Detienen al último padrino de la mafia italiana, Matteo Messina Denaro, de la Cosa Nostra; ¿quién es?

Era el criminal más buscado del país, prófugo de la justicia desde hace 30 años; la detención ocurrió cuando acudió a una clínica privada para un tratamiento médico.

Foto: EFE.

EFE / La Voz de Michoacán

Roma, Italia.- Con la detención este lunes de Matteo Messina Denaro, considerado el último “jefe de jefes” de Cosa Nostra, la mafia de Sicilia y el hombre más buscado de Italia, concluye una historia de sangre, poder, y del hermetismo que le ha protegido durante 30 años.

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El “último padrino”, de 60 años, fue detenido en la clínica privada “la Maddalena” de Palermo, la capital siciliana, a donde había acudido para un tratamiento médico con la prepotencia de saberse protegido por una red que le había permitido estar oculto al mundo durante 30 años en su Sicilia natal.

El fugitivo, conocido con los apodos de “U siccu” (el delgado, en dialecto siciliano) o “Diabolik” porque le gustaba el conocido ladrón del famoso cómic, nació en la localidad siciliana de Castelvetrano y su padre, “Don Ciccio”, era ya el jefe de la mafia de Trapani.

Poco a poco fue ascendiendo puestos en Cosa Nostra y los investigadores consideraron que se convirtió en el “jefe de jefes” de la mafia siciliana ya desde su escondite tras el arresto de Toto Riina, justo hace 30 años, y posteriormente de Bernardo Provenzano, que estuvo huido de la Justicia 38 años.

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Messina Denaro llevaba prófugo desde el verano de 1993, cuando en una carta escrita a su entonces novia, Ángela, tras las masacres mafiosas de Roma, Milán y Florencia, le anunciaba el comienzo de su vida como huido de la Justicia. “Oirás de mí (dando a entender que sabía que poco tiempo después su nombre sería asociado a un grave derramamiento de sangre) y me pintarán como un demonio, pero todo son falsedades”, escribía.

La última sentencia le considera el cerebro de los atentados que provocaron la muerte de los dos magistrados antimafia en 1992 Paolo Borsellino y Giovani Falcone, la esposa de éste, Francesca Morvillo, y ocho agentes de la escolta.

Además, acumulaba varias condenas perpetuas por decenas de asesinatos, entre ellos el del pequeño Giuseppe Di Matteo, el hijo del colaborador de la justicia estrangulado y disuelto en ácido tras casi dos años de cautiverio.

En estos años se han conocido algunos detalles de su vida como que, a pesar de ser el hombre más buscado de Italia, esto no le impidió viajar a Barcelona para operarse de la vista, como han demostrado en varias investigaciones.

El poder del considerado último jefe de Cosa Nostra, el último de los “corleoneses”, se demuestra no sólo en su amplia red de contactos y testaferros que se ha procurado en estos años, sino que también se puede cuantificar en los más de 4.000 millones de euros que se ha confiscado a su entorno.

Según los investigadores, Messina Denaro continuó desde la clandestinidad impartiendo órdenes en Cosa Nostra, como prueban los “pizzini”, los trocitos de papel con los que se comunican sus miembros, interceptados por la Policía italiana en los últimos años.

De él solo se tenían unas pocas fotografías de hace 30 años y el último retrato robot incluye nuevos detalles confiados a la Policía por parte de algunos de los detenidos de su entorno, que son increíblemente similares a los que se han podido ver en una fotografía divulgada hoy por las autoridades, en la que se le ve en un coche con los carabineros que lo han arrestado.

En esta imagen aparece más envejecido, con el pelo teñido de negro, con algo más de peso, pero sobre todo sin las gafas oscuras con las que se le conocía debido a problemas de vista.

Aunque su figura ha estado siempre rodeada de leyendas, los investigadores apuntaban a que el escurridizo “capo” de Costa Nostra era una personalidad muy diferente a la del resto de jefes mafiosos como Riina y Provenzano, de escasa inteligencia y escondidos durante años en medio del campo en pésimas condiciones.

De Messina Denaro se hablaba de su gran inteligencia y que amaba el lujo, los viajes, los automóviles y la ropa, y ahora, tras su detención, se podrán aclarar muchas de estas leyendas que se construyeron durante años.

