Perú suspende millonario proyecto por protestas; miles de afectados por millones de litros tóxicos

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Foto: Twitter. El país, un importante exportador global de minerales, es el segundo productor mundial de cobre y el sexto de oro.

AP / La Voz de Michaoacán

Ciudad de México. Perú suspendió por tiempo indeterminado un proyecto de 1.400 millones de dólares, impulsado por la filial local de la mayor productora de cobre de México, que había provocado extendidas protestas de pobladores en un valle agrícola del sur.

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El ministro de Energía y Minas, Francisco Ismodes, informó a la televisora local N el viernes por la noche que la máxima autoridad administrativa en asuntos mineros decidió la suspensión “hasta que se resuelvan” los recursos de revisión presentados por los grupos de campesinos que protestan en el valle agrícola de Tambo en contra del proyecto. En los últimos días los manifestantes bloquearon un cercano puerto del Pacífico desde donde se exportan los minerales de otras minas.

Según Ismodes, se resolvió la suspensión porque “no se estaban generando los espacios de diálogo” que debían haber ocurrido luego que hace un mes el gobierno peruano le otorgó la licencia de construcción a la filial local del Grupo México, el mayor productor del metal rojo en ese país. Desde entonces los pobladores, que se oponen al proyecto minero llamado Tía María han protestado de forma creciente. Las manifestaciones no son nuevas, en 2015 dejaron cuatro muertos y 300 heridos.

Los agricultores del valle de Tambo se oponen a la construcción de la mina porque consideran que la explotación a tajo abierto contaminará las aguas de un río con las que riegan sus cultivos. En 2015 las protestas provocaron el declive de la popularidad del entonces presidente Ollanta Humala (2011-2016) y el proyecto también se paralizó tras meses de choques entre manifestantes y la policía.

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Grupo México afirma que usarán agua de mar desalinizada y, para el transporte de sus suministros y producción de cobre, se construirá un ferrocarril industrial y una vía de acceso al proyecto “a distancia prudente del valle de Tambo”.

El gremio de las empresas mineras calificó a la decisión de “lamentable” e indicó que envía una pésima señal a los inversionistas locales y extranjeros. La minería constituye más del 60% del total de las exportaciones de Perú pero al mismo tiempo es la actividad que ha generado más conflictos socio-ambientales con las poblaciones locales, de acuerdo a la Defensoría del Pueblo.

El país, un importante exportador global de minerales, es el segundo productor mundial de cobre y el sexto de oro.

Victimas de Grupo México

De acuerdo con el Portal SinEmbargo, el 6 de agosto de 2014, la mina Buenavista del Cobre de Grupo México, propiedad del segundo hombre más rico del país Germán Larrea Mota Velasco, derramó 40 millones de litros de solución de sulfato de cobre sobre los ríos Sonora y Bacanuchi, lo que afectó a 22 mil personas de los municipios Arizpe, Banámichi, Huépac, Aconchi, San Felipe, Baviácora y Ures.

“Han sido cinco años de angustia, de incertidumbre sobre el agua, de enfermedades, de nuestros animales muertos”, dijo Irene, de Bacanuchi. “No se puede sembrar, los árboles se secan y se produce menos”.

La mina Buenavista del Cobre, de Grupo México, opera desde hace tres años una enorme presa de desechos tóxicos 100 veces más grande que la derramada en 2014, cuando generó el peor desastre ambiental en la historia de la minería en México en el Río Sonora.

A la comunidad jamás se le informó nada. Este 5 de julio, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) llegó a Bacanuchi, mandatada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para explicar el “Informe Preventivo” de Grupo México que aprobó para que se construyera la presa, el por qué dio visto bueno al proyecto, bajo qué criterio, y por qué no informó a la población.

El biólogo Germán González Siqueiros recita a la comunidad de Bacanuchi el informe que Grupo México entregó para abrir la presa de desechos tóxicos de la mina de cobre. Este informe fue redactado en 2012 y aprobado en 2013; el histórico y terrible derrame ocurrió en 2014. La presa de jale opera desde 2015.

Grupo México es propiedad de Germán Larrea Mota-Velasco, un multimillonario mexicana que también participa en empresas y organizaciones como Grupo Financiero Banamex, el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios y Grupo Televisa. El dueño de ese consorcio minero es considerado una de las personas más ricas de México y tiene, de acuerdo con la revista Forbes, una fortuna que supera los 18 mil millones de pesos.

Con información de Dulce Olvera, SinEmbargo