Psicología del buen y del mal gobernante

El éxito de las grandes figuras se debe en mucho a las personas con las que se rodean, más que a la iluminación celestial con la que hicieron sus obras. La sabiduría es una construcción colectiva que se refleja en obras, que no tiene nada que ver con el genio individual de las personas.

SOMOS NUESTRA MEMORIA

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Boris González Ceja

Ahora que estamos de nuevo con el circo de los políticos y sus promesas de siempre, vale la pena entender algunos principios de la política que nos permitan detectar cuando existe un verdadero liderazgo o un farsante: ya no hablemos de hacer faenas o trabajo comunitario, porque para muchos robar es la misión, no la excepción.

En política no se pide que sus líderes sean como los de Dinamarca, que sepan de todo o que sean todopoderosos (aunque lo parezcan, jajaja). En serio: los gobernantes inteligentes trabajan con personas talentosas y aprovechan sus capacidades; los necios envidian a las personas sabias y les parecen un riesgo.

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Me parece que el trabajo de un político es identificar el talento de sus colaboradores y hacer que crezcan de manera profesional, eso de que 90 por ciento honestidad y 10 por ciento de capacidad es una tontería (una exageración para criticar a los rateros de siempre): si le piden a un médico que atienda el cáncer ¿con 90 por ciento de honestidad lo resolvemos? Si le piden a un albañil que les haga una casa ¿con el 10 por ciento de capacidad nos basta? Por eso la bajeza de las políticas públicas en México, por vivir de dicharacheros, divertidos pero ocurrentes.

En muchos gobiernos pasados y actuales la escena de los llamados soplanucas no deja de repetirse, tal parece que hasta escuelas se hacen en algunas familias y grupos políticos. El resultado es latente: tenemos ciudades que no dejan de ser las mismas a pesar de que pasan decenas de años y siguen iguales, o peores en el deterioro, gobernadas por el narco, sumidas en su tercermundista existencia.

Lo que es un hecho es que las personas con talento son difíciles de encontrar en el ambiente político, muchas veces porque están ocupadas en sus oficios, otras porque la maleza de la política barata no les conviene que se vean. Finalmente, las personas que ocupan los cargos públicos con elegidas con base en criterios de amiguismos y no de capacidades, la mayoría con sus honrosas excepciones.

El éxito de las grandes figuras se debe en mucho a las personas con las que se rodean, más que a la iluminación celestial con la que hicieron sus obras. La sabiduría es una construcción colectiva que se refleja en obras, que no tiene nada que ver con el genio individual de las personas.

Los gobernantes inteligentes emplean personas como un carpintero elige la madera: si es recta, la usa para hacer eje de carro; si es torcida, hace una rueda; si es larga se usa en el techo; si es corta, un travesaño: recta, torcida, larga o corta, toda la madera tiene utilidad.

Las capacidades demostradas deberían de ser los únicos criterios para tener la conducción de la vida de millones de personas en las ciudades, siendo peligroso cuando los políticos tienen envidia de las personas talentosas y las relegan, generando daños al patrimonio social.

Cinco tipos de buenos funcionarios

1. Los que son previsorios y llevan a cabo acciones para evitar que el gobernante tenga un problema adicional.

2. Los que son buenos consejeros y corrigen sus errores sin demora. Son personas que se conocen a sí mismos y saben conciliar a los fuertes y los débiles en un trabajo.

3. Los que se esfuerzan por ser mejores como personas y hacen avances en equipo para tener mejores resultados.

4. Los que apoyan las leyes y no aceptan sobornos, no buscan sobornar a los trabajadores ni a los usuarios de los servicios ni buscan ganar mucho dinero.

5. Los que tienen el valor de señalar los errores a su gobernante (que suele ser su patrón).

Cinco tipos de malos funcionarios

1. Quienes piensan en enriquecerse con recursos públicos y no conocen de principios ni valores vinculantes.

2. Los que siempre dicen sí a su gobernante, lo buscan complacer por cualquier medio (lambiscones les dicen) y dan la razón cuando se equivocan.

3. Los hipócritas, los que tienen celos de los inteligentes y quienes manipulan a los gobernantes.

4. Los que son listos para ocultar sus errores y saben ganarse el favor de los demás.

5. Los que abusan para satisfacer sus intereses egoístas y llenarse los bolsillos, confundiendo el bien y el mal con tretas, haciéndose los listos, no políticas públicas.

Un líder inspira lealtad y respeto, tal como lo definió el emperador chino Chinghua Tang.

Causas y azares…

Retamos a la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, para que hagamos un Programa Especial Contra el Suicidio ¿alguien le puede decir que la esperamos atentamente?

La extitular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Conavim), Fabiola Alanís Sámano tiene toda una vida de lucha desde la izquierda no únicamente para Michoacán, sino para todo el país desde esa institución, así como su amplia experiencia en el servicio público que la hacen la candidata idónea para ser Senadora de la Republica.

Hasta la próxima, que hay biografías que sólo constan de cambios de domicilio.

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