SOMOS NUESTRA MEMORIA | ¿Qué es el amor?

Para Platón, el amor era un Dios poderoso, en la época clásica el amor se relacionaba con el enamoramiento y se parecía más a una locura que a un estado racional. Nosotros seguimos viviéndolo similar.

Boris González Ceja

Para muchas personas, el amor es el motor de su vida, y para otras una piedra con la que se tropiezan de manera inconsciente.

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Para Freud el ser humano anda con dos pies, el amor y el trabajo: ¿Cuántas veces vamos sufriendo en la vida, o gozando, por amor o por trabajo? El arte de andar con esos dos pies radica en conocerlo, saber de cual pie se flaquea y cómo podemos mejorar nuestro andar.

El amor se expresa de diversas formas: desde un sentimiento o un deseo, como amor sexual, amor maternal, o a Dios.

En la vida humana existen 3 pasiones: el odio, el saber y el amor, este último lo vamos a explicar de manera general y con todas las contradicciones que implica.

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Para Platón, el amor era un Dios poderoso, en la época clásica el amor se relacionaba con el enamoramiento y se parecía más a una locura que a un estado racional. Nosotros seguimos viviéndolo similar.

¿Se puede amar a una persona igual que a otra? No, en general existen condiciones que hacen que el amor sea bueno o malo, mejor o peor en ciertas condiciones. Por ejemplo, hay personas que pueden llegar a amar más a un perro que a una persona, y eso no está bien o mal, simplemente las condiciones del amor de la persona se dieron así.

¿Existe el amor malo? Sí, cuando genera destrucción o daños; hemos escuchado muchas historias que intentan justificar actitudes violentas, bajo el argumento del amor: “es posesiva conmigo porque me ama”. Se trata de un amor sin razón, sin lógica y con efectos indeseables. También es el amor que se da entre parejas con violencia, donde no existe respeto a la vulnerabilidad del otro ni consideración de la dignidad de la persona.

El amor puede generar codependencia, el pensar que no sobreviviríamos sin la persona amada; en tal caso, es importante fortalecer la autoestima, la confianza en sí mismos, así como consultar a un profesional de la salud mental, que pueda orientarnos y guiarnos hacia la solución de este problema.

En lo personal creo que el amor se puede representar de muchas formas, amor al trabajo, la familia, los amigos, o a las cosas: lo que es un hecho es que no se puede andar sin amor sin parecer un forajido ansioso, tal como dice la Biblia: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe” (1° Corintios 13).

No obstante, en el tema del amor no estamos libres de conflictos, de incongruencias, de problemas por su entrelazamiento con el lenguaje, por las decisiones que tomamos y porque en el amor no hay una última palabra. Y no está mal. El amor son esas pequeñas magias inútiles, sus mitologías y su ansiedad (Borges).  

El amor puede ser también el amor al autocuidado y no permitir faltas a la dignidad, propia o de otras personas. Puede ser un amor pasivo (cuando se recibe amor de otros como amado) o activo (cuando nosotros somos los que amamos, en tanto amantes) y aquí las cosas se empiezan a poner difíciles, porque el amor puede juntarse con todo lo anterior y ser una pesadilla, o un don celestial.

Como puede observarse, en los linderos del amor se encuentra el odio, y es una buena forma de llegar a ser amorosos, conociendo los límites de lo odiosos que podemos ser.

Lo caprichoso que suele ser el tema del amor se nos presenta todos los días a los psicólogos cuando escuchamos a los pacientes, y por sorprendente que se escuche, se curan por amor, y por actos del lenguaje, amorosamente.

Causas y azares…

1. El juicio al exsecretario de seguridad Genaro García Luna está dando luz a mucho de lo que nos temíamos, y aunque algunos mexicanos no lo aceptemos, es una realidad: el narcotráfico tiene dominados gobiernos municipales, estatales y a muchos funcionarios actuales, que son los mismos de siempre, sólo que con otros colores.

2. El IMSS Bienestar está dejando mucho que desear en las nuevas contrataciones: consideran sólo a médicos y enfermeras, por lo que nuevamente el tema de la atención a la salud mental ha sido relegado. En este esquema, las autoridades no consideran la contratación de psicólogos, ¿acaso no conocen el problema, les dicen la información a medias o se hacen de la vista gorda? La incertidumbre no está ayudando al gobierno en turno, que genera más dudas que certezas.

3. Si se desean resultados distintos, es necesario realizar acciones distintas; el contratar a personal de psicología en los centros de salud, clínicas y hospitales, equivaldría a ofrecer mejor atención a la población, disminuir los índices de enfermedades psicológicas, que traen consigo enfermedades biológicas y sociales, como el cáncer de las violencias.

4. Una enfermedad mental no tratada, puede desencadenar padecimientos y dolores físicos. Sin psicólogos en los centros de salud la simulación continua, aunque se diga lo contrario. El problema es que a unos les conviene la pobreza de otros. Amor con amor se paga, dicen. 

Hasta la próxima, que la amistad no necesita frecuencia, el amor (tan lleno de ansiedades) sí.