Moscú.- La compañía Rosseti y el conglomerado de empresas Jével pusieron en marcha la primera planta de energía híbrida autónoma en Rusia, en la región de Zabaikalie (Siberia, oriente). La central fue construida como fuente de alimentación ininterrumpida para tres poblaciones locales de difícil acceso. Las instalaciones se componen de módulos solares con una potencia total de 120 kilovatios, dos generadores diésel de 200 kilovatios cada uno y un acumulador de energía con capacidad de 300 kilovatios. La necesidad de mantener los suministros de energía durante la noche llevó al diseño híbrido de la planta, por lo que los desarrolladores recurrieron al uso del combustible. El uso de módulos solares y un sistema de control intelectual reducirá el consumo de combustible diésel de 250 mil a 86 mil litros al año. Este ahorro permitirá reducir las emisiones de dióxido de carbono en 500 toneladas anuales. El proyecto se llevó a cabo en el marco de la colaboración público-privada para evitar el incremento de tarifas para los usuarios finales de la electricidad. “Sin exagerar, somos participantes y testigos de un evento importante para nuestra región y todo el país”, dijo la jefa de la región, Natalia Zhdánova. La funcionaria indicó que la iniciativa “es un buen ejemplo de asociación público-privada exitosa, es un ejemplo de cómo el Gobierno y el comercio están aunando esfuerzos para resolver problemas prácticos específicos". En la región de Zabaikalie existen 23 asentamientos con la imperiosa necesidad de una fuente de alimentación estable y de calidad. “La tarea de la administración local es resolver el problema y garantizar el abastecimiento de energía en los próximos tres años”, dijo Zhánova.