Dispersan protestas contra cambios a Constitución en Panamá

Los manifestantes han sido en mayoría jóvenes universitarios

Estudiantes universitarios gritan consignas contra el gobierno afuera de la Asamblea Nacional en protesta a propuestas de reformas constitucionales en Panamá el miércoles 30 de octubre de 2019. (AP Foto/Arnulfo Franco)

AP / La Voz de Michoacán

Panamá. La Policía de control de multitudes dispersó el miércoles con gas pimienta nuevas protestas encabezadas mayormente por jóvenes opuestos a un conjunto de reformas constitucionales que han avanzado en el Legislativo.

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Horas antes, el gobierno pidió tolerancia a la diversidad sexual después que un diputado oficialista lanzase expresiones de rechazo a miembros de la comunidad LGBTI.

Por tercer día, centenares de estudiantes universitarios y activistas por la diversidad sexual se manifestaron hasta entrada la noche en los predios de la Asamblea Nacional unicameral, a pesar que las reformas fueron aprobadas en un primer periodo el lunes.

Las reformas, las primeras que se discuten en 15 años en el país centroamericano, deben pasar otros tres debates más en un nuevo periodo legislativo a inicios del próximo año, antes de ser sometidas a un referendo nacional.

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Los policías dispersaron a los manifestantes con gases aunque éstos lograron reagruparse tras bloquear por momentos algunas arterias en el centro y levantar algunas barricadas. Una estación del Metro, próximo al Legislativo, fue cerrada. No se informó de heridos ni detenidos, aunque se vio a policías llevarse a algunas personas.

“Principalmente estamos protestando por una reforma igualitaria para todos los grupos mayoritarios y minoritarios”, dijo una estudiante universitaria que sólo se identificó como Michelle, de 24 años. “¡Fuera las ratas!”, agregó, en alusión a los escándalos de corrupción que han estallado en el Legislativo en los últimos años.

El presidente centrista Laurentino Cortizo, quien asumió un nuevo quinquenio en julio, presentó el paquete de reformas previamente concertadas por diversos sectores, en un intento, según el mandatario, de recuperar la institucionalidad ante los cuestionamientos a la administración de justicia y los escándalos de corrupción.

Las reformas --que se harían a una carta fundamental que data de 1972 y nació bajo el régimen militar (1968-1989)-- crearían un Tribunal Constitucional que se encargaría, entre otras cosas, de enjuiciar a los magistrados de la Corte Suprema, y limitaría la reelección de los diputados.

Sin embargo, los legisladores incluyeron iniciativas que les darían nuevas facultades, como designar a un fiscal para investigar a los procuradores, censurar a ministros, cambiar el presupuesto general del Estado y aumentarse los salarios, lo que según analistas le daría mayores poderes a una desprestigiada Asamblea Legislativa, actualmente con mayoría del partido de gobierno.

“Prefirieron favorecer su propia ambición de poder”, señaló el analista del diario La Prensa, Rodrigo Noriega.

Cortizo, quien estaba en una visita oficial en México, le llamó la atención el miércoles a los diputados, particularmente al legislador Jairo Salazar, quien la víspera negó el ingreso al Legislativo a un grupo de activistas gays y se refirió a ellos en términos despectivos.

“Yo respeto la separación de poderes. Sin embargo, el respeto es de dos vías. Solicito a los diputados que midan sus palabras. La tolerancia a la diversidad y el respeto a la dignidad humana en mi gobierno no son negociables. Panamá es de todos”.

Por su parte, la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos --división América Central-- exhortó a las autoridades y al legislativo de Panamá a promover, respetar y garantizar los derechos a todas las personas sin ninguna distinción, tras lamentar las declaraciones “discriminatorias” hacia las personas LGBTI, que fomentan “un discurso de odio”.

Las reformas deben pasar otros tres debates legislativos a inicios del próximo año antes de ser sometidos a un referendo nacional.