Ante abandono del Estado, habitantes de Coalcomán han comenzado a reparar sus carreteras

Las imágenes de las familias abandonando sus hogares no han servido para llamar la atención de los tres ámbitos de gobierno, por lo que han tenido que tomar la recuperación de las vías de comunicación en sus propias manos.

Foto: La Voz de Michoacán.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Luego de semanas de enfrentamientos entre grupos de la delincuencia organizada y daños a la infraestructura carretera, comunidades rurales de la región de la Sierra Costa iniciaron los trabajos para restablecer las comunicaciones a través de las carreteras. Durante los últimos 3 días han rellenado las zanjas a pesar del riesgo generado por los constantes enfrentamientos.

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Paralelo a la visita del gobernador Silvano Aureoles Conejo a la región considerada como de conflicto, los pobladores denunciaron que no hay apoyo del gobierno, a pesar de los gritos de auxilio de semanas pasadas. Las imágenes de las familias abandonando sus hogares no han servido para llamar la atención de los tres ámbitos de gobierno, por lo que han tenido que tomar la recuperación de las vías de comunicación en sus propias manos.

En voz del padre Jorge Martínez, el silencio de la autoridad ha colmado la paciencia de los habitantes de la región. En paralelo, todos los días se siguen escuchando las balaceras en las zonas más altas, producto de los enfrentamientos entre los distintos grupos delincuenciales.

“Están tapando todas las zanjas que están de Coalcomán hacia Tierra Caliente. Todavía faltan algunas, mañana van a tapar algunas pero eso no quiere decir que se vaya a restablecer la comunicación por completo. En comunidades como La Limonera todavía siguen balaceras y es imposible transitar pues los grupos aún están en choque, bueno en constante guerra, a través de las balas”, manifestó.

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Han pasado 15 días desde que trascendió la destrucción de las carreteras en distintos puntos que conectan a Coalcomán con los municipios de Tepalcatepec y Apatzingán. Desde entonces, el abasto de los productos de primera necesidad es cada vez más complejo y más caro para las familias que, aunado al miedo, han perdido las fuentes de trabajo.

Hasta el momento se estima que más de mil familias de Coalcomán y sus comunidades rurales han tenido que abandonar sus hogares ante la incertidumbre, las extorsiones, la violencia y las agresiones de lo que han calificado como una auténtica guerra entre los grupos delictivos de la región.

“En general los gobiernos brillan por su ausencia. No he visto de su parte ninguna ayuda o manifestación. El gobernador del estado minimizó la situación y la población ya no quiere escuchar ninguna palabra porque el gobierno no ha dado la cara y no solamente eso, sino que la actitud tampoco ha sido la mejor”, destacó.

Trascendió que durante el jueves de esta semana, el gobernador Silvano Aureoles Conejo visitaría la zona de conflicto para conocer los efectos de las condiciones de violencia que se han arraigado durante los últimos meses.

Hasta el cierre de esta edición, el gobierno del estado no ha compartido con la opinión pública avances o información respecto a los trabajos que se habrían realizado en la región de la Sierra Costa del estado. A 40 días del fin de la gestión silvanista, la problemática sigue escalando en violencia y afectaciones sociales.

Como siempre, el gobernador Aureoles Conejo ha señalado que es la disputa por el control de los recursos mineros, naturales y territoriales lo que han impulsado a grupos delictivos del estado vecino de Jalisco a intentar ingresar por la fuerza a Michoacán, mismos que se han topado con la resistencia de los grupos delictivos locales y derivado en una auténtica guerra entre los límites de ambas entidades federativas.

No obstante, no es únicamente en el caso de Coalcomán. El municipio de Aguililla e incluso regiones cercanas enclavadas en la Sierra Costa siguen resintiendo los efectos del vacío de Estado, la ausencia de corporaciones policiales y la pugna entre dos grupos delincuenciales por el control de la sierra.

El desplazamiento de población por la violencia se traduce en vulneración al derecho a la vida, la integridad, la libertad personal, la seguridad pública y al libre tránsito; pero además conlleva violación a otros derechos, como a la propiedad privada y al domicilio, cuando están implícitos la destrucción o el abandono de las tierras, propiedades y viviendas de los afectados. Cabe destacar que desde hace más de un mes el gobierno federal, a través de las distintas dependencias de programas sociales, sostiene mesas de trabajo en la comunidad vecina de Aguililla. Asimismo, se mantiene un despliegue de más de mil elementos en la región para brindar seguridad.