Morelianos inician el Año Nuevo con esperanza

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Foto: Samuel Herrera Jr. Morelianos se apropian de las calles para recibir este 2018.

Héctor Tapia/ La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El 2017 para muchos fue complicado, principalmente por lo económico. Por eso, entre los deseos y metas establecidas que proyectaron en su mayoría para este año que comienza, está el que sea un año de éxitos, y que la situación que viven mejore para este 2018.

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Esto no impidió que los morelianos salieran a festejar con júbilo y alegría, tanto en las casas particulares como en las calles, entre cena y baile, la despedida de un año como la bienvenida al nuevo.

Hasta que el cuerpo aguante

La música de banda sigue sonando en una rocola en pleno corazón de Santiaguito, en la calle Tzirate. Alrededor de ella quedaron instaladas varias sillas y bancas improvisadas con tablones que rodean unas brazas que aún humean.

Quedan tres mujeres y dos hombres jóvenes. Dos de ellas cantan en el karaoke mientras la tercera recarga su cabeza en el hombro de uno de los varones que parece ser su pareja. El segundo hombre está recostado en uno de los tablones. En la banqueta reposan varias botellas vacías de distintos licores que fueron vaciados durante la noche y la madrugada para recibir al año nuevo.

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El único sonido que recorre la zona es el de la música distinta entre sí, que escuchan por separado varios grupos de vecinos, que se mezcla en las calles solitarias. No hay carros pasando ni personas caminando a prisa para ir a algún lado.

En esa cuada son los únicos que quedan y que decidieron aguantar estoicamente hasta que ganara el sueño, o el efecto de las bebidas de la bienvenida al 2018. Pero a la vuelta, en la calle Volcán de Jorullo, hay dos grupos más de vecinos que también han sacado sus estéreos para seguir charlando, bebida en mano, mientras llega el momento de retirarse.

Cada familia despidió al año viejo y dio la bienvenida al 2018 a su manera, pero juntos. Son casi las 9 de la mañana, y la gran mayoría seguro duerme y se recupera de la noche previa y su madrugada. Algunos más tranquilos no hicieron la tradicional fogata en la calle, pero sí hicieron la reunión en la casa.

La escena de los pequeños grupos de familias, de vecinos y amigos reunidos, se repite en varias calles de diversas colonias de la capital del estado.

La cena y las uvas

De la familia Ayala, por ejemplo, dos hermanos con sus respectivas esposas, acompañados también por los hijos e hijas, así como por las nietas, se reunieron para pasar la fecha juntos.

Sobre la mesa se sirvieron pastas, ensaladas, rollo de carne y lomo, que fueron disfrutados antes de la media noche. Una vez que se cumplió el último minuto del 2017, cada quien fue comiendo sus uvas y, para si, pidiendo sus deseos frente al nuevo año.

Del agradecimiento por seguir unidos y encontrarse en una ocasión más, porque algunos radican actualmente en otra ciudad, pasaron al deseo y a la esperanza de que el 2018 fuera mejor para ellos y sus respectivas familias, así como al llamado a permanecer juntos como familia.

Cada integrante, hasta las más pequeñas, fueron tomando la palabra para dirigirse a los demás. Ritual que año con año ha prevalecido y que apuestan a que permanezca, como una herencia que se les deja a los hijos.

Entre cada discurso, a más de alguno le interrumpe el nudo en la garganta. Con sus diferencias, remarcan, están orgullosos de su familia.

La fiesta en las calles

Ya por la mañana en el suelo de las calles quedan visibles los vestigios de la fiesta. Pedazos de piñatas, confetis, “barrenos” y “cebollitas” o “buscapiés”, están dispersos entre las sillas y los coches estacionados.

En la noche y madrugada estos juegos pirotécnicos se escucharon por las calles, divirtiendo a algunos, pero también molestando a otros.

También por la noche, antes del abrazo, alrededor de las fogatas alimentadas por troncos o viejos e inservibles tablones, algunos bailaron desde cumbias, banda, pasito duranguense, y hasta el payaso de rodeo.

¿Y qué esperan?

En general no se quejan del 2017 que concluyó, pero la mayoría si espera que este año que comienza realmente les mejore la situación, principalmente económica, la cual consideran que no ha sido del todo benéfica.

Ernesto, él acaba de acreditarse para hacer una especialidad de medicina en Guanajuato, tiene una hija y uno viene en camino; él espera que este año que comienza, además de la bendición de un nuevo hijo, que le emociona, traiga consigo una estabilidad económica que le sirva para ofrecerle algo mejor a su joven familia.

Para el caso concreto de Roberto, quien tiene una tienda, espera que el año que comienza mejoren las cosas, principalmente en materia de seguridad en la capital michoacana. Él no toma, no es impedimento para que haya disfrutado de la fiesta de año nuevo con su familia.

Mientras tanto Areli, que está cuidando a su hija recién nacida, espera que la situación en la Universidad Michoacana mejore, ella es empleada ahí, y aún le adeudan prestaciones, por lo que en este inicio de año ve con esperanza que le puedan saldar lo que se les debe.

Aunque cada uno de ellos, por separado, expresa su esperanza de que este 2018 mejoren las cosas, esto no disminuye sus respectivos festejos, están con sus familias y su alegría es evidente.