Rebatinga

La rebatinga que se vive en Michoacán parece que hasta este momento no ha impactado sustancialmente.

La Voz de Michoacán

Nadie cede. Los dos están en la lucha. El gobernador Silvano Aureoles intenta entrevistarse con el presidente Andrés Manuel López Obrador para compartirle información confidencial acerca del proceso electoral del 6 de junio, en el que asegura que existió la intervención de la delincuencia organizada. A su vez, el mandatario descarta encontrarse con él, y lo deja como posibilidad hasta que culmine el proceso electoral que en estos momentos está enjuiciado, en tribunales.

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Mientras esto ocurre, el gobernador electo, Alfredo Ramírez Bedolla, quien espera que en breve el Tribunal Electoral estatal confirme su victoria, sí ha logrado reunirse con López Obrador, y ha aprovechado para cabildear con funcionarios del primer nivel del gabinete de la cuarta transformación, enviando a la comunidad local un mensaje de contundencia, pero, sobre todo, de estabilidad, casi como si presagiara el futuro del conflicto en el estado, aún y cuando la última instancia aún no resuelve.

La rebatinga que se vive en Michoacán parece que hasta este momento no ha impactado sustancialmente. Hay grupos que han decidido guardar la calma y no tomar partido hasta que las instancias jurisdiccionales decidan el rumbo. Otros más han definido alianzas y han comenzado a trabajar con el gobierno electo. Otros más, tienen la esperanza de que los resultados se puedan revertir. Pero en sí, las cosas marchan sin contratiempos, excepto que mediáticamente siguen las descalificaciones entre sí.

Carlos Herrera Tello ha comenzado una nueva ruta legal, ahora ante la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, ante la que ha comenzado una batalla con la idea de desmenuzar lo que ha ocurrido en Michoacán. El gobernador Silvano Aureoles Conejo también ya interpuso una denuncia, y también estará en esa cancha conocer qué fue lo que ocurrió en esta elección, partiendo de los elementos que insisten influyeron en el ánimo de los electores en dos zonas en concreto.

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Ramírez Bedolla, y el equipo que le acompaña, obviamente minimiza cualquier acusación que hay en contra de los resultados que les favorecen. Si bien ya está una constancia de mayoría, en medio de esta vorágine de información y de dimes y diretes, lo más sensato es que nadie detenga su paso y que cada quien, desde sus responsabilidades y tareas hagan lo que les toca. En manos de la justicia electoral estará conocer los resultados, que podrían ser revalidar los que ya están, o emitir unos nuevos.

Mientras sean “peras o sea manzanas”, el presidente ya dijo que no se prestará a un espectáculo, y comienza a trazar líneas de acción con el gobernador electo, dejando fuera al mandatario en funciones, a quien le restan poco más de dos meses de trabajo. Ojalá que esto de ninguna manera afecte a nadie. Mucho menos a los michoacanos.