EDITORIAL

La Tierra Caliente sin duda vive momentos complejos nuevamente. Hay presencia del gobierno, a través de sus sedes y cuarteles, aunado al despliegue importante que hay de elementos federales y estatales, pero parece que no han sido suficientes para retomar el control absoluto.

Drones

La delincuencia ha tenido que “modernizarse” para conseguir sus objetivos y vencer a sus enemigos. Hace unos meses, en Tepalcatepec ocurrieron los primeros ataques a través de drones, algo que en la narrativa oficial eran clasificados como “hechos aislados” y que ocurrían lejos, muy lejos de Michoacán. Después, minas explosivas se instalaron en sembradíos y cobró la vida de inocentes. El problema parece que lejos de cesar, está latente y es en esa misma región que sigue siendo disputada por los cárteles.

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La Tierra Caliente sin duda vive momentos complejos nuevamente. Hay presencia del gobierno, a través de sus sedes y cuarteles, aunado al despliegue importante que hay de elementos federales y estatales, pero parece que no han sido suficientes para retomar el control absoluto. Hay cierres carreteros y quemas de vehículos, además de las balaceras en zonas rurales, y hasta en colonias en poblaciones. El crimen organizado busca apropiarse del territorio que le pertenece a la población.

El problema que existía hace años es muy alejado de lo que hoy se tiene. Antes un grupo delictivo era el que tenía el control hegemónico. Hoy son varias células que se repartieron territorios, y que nuevamente penetraron las bases sociales. Las autoridades municipales están totalmente rebasadas. La zona está de pie, y el crimen no se ha apropiado de la zona gracias a la presencia del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la estatal. Sí urge un golpe de timón antes de que pueda ser tarde.

La población debe estar al margen de la operación policial. Las autoridades deben hacer su trabajo. Nuevamente es la tierra caliente no sólo por las condiciones sociales que viene arrastrando, y porque fue la casa de liderazgos importantes, sino también porque las condiciones geográficas lo permiten. Lo cruento de la guerra es justamente por esas causas, aunado a los intereses económicos que seguramente se mueven. Para tranquilidad de los habitantes, el gobierno está presente, no está débil y seguramente dará ese golpe de timón.

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Ojalá que la calma regrese pronto a esta zona que se había mantenido muy tranquila, por lo menos durante el primer tramo del gobierno estatal actual. Así lo reconocen los habitantes, las autoridades y lo revelan los informes oficiales. Sí, ojalá que regrese nuevamente la paz.