Colectivo Ciudad | El mejor regalo para Morelia

Morelia es una ciudad muy bella, sin embargo, la falta de áreas verdes y lugares de esparcimiento para los ciudadanos son ineficientes, pues desde hace años, no se ha creado una nueva zona que permita a los niños, jóvenes y adultos realizar actividades recreativas.

Salvador García Espinosa

Cuando cursé mi instrucción primaria en la escuela Enrique García Gallegos, ubicada en la Colonia Chapultepec Sur, me tocó por la cercanía presenciar la construcción del Parque Morelia 150, localizado sobre el bulevar Arriaga Rivera, además, junto con cientos de niños de las primarias cercanas la inolvidable experiencia de acudir a su inauguración por parte del entonces presidente José López Portillo.

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Seguramente por la emoción que sentí, fue un hecho que quedó grabado en mi memoria, pero solo muchos años después reflexioné sobre la visión que se tuvo en ese momento, pues las colonias circundantes recién comenzaban a poblarse y ya se disponía de un excelente parque. Sobra decir que, a partir de ese día de la inauguración, me convertí en visitante frecuente del parque, primero como niño, luego como adolescente para hacer uso de las canchas deportivas y muchos años después como papá, al llevar a mi hija a disfrutar de las instalaciones. Imagino que algo similar ha ocurrido con miles y miles de familias morelianas.

Años después cuando cursaba estudios de secundaria en la conocida ETI, mi educación secundaria se vio fuertemente complementada con múltiples y frecuentes visitas al Parque Zoológico Benito Juárez, finalmente solo requeríamos cruzar la Avenida Juárez y ya estábamos prácticamente dentro del zoológico. Años después, en los años de infancia de mi hija regrese como asiduo visitante.

Otro sitio que tiene un lugar especial en mis recuerdos de la ciudad es el oficialmente llamado Centro de Convenciones y Exposiciones (Ceconexpo), que para los jóvenes y niños simplemente era el Planetario; aún hoy, esa palabra me lleva a pensar en innumerables tardes en las que nos dábamos cita los compañeros para practicar poesía coral grupal o acudir a la Biblioteca Pública Central "Francisco J. Múgica" para realizar algún trabajo en equipo, recuerdo de una sección en donde se podía escuchar música, sin duda, fue una biblioteca de primera. Claro está, que las impresionantes funciones del planetario resultan inolvidables. Hoy seguramente la tecnología hace difícil comprender lo que representó para miles de niños conocer sobre los planetas y el universo.

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Me resulta imposible pensar en Morelia sin recuerdos vinculados a sus parques o espacios verdes, como en su momento fue el Bosque Cuauhtémoc, cuando acudíamos a la pista de bicicross, a patinar, a los gaspachos y muchos años después a los juegos mecánicos para diversión de mi hija. Vale la pena comentar que en la administración del licenciado Fausto Vallejo como presidente municipal, se instalados en el extremo sur del Bosque se instalaron unos modernos juegos infantiles, no como aquellos de antaño de fierro, sino ergonómicos de plástico.

Al llevar a mi niña a disfrutarlos, obviamente había muchas familias con sus niños disfrutando lo juegos, al esperar que se desocupará un columpio, me sorprendió que una mamá le dijera a su hijo “solo cinco veces más y te bajas, porque hay muchos niños esperando su turno” y efectivamente, los papás y niños asumimos un comportamiento distinto al que tradicionalmente se observaba en los juegos, de “yo gane y hasta que me canse lo desocupo”. Yo solo puedo atribuir este cambio favorable en las personas, como consecuencia de disfrutar de un ambiente amable, en armonía, que irradiaba seguridad y tranquilidad; algo similar a lo que acontece cuando tenemos la fortuna de disfrutar de un parte o unas amplias banquetas, limpias y arboladas.

Mi remembranza de Morelia y sus parques, tiene como propósito destacar lo relevante que resulta un parque para una ciudad, la población de Morelia ha crecido, su superficie urbana aumentado y, salvo el denominado Parque Bicentenario, que data del 2011 como una acción de la administración encabezada por el licenciado Fausto Vallejo Figueroa, la ciudad dispone de los mismos parques y áreas verdes de finales del siglo pasado.

Hoy, que el Congreso del estado discute sobre la desincorporación de predios propiedad del Gobierno estatal, bien valdría la pena que antes de pensar en el beneficio económico que representaría su venta, consideraran y evaluaran los beneficios sociales, ambientales y de calidad de vida que podría traer un nuevo parque urbano para Morelia, sin duda el mejor regalo por su 481 aniversario.