Feminismo contemporáneo

En la actualidad, el feminismo se ha convertido en una corriente de pensamiento, que se conforma por un conjunto de movimientos e ideologías políticas, culturales y económicas, que buscan renovar las relaciones entre ambos sexos.

COLEGIO DE ABOGADAS DE MICHOACAN

Rocío Guadalupe Pérez Ayala

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El feminismo, es un movimiento social que ha buscado la equidad en las relaciones entre hombres y mujeres, cuestionando, debatido y cambiando el entorno para que sus intereses sean reconocidos, y obtener un buen desarrollo social.

En la actualidad, el feminismo se ha convertido en una corriente de pensamiento, que se conforma por un conjunto de movimientos e ideologías políticas, culturales y económicas, que buscan renovar las relaciones entre ambos sexos.

Por lo que es importante identificar los desafíos del feminismo, que problemas trata de resolver, con que justificación y cuáles son los medios para hacerlo valer, para no tergiversar su finalidad, la cual no es una lucha de mujeres contra hombres, si no el reconocimiento de la igualdad entre los mismos, ya que no todos los hombres apoyan el machismo y existen varones que respaldan los movimientos feministas.

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Debido a ello, existen diversas categorías de análisis de la teoría feminista, la primera de ellas es el orden patriarcal, en donde se pone a la figura del padre como el jefe de todo, desde las relaciones más pequeñas hasta las más amplias.

La segunda categoría se basa en el género, lo que es una construcción social que generan las culturas en ideas, creencias y representaciones a partir de diferencias sexuales, las cuales determinan los papeles de lo masculino y lo femenino; ésta teoría, la expresan las feministas radicales a finales de los años sesenta y principios de los setenta del siglo XX.

La tercera categoría es la identidad de género, donde el género femenino se construye a raíz del antagonismo con el hombre desde la debilidad, servicio y ser para otros; lo que en contra parte, el género masculino es considerado el modelo de lo humano y se le atribuye fuerza y poder.

De todo lo anterior, deriva una serie de violencia de género, en donde se dan las agresiones, acciones u omisiones contra la integridad de las mujeres, basadas en el orden patriarcal, donde resultan daños psicológicos, físicos, patrimonial, económico, sexual y en algunas ocasiones terminan en feminicidio.

La primera convención feminista sobre los derechos de la mujer, fue la Convención de Seneca Falls, en julio de 1848, en donde se empezó a vincular la primera ola del movimiento feminista que fue influenciada por el activismo colectivo de las mujeres con propósitos reformistas, donde las feministas obtuvieron conocimientos estratégicos y tácticos de las mujeres que tomaron partido en la Revolución Francesa, el Movimiento por la Templanza y el Movimiento Abolicionista.

El proceso de la lucha de las mujeres, se ha dado en cuatro olas históricas, que les llaman “Las cuatro olas feministas”, siendo las siguientes:

La primera ola del feminismo, se dio a finales del siglo XIX, y se caracteriza principalmente en la defensa del derecho al voto de la mujer, pero en América Latina, Ecuador fue el primer país en entregar el voto a las mujeres en el año de 1929, le siguieron Brasil y Uruguay en 1932, Cuba en 1934 y en México fue en el año 1955.

Por lo que ve a la segunda ola, ésta inicia desde la década de 1960 hasta la década de 1990, donde abarca temas como igualdad salarial, derechos reproductivos, sexualidad femenina y la violencia domestica; muchos de éstos objetivos se lograron mediante legislación y decisiones judiciales importantes y se consolida como una corriente social y política de alcance mundial.

La tercera ola, inició a mediados de la década de 1990, donde defienden que no solo existe un modelo de mujer, y aparecen nuevas interpretaciones hacia el género; de igual forma, se toma conciencia de que la jerarquía del varón sobre la mujer se basa en toda una estructura social instalada por el patriarcado.

Por último, la cuarta ola está surgiendo en la última década, por lo que es difícil definir su inicio, sin embargo, se caracteriza por campañas basadas en la acción de protestas, movimientos, marchas como “Ni una menos” en donde exigen justicia ante la ola de feminicidios, siendo una de las marchas más imponentes del 8 ocho de marzo.

El feminismo ha sido interpretado de varias formas, como un estilo de vida, como una forma de ver la realidad, como un eje de conocimiento, como una teoría, pero su relevancia se ubica en los derechos que ha conseguido para las mujeres a través de más de 300 años, pese a que también han ido recogiendo históricamente, aquellas demandas que no se han cumplido y que se han ido sumando a las nuevas problemáticas.

Sin embargo, se sigue manteniendo el propósito principal que es la visibilización de la desigualdad social entre hombres y mujeres en todas las áreas, por lo que los retos aún siguen siendo muchos; aunque es importante señalar que ciertos puntos de igualdad se han visto consolidados, como es en materia de educación, trabajo remunerado, participación política y el reconocimiento de la violencia de género como un asunto de interés público, por ello el feminismo ha dejado de ocupar un lugar marginal en la sociedad.