Redacción / La Voz de Michoacán México.- El transporte de alimentos está siendo cada vez más habitual a nivel internacional. Durante mucho tiempo se apostó por la alimentación local, abasteciendo los mercados de productos de cercanía que permitían adecuar la dieta al momento concreto del año. Sin embargo, en las últimas décadas y, en especial, en los últimos cinco años, es mucho más habitual llegar al supermercado y encontrar alimentación de cualquier rincón del mundo. Y todo ello es gracias, en gran parte, a la tecnología y la apuesta del sector del transporte por la digitalización de sus procesos. ¿Por qué se dice esto? Precisamente por la posibilidad que existe, hoy en día, de controlar la carga y los trayectos. Gracias a la información de seguimiento que ofrecen las nuevas herramientas que se instalan en las cabinas y cargas se puede ir visualizando, en tiempo real, el estado, temperatura y condiciones en la que la alimentación está viajando de un punto a otro, garantizando así la custodia y mantenimiento de la cadena de frío necesaria para poder importar y exportar alimentación de forma segura y cumpliendo todos los requisitos sanitarios. Gracias a los sensores inalámbricos que se instalan en la cabina y en la parte de carta se puede llevar un exhaustivo control de la temperatura que la llevado en todo momento el producto que se transporta, garantizando así y aportando la información a las empresas para que acrediten su calidad y seguridad alimenticia. “Con las automatizaciones, cualquier cambio de temperatura significativo es alertado, con lo que siempre se asegura que la cadena de frío se ha mantenido estable. De hecho, si ocurriera, hay opciones para conseguir estabilizar de nuevo el entorno lo antes posible evitando el deterioro de la carga” explican desde la compañía Samsara, expertos en este tipo de soluciones tecnológicas. Son las nuevas directrices políticas, por ejemplo, europeas, las que están apostando por el transporte de carnes y productos por encima del transporte de animales, lo que lleva a las flotas a necesitar adaptarse a este tipo de mecanismos automatizados de monitorización de temperatura para poder dar respuesta al sector ganadero, cada vez más reivindicativo por la calidad y por el control de los precios tanto de las materias primas como de los suministros de maquinaria, que están viéndose comprometidos en los últimos tiempos. Un mes complicado a muchos niveles Diciembre se está convirtiendo, además, en un mes complicado para el transporte de alimentos. Desde que la subida de materias primas como los cereales está incrementando el coste de la alimentación animal, sumado al incremento en los precios de gas, luz y gasolina, los productores están empezando a avisar de que, de no ponerse medidas a nivel internacional para abaratar el coste, finalmente habrá cierta carestía de según qué productos ante la inacción de quienes pueden aliviar la presión. En Europa, de hecho, ya se habla de huelga, algo que puede acabar ocurriendo, también, a nivel global de no normalizarse la situación. Habrá que estar atento a la evolución de un conflicto complicado que puede poner en problemas la celebración de la Navidad.