DETENCIÓN DE MESSINA CULMINA UNA DÉCADA DE GOLPES A JEFES MAFIOSOS

La detención este lunes de Matteo Messina Denaro, considerado el “jefe de jefes” de Costa Nostra, la mafia de Sicilia (sur de Italia), y el criminal más buscado del país, prófugo de la justicia desde hace 30 años, es la última y más destacada de las numerosas operaciones contra los capos mafiosos en la última década.

El pasado mes de septiembre, los carabineros habían asestado un importante golpe a la red que ocultaba a Messina Denaro con la detención de 35 de sus miembros en una operación con centro en la provincia siciliana de Trapani, la misma en la que había nacido el jefe mafioso hace 60 años.

Esa investigación había partido de la salida de prisión hace tres años de Francesco Luppino, considerado uno de los hombres más cercanos a Messina Denaro y que volvió a tejer su red de relaciones recibiendo comunicaciones directas del jefe mafioso desde su paradero desconocido.

Un par de meses antes, el 6 de julio de 2022, llegó extraditado a Italia desde Brasil Rocco Morabito, considerado uno de los jefes de la 'Ndrangheta, la mafia calabresa, y el segundo criminal más buscado del país tras Messina Denaro.

Morabito, conocido como el “rey de la cocaína de Milán” durante los años 90, había sido detenido en Montevideo en 2017, pero se fugó en 2019. En mayo de 2021 fue nuevamente apresado en un motel de la ciudad brasileña de Joao Pessoa junto a Vincenzo Pasquino, también incluido en la lista de los criminales más buscados.

En diciembre de 2021, la policía española capturó en Galapagar (Madrid) a Gioacchino Gammino, capo mafioso de la “Stidda” y considerado uno de los 20 fugitivos más peligrosos de Italia, al que se buscaba desde hacía 20 años.

En junio de 2020, la policía italiana detuvo en Trapani a 13 miembros de la familia mafiosa de Castellamare del Golfo, entre ellos al capo Francesco Domingo, figura también muy cercana a Matteo Messina Denaro y que se encontraba en libertad desde 2015 después de cumplir 19 años de condena por asociación mafiosa.

El 2 de marzo de 2019 las autoridades italianas apresaron en un apartamento del barrio de Chiaiano, en la periferia norte de Nápoles, a uno de los jefes de la Camorra, la mafia napolitana, Marco Di Lauro, prófugo desde 2004 y en el momento de su detención segundo en la lista de los más buscados. El cuarto hijo del camorrista Paolo Di Lauro, “El Milionario”, fue condenado a varias cadenas perpetuas por sus crímenes por el control de Scampia y Secondigliano.

El 4 de diciembre de 2018 los Carabineros de Palermo, en Sicilia, detuvieron a 46 personas acusadas de asociación mafiosa, entre ellas el considerado jefe de Cosa Nostra, Settimio Mineo, de 80 años, quien según los investigadores había tomado las riendas de la organización tras la muerte de Toto Riina y la ausencia de Messina Denaro.

Ocho meses antes, en abril de 2018, otras 21 personas fueron detenidas en Trapani acusadas de pertenecer a la red mafiosa del “capo” Messina Denaro. En la operación se descubrió cómo dirigía las actividades mafiosas desde varios escondites mediante los llamados “pizzini”, trozos de papel que van pasando de mano en mano.

En enero de 2018 la policía española capturó en Alicante al histórico mafioso italiano Fausto Pellegrinetti, líder de la banda romana de “La Magliana” y huido desde 1993.

El 15 de junio de 2016 fue apresado en Molochio, en la provincia de Reggio Calabria, el jefe mafioso Ernesto Fazzalari, jefe de la 'Ndrangheta, en fuga desde 1996 y acusado entre otros delitos por doble homicidio, asociación mafiosa y narcotráfico.

Otro de los principales capos de la 'Ndrangheta, Roberto Matalone, fue detenido el 9 de agosto de 2012 en una playa de Ioppolo, una de las más frecuentadas de la provincia calabresa de Vibo Valentia, cuando tumbado sobre una hamaca se disponía a leer el libro “Cazadores de mafiosos”, del periodista Andrea Galli.

La detención de Matalone se produjo exactamente un año después de la captura de su cuñado Francesco Pece, líder del clan Pesce, escondido en un búnker de Rosarno, en Calabria, justamente uno de los episodios que narraba el libro que leía Matalone en la playa