80% trabajamos en micros y medianas empresas, entonces… consumamos local, pide Profeco

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Maricruz Rios/La Voz de Michoacán

 

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Morelia, Michoacán. La Profeco resalta la importancia de comprar local, no sólo porque muchas veces se tratan de productos de mayor calidad (sobre todo alimentos y provenientes del campo), sino porque de esta forma se colabora a detonar la economía de la comunidad y se genera una virtuosa red de venta de bienes, servicios y consumo.

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) no es la única que aboga por esta intención de consumo. La asociación Comerciantes y Vecinos del Centro Histórico (Covechi) de Morelia ha insistido desde hace prácticamente cinco años en la necesidad de abonar a la economía local mediante esta práctica, por lo que incluso su líder, Alfonso Guerrero Guadarrama, ha instado a tres administraciones municipales a retomar programas que impulsen el comercio local.

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Y es que según la dependencia federal son las micros, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) las que aglutinan el 80 por ciento de las plazas de trabajo en nuestro país, por lo que mantener vivas estas unidades económicas es clave, además de que en muchas ocasiones se trata de productos de mayor calidad en varios sentidos.

Con consumir local la Profeco hace referencia a dos vertientes de la red de venta y compra de productos: la primera es en los comercios formalmente establecidos, que pueden ir desde las tienditas de barrio hasta pequeñas empresas que producen frituras, venden flores o comercian con agua embotella por una pequeña planta local.

La segunda vertiente se trata de los mercados citadinos y los tianguis sobre ruedas, donde decenas y hasta cientos de pequeños productores e intermediarios ofrecen frutas, verduras, semillas y miles de productos alimenticios que vienen principalmente del campo, en este caso, michoacano.

En lo que respeta a los productos del campo y el sector pecuario o acuícola, la compra de productos locales nos asegura muchas veces tener frutas, verduras y carnes más frescas, con menos fertilizantes o productos químicos, además de fomentar el crecimiento de las cadenas locales de valor.

La Profeco asevera que al consumir local se genera un círculo virtuoso de consumo, en donde todos los miembros de la comunidad ayudan mediante sus compras a mantener fuentes de empleo, dar espacio al campo local, colocar en la mesa alimentos más sanos y genera un balance económico sano. Es, de hecho, lo más cercano a una economía solidaria y social a gran escala dentro de nuestro municipio o demarcación, indica la Procuraduría Federal del Consumidor.