La ceremonia de los Nobel enlaza la ciencia como antídoto ante “estos tiempos oscuros”

Doce hombres y una mujer recogieron el Premio Nobel de manos de Carlos Gustavo de Suecia en una ceremonia en la que se ensalzó el valor de la ciencia y la literatura como antídoto para superar «estos tiempos oscuros, de división, polarización y conflicto»

La bióloga molecular estadounidense Mary Brunkow, premio Nobel de Medicina. EFE/EPA/ANDERS WIKLUND SWEDEN OUT

EFE / La Voz de Michoacán

Estocolmo. - Doce hombres y una mujer recogieron el Premio Nobel de manos de Carlos Gustavo de Suecia en una ceremonia en la que se ensalzó el valor de la ciencia y la literatura como antídoto para superar "estos tiempos oscuros, de división, polarización y conflicto" que atraviesa el mundo.

PUBLICIDAD

"En un contexto mundial sombrío, de acontecimientos rápidos, impredecibles y confusos, los galardonados de 2025 nos ofrecen la esperanza de que, a través del conocimiento, de la integridad y de la creatividad es posible abordar los retos globales a los que nos enfrentamos", subrayó la presidenta de la Fundación Nobel, Astrid Söderbergh, en el discurso inaugural de la ceremonia de Estocolmo.

El trabajo de los premiados, continuó Söderbergh, "apela a nuestra responsabilidad, a que no debemos ser meros espectadores pasivos, sino contribuyentes activos a la defensa de la ciencia, de la literatura y de la paz para transformar el mundo en un lugar mejor".

Los galardonados recibieron de manos del rey de Suecia la icónica medalla y el diploma en la centenaria Sala de Conciertos de Estocolmo (Konserthuset), en la que también estaban presentes la reina Silvia, la princesa heredera Victoria y su esposo, el príncipe Daniel.

PUBLICIDAD

Al recibir el galardón los premiados hicieron tres saludos: uno al monarca, otro a los miembros de las academias que seleccionan a los ganadores y un tercero al público. A diferencia de los actos celebrados en días previos, los homenajeados no intervinieron. Sus logros fueron ensalzados por portavoces de las instituciones que les han elegido.

El poder transformador de la ciencia y la literatura 

La labor de los 13 galardonados en la ceremonia de Estocolmo (el Nobel de la Paz se entregó en Oslo al mediodía) comparte un hilo conductor: la ciencia y las artes hechas a fuego lento.

En el caso de la investigación, se premian experimentos de ciencia básica realizados hace décadas que requirieron de grandes dosis de paciencia, rigor y colaboración internacional. Hoy constituyen la base de la que beben grandes avances de la humanidad.

Especialmente efusivo en ese sentido fue Olle Kämpe, presidente del Comité Nobel de Medicina del Instituto Karolinska, al destacar los logros de los premiados en esta categoría, la única en la que se galardonó a una mujer: la bióloga molecular estadounidense Mary Brunkow, que comparte reconocimiento con Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi.

"Sus descubrimientos revelan uno de los mecanismos de equilibrio más elegantes de la naturaleza: cómo se regula el sistema inmunitario para no atacarse a sí mismo en su misión de protegernos. Su trabajo ha abierto la puerta a la inmunoterapia contra el cáncer y al éxito de los trasplantes", glosó.

"Para evitar el fuego amigo, ciertas células inmunitarias se someten a una rigurosa formación en un órgano llamado timo, que tenemos en el pecho. Este órgano es también un manjar culinario, por lo que hay una pequeña posibilidad de que aparezca en el menú del banquete”, bromeó Kämpe.

Alegato a la esperanza

Göran Johansson, miembro del Comité Nobel de Física en la Academia Sueca de Ciencias, resaltó la descripción de dos propiedades de la mecánica cuántica por parte de los galardonados en esta categoría: John Clarke, Michel Devoret y John Martinis, en 1985. Tres décadas después, el ordenador cuántico está llamado a convertirse, en cualquier momento, en la revolución científica de nuestra era gracias a aquel descubrimiento.

"Susumu Kitagawa, Richard Robson y Omar Yaghi: ustedes han hecho descubrimientos revolucionarios en el campo de la química que han llevado al desarrollo de estructuras metal-orgánicas. Un logro grandioso para poder contar con nuevos materiales porosos para capturar dióxido de carbono, almacenar hidrógeno o crear fármacos”, remarcó el profesor Olof Ramström, miembro del Comité Nobel de Química en la Academia Sueca.

Los galardonados con el Nobel de Economía este año "demuestran que el crecimiento de los dos últimos siglos proviene de un flujo constante de mejoras tecnológicas. A pesar de la turbulencia, la destrucción creativa da lugar a un crecimiento constante, del que pueden extraerse lecciones importantes para la sociedad", señaló John Hassler, presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas, sobre los premiados: Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt.

"La grandeza de László Krasznahorkai como escritor reside en su fe inquebrantable en el poder de la literatura en un mundo en decadencia", indicó Anders Olsson, presidente del Comité Nobel de Literatura de la Academia Sueca.

Krasznahorkai nos dice también que "no toda la esperanza está perdida en este mundo oscuro, solo que no sabemos cómo ni cuándo surgirá. Quizás de un orden oculto en este desorden de guerras que desgarran nuestro pobre mundo", concluyó.

Cada Premio Nobel está dotado de 11 millones de coronas suecas (casi un millón de euros, algo más de un millón de dólares), a repartir si es compartido.

La soprano Maria Bengtsson puso música a la ceremonia acompañada de la Real Orquesta Filarmónica de Estocolmo. Los arreglos florales fueron diseñados por Helen Magnusson con flores cedidas por la ciudad italiana de San Remo, donde murió Alfred Nobel un 10 de diciembre de 1896.

A continuación, se celebra un banquete en honor a los premiados en el Salón Azul del Ayuntamiento de Estocolmo, al que está previsto que asistan 1.300 invitados. Los chefs Tommy Myllymäki y Pi Le, y la repostera Frida Bäcke diseñaron un menú que tendrá como protagonistas dos ingredientes muy nórdicos: las setas y las bayas salvajes.