Autoridades hacen oídos sordos a denuncias de violencia contra religiosos

Pese a las múltiples denuncias públicas, para la Secretaría de Gobierno no existen los casos de agresiones o amenazas contra sacerdotes

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Según la autoridad estatal no existen denuncias de amenazas, extorsiones o agresiones en contra de sacerdotes católicos o ministros religiosos en el estado de Michoacán. A pesar de los evidentes casos recientes de violencia, las instituciones se mantienen ajenas en cuanto a la situación.

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En voz de José Calderón León, subdirector de Relación con Organizaciones Sociales Civiles y Religiosas de la Secretaría de Gobierno (Segob) de Michoacán, el único caso documentado que ellos tienen refiere a meses pasados con el padre Mateo Calvillo.

Incluso a pesar de los resultados de investigaciones y de la voz del propio afectado, el funcionario estatal insistió en que la golpiza que recibió el presbítero en el municipio de Queréndaro “únicamente fue derivado de un incidente entre particulares”.

La versión del religioso, la cual incluye amenazas de muerte, lesiones e intento de homicidio fueron desestimadas por el Gobierno de Michoacán desde las primeras horas a partir de que fue dada a conocer la denuncia.

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Sobre la situación en las regiones de Tierra Caliente, Sierra Costa y Costa Michoacana en las que sacerdotes se han enfrentado la delincuencia organizada, tampoco existen registros en la dependencia encargada de garantizar la libertad de culto en la entidad, a pesar de las denuncias públicas que se han hecho al respecto y que han incluso compartido medios de comunicación.

“Las amenazas.... Ya sabemos que en el caso del padre él atropelló un animalito, pero como tal no nos han llegado”, argumentó José Calderón León ante el cuestionamiento de la situación de violencia y amagos que padecen algunos religiosos, de acuerdo con sus propias denuncias.

“Yo tengo contacto con toda la región católica y monseñor no me ha dicho nada. A mí no me han informado de nada de ningún padre, no se me han acercado. El caso más relevante fue el del padre golpeado por atropellar un canino”, manifestó el funcionario estatal.

Denuncia amagos del narco

Sobre el caso del padre José Luis Segura Barragán y las amenazas que le han perseguido desde esta entidad hasta el estado de Jalisco tampoco existen registros ante la Subdirección de Asuntos Religiosos. El sacerdote ubicado en la Diócesis de Apatzingán, del lado del estado de Jalisco, ha sufrido directamente amenazas de muerte por parte de integrantes del crimen organizado, lo cual ya denunció públicamente.

A pesar de que el cura Michoacano alzó la voz en días recientes y pidió atención al tema por parte de las autoridades de todos los niveles de gobierno, tampoco se ha tenido contacto con el afectado ni con las autoridades del estado vecino de Jalisco para revisar las condiciones de las posibles víctimas.

El vicario incluso fue claro a través de su denuncia compartida con los medios locales de comunicación: “Emito este comunicado para conocimiento público de mi libre decisión y hago un llamado al fiscal Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, a la Fiscalía de Jalisco y a las autoridades estatales y federales responsables del resguardo y el manejo de la libertad de culto y libre expresión a que atiendan las condiciones, las garantías individuales y la protección de la población de la vicaría bajo mi cargo”.

Desde semanas pasadas, la Diócesis de Apatzingán, en conjunto con las iglesias de los municipios en situación de conflicto, han iniciado las jornadas de oración por lo sacerdotes asesinados en la región en las últimas dos décadas, así como por las víctimas de la violencia generalizada en nuestro país y que se disparó desde finales de 2018.

En total, suman 4 sacerdotes ultimados en la región; el 8 de abril de 1985, el padre Miguel Ochoa Ávila fue asesinado; el 8 de agosto de 1993 el padre Abelardo Espinoza Aguilera fue víctima mortal de la violencia; el 15 de octubre del 20224 el padre Macrino Nájera Cisneros fue asesinado en la misma región.

El último sacerdote asesinado en esta zona fue el presbítero Víctor Manuel Diosdado Ríos, el 3 de junio del 2012. A partir del surgimiento del movimiento de autodefensas, otros presbíteros llegaron a señalar amenazas, extorsión y otras agresiones por alzar la voz en cuanto a la violencia se refiere.

Padres, bastión de la Tierra Caliente

Para los últimos tres años, en que se agudizó la crisis de éxodo de población en más de 15 demarcaciones de la Tierra Caliente y Sierra Costa de Michoacán, sacerdotes de Tepalcatepec, Aguililla, Coalcomán y Apatzingán han salido a organizar y defender a las víctimas de la violencia.

Incluso, durante el 2020 y 2021, fueron los únicos que se atrevieron a adelantar cifras sobre los miles de expulsados desde las distintas comunidades, buscando que pudieran ser apoyadas para salir a destino seguro.