Felicidades Morelia

Han transcurrido sus primeros 480 de vida, y si bien podría creerse que es una ciudad antigua, está en sus mejores años.

La Voz de Michoacán

En 1541 se pusieron los primeros cimientos de la actual Morelia, la cuna ideológica de la Independencia de México, y de una larga lista de momentos que han marcado el antes y después de la vida pública local y nacional.

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Han transcurrido sus primeros 480 de vida, y si bien podría creerse que es una ciudad antigua, está en sus mejores años. Bien valdría la pena retomar aquella frase: “como los buenos vinos”.

Esto no quiere decir que, a esta Morelia, a la que es capital de Michoacán -un estado rico en biodiversidad y culturas-, le hacen falta tantos años de atención. Por momentos ha sido una ciudad que ha crecido en la orfandad.

Su desarrollo ha sido desordenado. Sus servicios son deficientes en algunas partes y escasean otros más. La inseguridad se acentúa. La pobreza está expuesta en piel viva, y así, uno a uno de los males que le aquejan.

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Aunque nadie niega la belleza de su cantera, los edificios majestuosos, la riqueza de su gente, las hermosas calles del Centro. Ese mosaico de imágenes que no es difícil palpar. Eso y más, son parte de su ser.

Sus tradiciones giran alrededor del mundo. Su comida sólo se prueba aquí y se disfruta aquí. Su música y su cine hacen de Morelia una ciudad patrimonio de la humanidad. Un destino para el mundo.

A veces es tan injusto que tanta riqueza que posee no repare un poco a esa ciudad tan lastimada, en donde tiene a su gente viviendo en casas de cartón, cuyos pulmones se resisten a morir, frente a los embates del humano.

Esa ciudad en la que a diario una familia se queda huérfana, y otras más son víctimas de un robo, secuestro o extorsión. Esa ciudad que no es homogénea, ni conservadora ni liberal. Esa ciudad viva, que lucha contra sus enemigos.

Morelia es un ícono entre las ciudades más bellas, pero que es imposible que niegue las enormes desigualdades que brotan en las decenas de colonias irregulares, y que nadie ha podido atender.

Morelia es una ciudad que ha protegido tanto sus monumentos que se ha olvidado de sus mujeres, de sus niños, de sus ancianos. Morelia es una ciudad educadora, pero en la que miles viven en pobreza extrema.

En sí, Morelia a 480 años de vida nos muestra que aún hace falta mucho por hacer por ella. Estamos a tiempo, para que las próximas generaciones se sientan orgullosos de vivir en una ciudad tan histórica y contemporánea.

Una ciudad que no se queda en el pasado y que avanza hacia la modernidad, una ciudad que seguirá siendo un referente para el turismo, para la historia, para la política y para los mexicanos. 

¡Felicidades Morelia!