Día del Peluquero | Don Ángel lleva 60 años de hacer "arte con las manos"

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Foto: Samuel Herrera Jr. Don Ángel ha dedicado su vida a la peluquería y barbería.

Arturo Molina/ La Voz de Michoacán

 

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Morelia, Michoacán. “Antes hacíamos cortes de cabello, ahora sólo son estilos, ha cambiado mucho el trabajo, pero la responsabilidad es la misma”, señala don Ángel, peluquero y estilista con más de seis décadas de experiencia en una de las colonias de mayor tradición, en la ciudad de Morelia.

A sus 90 años, reconoce en su profesión una forma digna, honrada y apasionante de ganarse la vida, a través de un trabajo que ha cambiado en gran medida en su esencia, pero que sigue siendo una responsabilidad importante.

La edad no representa un obstáculo para el hombre de cabello blanco y figura amable. Todos los días abre su local para esperar a los clientes, entre los que destacan cada vez más hombres y mujeres jóvenes.

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Foto: Samuel Herrera Jr.

 

Ahora los jóvenes no piden cortes de cabello, piden los estilos que imitan de los artistas y de los futbolistas principalmente, y es lo que les hacemos. Es una responsabilidad muy grande porque el cabello es el marco de la cara, y tenemos que hacer que con un corte de cabello se sientan cómodos con su propio ser, esa es la responsabilidad de un peluquero”, manifestó.

Hace 34 años, don Ángel, como le conocen en la zona, abrió su propia peluquería en la colonia Vasco de Quiroga, a un costado de la Parroquia de la Virgen de la Inmaculada Concepción. Desde entonces han sido miles de personas de diferentes generaciones, a la que les ha brindado sus servicios.

En el local que lleva el nombre Alonso, como su apellido, diariamente espera a la clientela que cada vez es menor, por la cantidad de competencia que surgió desde hace algunos años.

Foto: Samuel Herrera Jr.

 

Hoy día, uno de sus nietos es quien retomó la pasión por la barbería y aprende el oficio del abuelo.

Don Ángel consideró que hay buenas bases para que esta actividad siga viva gracias al entusiasmo de los jóvenes, que cada día se interesan más por un trabajo que a últimas fechas se alejó de los barberos y se asociaba más con las mujeres estilistas.

Arte en las manos

La experiencia en el oficio de peluquería y barbería, asegura ,se ha convertido en un arte en sus manos.

Don Ángel recuerda que aprendió desde niño a cortar el cabello, en ese entonces eran los cortes básicos. No obstante, con el paso de los años tuvo que profesionalizarse y estudiar en una escuela de estilistas local, en donde se destacó por ser el único hombre entre más de 40 mujeres.

Junto con su esposa aprendieron a aplicar tintes, permanentes y todo tipo de productos y tratamientos que les permitieran salir adelante con el negocio que les dio sustento durante más de medio siglo.

Con la pérdida de su esposa y compañera de trabajo, se dedicó a realizar únicamente los cortes básicos, todos los equipos para lavar cabello, aplicar tintes y otros productos fueron guardados junto con los recuerdos de más de 30 años a lado de su mujer.

Foto: Samuel Herrera Jr.

Los tiempos cambian

Ahora, acompañado de su nieto, han emprendido un plan para modernizar y mejorar la imagen del local ubicado a unos 10 minutos de distancia del Centro Histórico; no obstante, los recuerdos y el cariño por el mobiliario han sido su principal obstáculo.

Únicamente espera poderse separar ‘moralmente’ de sus muebles para poder remodelar el lugar con una nueva vista. Toma con humor los cambios en los gustos de las nuevas generaciones de jóvenes. Y es que recordó que hace no mucho tiempo atrás, uno de sus clientes solicitó un corte específico, el cual se sintió apenado por los resultados, mientras que el cliente salió encantado por su nuevo corte.

Vino un joven con una señorita a que lo arreglara, me pidió que le cortara de diferentes formas, le hice lo que me pidió. Cuando terminé yo lo vi horrible, un corte de cabello por ningún lado, horrible. Pues a los tres días que viene otro joven buscando el mismo corte, le gustó bastante y quería que le hiciera lo mismo. Y yo no vuelvo a hacer un corte de esos, le juro que no lo hago, pero ahora ya es diferente, ya no son cortes, son estilos”, explicó.

Se considera un hombre de pocas palabras. A pesar de la tradición, asegura que en sus 60 años como peluquero nunca le gustó el cotilleo y parloteo con sus clientes, con quienes mantuvo siempre una relación de cordialidad y de respeto.

No le afectó en su negocio, ha visto pasar a jóvenes que después llevaron a sus hijos y después a sus nietos a que les cortaran el cabello.

Una cosa es el oficio y otra es ser profesional en la peluquería. Yo aprendí hace muchos años. La peluquería ahora es que le vas a cambiar los colores de los cabellos, una barba de candado ha cambiado mucho, el barbero debe saber cómo arreglar los cabellos, hacer los estilos, cada persona quiere uno diferente”.

En entrevista para La Voz de Michoacán, don Ángel se manifestó contento de su trabajo, con el cual dio sustento, profesión y sobre todo honradez a su familia, a quienes presume como su mayor logro en vida. A pesar de su edad, se niega a soltar las tijertas y el peine, y cualquier que lo visita puede cerciorarse que tiene un pulso y una técnica que no se he perdido, sinomejorado con los años.

La profesión de peluquero es sumamente antigua. Los primeros registros que se tienen de este oficio datan de al menos 700 años de antigüedad, en tanto que en la Europa medieval era considerado como un servicio al que únicamente los reyes y la nobleza podían acceder.

En todo el mundo se celebra el 25 de agosto como el Día del Peluquero para agradecer a todos aquellos que se han especializado en un trabajo que ha pasado de ser un lujo, a ser una necesidad de higiene, estética y hasta personal para prácticamente todos los seres humanos.