Finanzas, el talón

Morelia tendrá que enfrentarse, según cálculos del gobierno electo, a compromisos que superarán los 220 millones de pesos, y que comprometen la operatividad de las arcas.

La Voz de Michoacán

Los próximos gobiernos tendrán que enfrentarse a un debilitamiento sostenido de las finanzas públicas. Tanto el gobierno estatal, como los ayuntamientos, viven una recesión gradual producto de las condiciones que golpean al país, así como de la reducción de bolsas que ayudaban a las administraciones a tener recursos para operar. A esto se le agregan lo laudos que heredan producto de conflictos laborales y otros conflictos que no lograron resolver.

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En concreto, Morelia tendrá que enfrentarse, según cálculos del gobierno electo, a compromisos que superarán los 220 millones de pesos, y que comprometen la operatividad de las arcas. De alguna manera tendrán que cubrir estos adeudos, de lo contrario, habría repercusiones mayores. 

La centralización de recursos a nivel federal ha modificado desde hace 3 años la operación de los ayuntamientos. Ya no cuentan con recursos extra para gestionar y deben apostarle a la recaudación local. Se eliminaron bolsas que, eran manejadas con total opacidad prestándose al reparto de moches y prebendas. Hoy, nuevas autoridades pagan esas consecuencias.

El gobierno federal tiene la facultad para autorizar directamente la obra pública en los municipios, por lo que se tendrán que tocar puertas en las dependencias. Se teme que los gobiernos de oposición al modelo de la cuarta transformación sufran la segregación, a causa de visiones partidistas. Esperemos que esto no ocurra, sobre todo porque en tres años habrá nuevas elecciones y esto vendría nuevamente a polarizar la vida pública del país.

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Morelia por lo pronto se anticipa a una deuda importante que tendrá que enfrentar. De dónde saldrán los recursos, es la estrategia que tendrán que trazar para que no los agarre de última hora. Apenas la semana que concluyó comenzó el proceso de entrega recepción, aunque las autoridades electas denuncian que no ha fluido la información. 

Momentos complejos, postelectorales se prevén para los ayuntamientos, sobre todo en aquellos en donde no hubo continuidad de colores.