La fe en los milagros guadalupanos lleva a los fieles al Santuario de la Virgen a pesar de pandemia

Algunos, cargando la imagen; otras más, con hijos en brazos; muchos de ellos, de rodillas por toda la calzada. Sólo el peregrino sabe lo que lleva en el corazón

Foto, Víctor Ramírez.

Juan Bustos / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Pedir fortaleza para luchar contra una adicción que los separó de su familia, agradecer la concepción de un hijo y hasta la tradición familiar heredada de padres a hijos, son algunas de las motivaciones para dar gracias a la virgen, por lo que el gusto de volver al Santuario de Guadalupe está implícito en cada peregrino.

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Este domingo de nueva cuenta los fieles volvieron a recorrer la Calzada Fray Antonio de San Miguel, y eso hizo que la vendimia de las inmediaciones del conocido como Templo de San Diego, donde reside la Virgen de Guadalupe, también volviera a instalarse incluso con los tradicionales futbolitos.

Foto, Víctor Ramírez.

Sin embargo, la afluencia al templo ha sido menor a la de otros años, esto ante el temor aún existente por la pandemia de COVID-19, pero a pesar de esto fue nutrida la presencia de fieles que visitaron un templo sin bancas para facilitar la circulación de las personas.

Las imágenes de cada año, de personas pagando una manda, llegando de rodillas o descalzas al pie del altar, guadalupanos manifestando su fe, volvieron a pesar del contexto que se vive por la pandemia.

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Foto, Víctor Ramírez.

 “Le prometí a la Virgen que si mandaba a mi hijo la vendría a ver todos los años; me dio licencia de tener a mi hijo, por eso estamos aquí con mi hijo”, señaló Abigail Durán, que, ataviada de “guarecita”, cargaba al pequeño Alexander, representando a Juan Diego.

Abigail, que recorrió de rodillas el templo, relató que el año pasado, con la pandemia nada más vistió a su hijo y lo llevó a un pequeño templo cerca de su casa, ya que el Santuario estaba cerrado.

Foto, Víctor Ramírez.

La devota de la Virgen señaló su temor a que un poco de la tradición se vaya perdiendo, en el sentido de acudir vestidos de acuerdo con la fecha. “A mí me da una dicha muy grande venir, todos los días le agradezco a la Virgen por tener a mi hijo, me da mucha alegría venir a enseñarle a la Virgen a mi hijo”.

Otro peregrino, Manuel Romero, que por primera ocasión caminó descalzo el corredor empedrado frente al templo, señaló que lo hizo inspirado por las personas que lo hacían y como forma de mostrar su agradecimiento a la Virgen María en su advocación guadalupana por haber recuperado a su familia tras un episodio fuerte de adicción.

Foto, Víctor Ramírez.

“Un tiempo perdí el camino en las drogas, aún conservo mi empleo, pero sí perdí a mi familia; vengo a pedir fortaleza y sabiduría para poder recuperar mi familia” dijo el hombre, por cuyos ojos se desborda la devoción guadalupana.

Detalló que no tenía pensado acudir este domingo, menos andar descalzo, pero “Dios me dio la oportunidad de estar aquí y me dio la oportunidad de estar con la familia que quiero recuperar; en lo personal, estas acciones, como sentir el dolor de caminar, me conectan con Dios y me dan el impulso para no recaer”.

Foto, Víctor Ramírez.

Por su parte, José Carlos Helguero Sánchez, que desde la Calzada avanzó de rodillas cargando una imagen de la Virgen sobre su espalda, señaló que desde que tiene memoria acude al Santuario Guadalupano. Primero, cuando vivía en la colonia Ventura Puente, y ahora, desde la colonia Lucio Cabañas.

“Nuestra madre nos inculcó esta tradición, desafortunadamente ya no está con nosotros pero la recordamos precisamente con esta visita”, señaló José, con mirada cristalina y evidente emoción al recordar a su mamá, que era una fiel devota de la Virgen.

Foto, Víctor Ramírez.

Con José venían otros miembros de su familia que lo apoyaron en el recorrido que hizo de rodillas. Ellos iban descalzos sosteniendo su mano para que pudiera avanzar, “el venir no es una promesa, ya es una obligación que tenemos que hacer cada año, tenemos ocho años seguidos y hasta que Dios me preste vida”.

“Creemos mucho en Dios y en la Virgen de Guadalupe, ya no tengo a mi madre pero lo seguiremos haciendo. Sí hay mucho temor aún por la pandemia, pero creo que hemos sido cuidadosos”, dijo.

Foto, Víctor Ramírez.

Manifestó que él ve la misma fe en las personas, al menos en quienes cada 12 de diciembre presentan los respetos a la Virgen. “Año con año nos vemos con la misma gente que viene y nos saludamos en el transcurso del camino, quiere decir que la tradición sigue y mis hijas van a seguir la tradición”.

Video, Víctor Ramírez.