de marzo había llegado a la comunidad de Capacho, procedente de San Agustín del Pulque. Junto al cuerpo, los homicidas dejaron un mensaje escrito en una cartulina.

El episcopado, que aglutina a los obispos de todo México, hizo un llamado urgente a las autoridades competentes para que realicen una investigación exhaustiva y transparente que lleve a la identificación y sanción de los responsables.

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El organismo señaló que no se puede permitir que este y otros actos similares queden impunes y urgió a restablecer el Estado de derecho y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, especialmente de aquellos que dedican su vida al servicio de los demás.

“Como pastores, renovamos nuestro compromiso de anunciar el Evangelio de la paz y la reconciliación en medio de la adversidad. Seguiremos acompañando a nuestras comunidades, fortaleciendo la fe y promoviendo la justicia, la dignidad humana y el diálogo como instrumentos para la transformación social”, indicó el CEM en un pronunciamiento.

“Encomendamos a nuestro hermano sacerdote a la misericordia de Dios y pedimos que estos momentos, sean una semilla de un México más fraterno y solidario. Que hoy nos impulse a seguir luchando por la paz y la justicia, y a no sucumbir ante la violencia y la desesperanza. Que María, nuestra Madre y Consuelo de los afligidos, interceda por nosotros y nos ayude a construir un México en el que reine el respeto a la vida y la dignidad de cada persona”, sentenció.