EDITORIAL

Resultó positivo e importante el posicionamiento del Gobierno estatal respecto a apoyar la continuidad de las Escuelas de Tiempo Completo en la entidad…

Buenas noticias

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Resultó positivo e importante el posicionamiento del Gobierno estatal respecto a apoyar la continuidad de las Escuelas de Tiempo Completo en la entidad, toda vez que la medida que desapareció los componentes de jornada ampliada y alimentación de las reglas de operación de La Escuela Es Nuestra desató la indignación nacional, donde organizaciones como Mexicanos Primero, la UNICEF y la Red por los Derechos de la Infancia se pronunciaron logrando poner el tema en agenda pública. Como resultado de ello, ya 14 entidades federativas se pronunciaron a favor de seguir impulsando un programa cuyos beneficios son incuestionables, más allá de áreas de oportunidad que requieren corregirse.

Paralelamente las autoridades educativas ahora tienen la idea de realizar un pacto a favor de la educación en Michoacán, para enfocar esfuerzos en la educación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes michoacanos. Ha dado pasos en solitario o con los sindicatos pagándoles a los maestros, con el esfuerzo por reabrir escuelas y negociando con la disidencia.

Justamente, donde no se ha sabido el resultado, ni los costos o efectos es en el reordenamiento administrativo, que será definitorio para retirar la inmensa mancha de corrupción que consume miles de millones de pesos anualmente. Ya se está dando cuenta de que necesita arropamiento, pero mucho antes de un pacto no vinculante, se deberían reabrir consejos, comités y órganos de participación ciudadana, que tienen más de una pandemia durmiendo el sueño de los justos.

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Ambas son buenas noticias, muy necesarias en estos tiempos en donde el sector educativo se acostumbró a vivir en el conflicto. Es un primer gran paso, que ojalá no sean llamaradas de petate.