Frío insoportable por las noches. De día, el sol pega directo. Es el calvario de esperar en hospitales

Familiares con pacientes dentro de los hospitales, piden a las autoridades que no los dejen solos y que los auxilien, poniendo farmacias cerca, además de que llevan días en la intemperie.

Foto: Víctor Ramírez.

Jorge Manzo / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Cada minuto que pasa en Ciudad Salud es agobiante tanto para quienes están internados en los hospitales, como para sus familiares que aguardan en la entrada en espera de noticias. Las ambulancias llegan de manera constante. Saben que la COVID-19 los merodea, sin embargo, no tienen otra opción más que aguantar. Hacen guardias. Por la noche, el frío y el sereno llega a ser insoportable, tanto que ni las cobijas lo mitigan. De día, el Sol pega directo, y cualquier sombra es buena para refugiarse.

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“Familiares de Vicente Tomás”, grita el guardia que está en la puerta de Urgencias del Hospital “Dr. Miguel Silva”. Las personas que descansan en las bancas de concreto, y dentro de las casas de campaña -que poco a poco se instalan en la pequeña explanada- cargan a cuestas la ansiedad y tristeza en sus rostros y cada que llaman en la puerta es un suspiro al aire. No todos los internados son enfermos por COVID-19, sino que hay quienes han sido internados de urgencia por accidentes u otros padecimientos.

Farmacias alejadas, alimentos caros, poca seguridad, lámparas fundidas o apagadas, entre otras quejas externaron familiares de pacientes que pasan las horas en la Ciudad Salud. Hay quienes de plano piden la solidaridad de los morelianos, pues si tienen un poco de suerte se alimentan de quienes comparten lo que llevan. Verónica Castro, habitante de Maravatío, tiene a su mamá en Urgencias. Fue ingresada por una descompensación en su glucosa, y existe el riesgo de que le amputen un pie y presenta falta de oxígeno. Ella fue ingresada al área COVID-19.

Muy consternada y desesperada pide apoyo. Un montón de cobijas utilizada para cubrirse del frío y dormir en la intemperie, acompañada de su tía Zenaida Castro. “Le pedimos al gobierno que nos apoye”. Ya le hicieron la prueba de covid, pero esperan que no sea portadora. Creen que la falta de oxígeno haya sido por los problemas del “azúcar” que presentó, pero los médicos ya están haciendo su trabajo. Las horas de desvelo se nota en sus rostros, pues deben estar a las vivas de cualquier llamado.

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Fotos: Víctor Ramírez

Las enfermedades no se detienen en contingencia. Los paramédicos vestidos con sus trajes especiales bajan a los pacientes que de inmediato son ingresados al área de Enfermedades Respiratorias. Otros pacientes más llegan por su propio pie. Antes de ser ingresados tienen que realizarse protocolos especiales. Quienes acampan ahí ven esa escena a cada rato. Los rescatistas procuran extremar sus cuidados, aunque saben que están expuestos al virus, más aún cuando no han sido vacunados y ni esperanzas para que eso ocurra pronto.

No hay farmacias cerca de los hospitales. Si los médicos requieren un medicamento, los familiares deben desplazarse a Charo o hasta Morelia, pero hay quienes no cuentan con recursos suficientes para pagar el traslado en camiones o taxis. Hay ocasiones en que el tiempo vale oro y los médicos no pueden esperar mucho tiempo. Algunas empresas han implementado una modalidad de acercar los medicamentos, previa petición, aunque los costos se elevan mucho.

Los alimentos son caros para algunas personas. Una torta puede llegar a costar 40 pesos, sin embargo, hay muy pocas opciones cerca. Entienden que poco a poco se están habilitando servicios y se están haciendo ajustes en la zona, pero les piden a las autoridades que sean sensibles y apuren las obras que se requieran. Por fortuna, hay grupos de personas que se solidarizan y llegan a entregar alimentos gratuitos. Quienes alcanzan ya la hicieron, quienes no, se tienen que conformar con lo que se ofrece.

“Una de las principales demandas que tenemos es que mejoren los servicios de alimentación, pues hay pocas opciones y son caras”, reclamó Gerzaín Pineda, quien también compartió su preocupación de que las lámparas que brindaban mejor iluminación en la zona “están apagadas” y sólo se cuenta con las farolas que hay en los camellones. “Son hospitales nuevos, esperemos que pronto se pueda subsanar esa falla”.

Pero eso no es lo grave. Sino que, por las noches, se instalan más casas de campaña que las que se pueden ver durante el día, y al no haber iluminación suficiente existe el riesgo de que crezca la cantidad de robos. Hay quienes ya han perdido maletas de ropa o pertenencias que dejan a su alrededor, pues mientras duermen se aprovechan de la circunstancia.

El agua en el albergue que se instaló en Ciudad Salud llega a ser insuficiente y por eso optan a quedarse en las puertas del hospital, además de que lo hacen para estar pendientes de sus seres queridos. “Esto es de humanidad, le pedimos al gobierno que atienda a las personas que estamos afuera de los hospitales. Si no vamos a los albergues, es porque también tememos a que ahí nos contagiemos”, dijo Yesenia Tapia.

Y es que a pesar de que Hogar Emaús cuenta con protocolos muy bien definidos para atender a quienes ocupan uno de los espacios, los familiares de los enfermos temen que haya descontrol. Creen que estarán mezclados entre todos. “No nos dejan entrar a ver a nuestros familiares, porque piensan que los vamos a contagiar, pero qué podemos hacer”, dicen a La Voz de Michoacán, durante el recorrido que se realiza.

Carrozas fúnebres van y vienen. Ambulancias ingresan a las áreas de urgencias. Los familiares ven pasar las horas más largas de sus vidas, en espera de que los suyos se recuperen. La muerte ronda esos espacios, más ahora cuando la contingencia sanitaria ha mostrado que puede ser letal si el coronavirus llega a personas que tienen obesidad, sobrepeso, diabetes o hipertensión. Los hospitales en Morelia están al 98%.

Todos usan cubrebocas y lo hacen porque saben que están cerca de personas que han tenido contacto con pacientes contagiados. Muy seguido se abre la puerta de acceso al área en donde están los portadores del virus, y cada que ocurre, la mirada temerosa de quienes están afuera se clava. No se familiarizan con esta contingencia y lo que desean es regresar pronto a casa, con los suyos, recuperados, lamentablemente no siempre es posible.

OCUPACIÓN HOSPITALARIA

La Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) ha informado que la ocupación hospitalaria para atender a pacientes con COVID-19 en Morelia alcanzó un 98 por ciento. En el último reporte, el ISSSTE registra un 145 por ciento; la SSM, un 91 por ciento; la atención privada 79 por ciento mientras que el IMSS 77 por ciento.

Lo anterior, aún y cuando la SSM y el IMSS ampliaron su capacidad de camas para la atención de Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG), recientemente. Este ha sido el comportamiento de la ocupación hospitalaria en la última semana.  En enero, el día 27, se registró un 95 por ciento; el 28, un 97 por ciento; el 29, un 97 por ciento; el 31, un 80 por ciento; el 30, un 85 por ciento y el día 1 de febrero, un 80 por ciento, subiendo 18 puntos en solo 24 horas para el día 2.

Ante cualquier síntoma de enfermedad respiratoria, la SSM pone a disposición las líneas 911 y 800 123 2890 para recibir orientación e información sobre COVID-19, así como el micrositio bit.ly/MichCOVID-19 donde encontrarán todo lo relacionado a este padecimiento, así como las medidas de prevención.