Ciudades prósperas

El Índice de Ciudades prósperas es una medida de la ONU para calcular aspectos como la productividad, la calidad de vida, la gobernanza, la equidad, etc., asuntos en los que la Ciudad de Morelia ha salido sumamente baja.

Carolina Martínez

Las ciudades donde la prosperidad compartida, es a la vez ruta y destino, según ONU Hábitat, también son “una aspiración —real y medible— que permite convertir las ciudades en el lugar donde es posible satisfacer necesidades básicas, encontrar diversidad, felicidad, salud, y realizar los sueños más íntimos y también aquellos comunes; ciudades donde los negocios puedan prosperar, las instituciones desarrollarse, las familias crecer y los espacios físicos convertirse en integrados y diversos”.

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La ciudad próspera, como índice utilizado por la ONU, considera seis dimensiones relacionadas con la productividad, el desarrollo de infraestructura, la calidad de vida, la equidad e inclusión social, la sostenibilidad ambiental y, por último, con la gobernanza y legislación.

En el análisis elaborado por ONU-Hábitat y el Infonavit, según esta definición, ¿cómo está calificada la ciudad de Morelia en este índice?

En la productividad, se analiza la contribución al crecimiento y desarrollo económico de la ciudad, generación de ingresos, trabajos e igualdad de oportunidades.

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La dimensión de desarrollo de infraestructura evalúa la capacidad promedio que tiene la ciudad para proporcionar servicios de agua limpia, saneamiento, vialidades y conectividad. La calidad de vida mide la manera en la que se proveen servicios sociales como salud, educación y seguridad.

En equidad e inclusión social, se toman en cuenta factores como los logros en la distribución equitativa de los recursos y la reducción de pobreza, así como la protección brindada a los derechos de grupos minoritarios.

El rubro de sostenibilidad ambiental valora la forma en que se protege el medio ambiente y recursos naturales. Y por último la gobernanza y legislación urbana, considera el nivel de participación ciudadana y rendición de cuentas, así como las condiciones de gobernabilidad.

Así con el análisis de estas dimensiones, el ICP 2018 (Índice de Ciudades Prósperas) otorgó a la ciudad de Morelia una calificación general de 57.57 puntos de 100, esto es, un color amarillo del semáforo de este indicador. Significa que los factores de prosperidad (las seis dimensiones señaladas) presentan un estado moderadamente débil y que es necesario fortalecer las políticas urbanas. Este valor se encuentra por encima de la media nacional del ICP básico (53.74/100).

El estudio tiene seis niveles de evaluación: de 80 a 100, considera que es una ciudad con factores de prosperidad muy sólidos; de 70 a 79, sólidos; de 60 a 69, moderadamente sólidos; de 50 a 59, moderadamente débiles; de 40 a 49, débiles; y de 10 a 39, muy débiles.

De las seis dimensiones establecidas en el estudio, dos de ellas resaltan como bajas para la ciudad de Morelia. En Gobernanza y Legislación Urbana, califica con 34.15 y significa que el promedio de los indicadores que miden participación, rendición de cuentas, finanzas, capacidad institucional y gobernanza en general, es bajo en su capacidad de dirigir el modelo de crecimiento de la superficie urbanizada. En ciudades donde el resultado de esta dimensión es bajo, no se generan las condiciones de gobernanza e institucionalidad necesarias para mejorar el resto de las dimensiones del ICP. El subgrupo de características en este sector, que presenta el porcentaje más bajo, son: la eficiencia en el uso del suelo, considerada en cero, seguida de la deuda subnacional (29.4) que, aunque es deseable el no endeudamiento también limita su capacidad financiera para promover el desarrollo de proyectos y obras públicas de alto impacto. En cuanto al suelo, la relación ineficaz entre su consumo y el crecimiento de la población, se refleja en baja densidad residencial y alto costo social relacionado con la movilidad.

Por otra parte, en Productividad, califica con 58.58 y como resultado de la medición del valor productivo de las actividades económicas y la fuerza laboral del municipio, se considera bajo. Este valor constituye un referente del nivel de crecimiento de la economía local, productividad y posible impacto en la calidad de vida. Los subapartados que llaman la atención por su nivel de deficiencia son el producto urbano per cápita y la tasa de desempleo.

Otras subáreas dentro de las restantes cuatro dimensiones, que tienen niveles bajo son: densidad poblacional, acceso a internet y longitud del transporte masivo (considerado en cero), inequidad de ingresos y tasa de pobreza, calidad del aire, seguridad, protección y espacio público.

El Índice de Ciudades Prósperas —resultado de un trabajo en 305 municipios del país— es una herramienta útil para considerar en la toma de decisiones por parte de las autoridades y grupos locales. Los datos que reúne permiten promover la mejora de los entornos urbanos, con mayores oportunidades e identificación de áreas potenciales de intervención. El estudio también permite realizar comparativas entre ciudades, lo que da proporción a las deficiencias y cualidades detectadas, incentivando su desarrollo como parte de un sistema integral.

El resumen es que la estructura de los problemas sociales y urbanos no se corresponde con la estructura gubernamental actual.

Según la ONU, medir de forma rigurosa para entender lo que acontece en las ciudades para estar en condiciones de operar cambios y tomar medidas correctivas es hoy un ejercicio posible y también necesario. Este índice, transformado en la Iniciativa de las Ciudades Prósperas, es un paso importante en la construcción de una ciencia de las ciudades. La prosperidad de las ciudades no es un accidente.

colecciudad@gmail.com