Horacio Erik Avilés Martínez1 El martes pasado, el gobierno estatal presentó ante el Congreso del Estado el proyecto de presupuesto de egresos del estado de Michoacán para el ejercicio 2024. Gobernar es presupuestar. Y quien presupuesta recursos públicos debe destinarlos para garantizar los derechos de todos los integrantes de la sociedad a la que sirven. En Mexicanos Primero entendemos que la educación es un derecho fundamental para niñas, niños y adolescentes y debe ser considerada como una prioridad en las acciones de política y decisiones gubernamentales. Presupuestar convierte en realidad el discurso o lo reduce al absurdo. En este caso, el Proyecto de Presupuesto de Egresos del Estado de Michoacán para el Ejercicio Fiscal 2024 contempla un total de 95 mil 471 millones 978 mil 325 pesos, que representan un incremento nominal del 4.72 por ciento, respecto al 2023. Lo anterior se presupone posible gracias al incremento de las participaciones federales, así como a sumar casi mil millones más de ingresos de fuentes locales. Resulta, de entrada, preocupante que solamente el 6.6 por ciento de los recursos a ejercer por parte de la administración pública estatal durante 2024 serán de procedencia local, lo cual indica el nivel de dependencia de nuestra entidad hacia el orden federal, hecho aún no superado. Si bien, Michoacán en materia educativa ha sido el estado más beneficiado de toda la nación, vía el programa presupuestal U-080 y los recursos vía Ramo 33 están por encima de la media nacional, la discrecionalidad, que en este sexenio nos ha favorecido es un factor que se tiene que normar e institucionalizar, para que el presupuesto digno sea una constante, no una gracia ni una concesión. Aunado a lo anterior, la transparencia en el ejercicio de los recursos, la rendición de cuentas y la mejora de los indicadores educativos que manifiestan la vivencia plena de los derechos a estar, aprender y participar de todas las niñas, niños y jóvenes en la entidad aún son áreas de oportunidad. Recordemos qué, de acuerdo con diversas estimaciones, la inflación anual para este 2023 cerrará arriba del 4 por ciento, lo cual coloca cualquier incremento por debajo del valor citado como un decremento presupuestal, en los hechos. Entonces, bajo ese enfoque, la Secretaría de Educación en el Estado, al recibir un incremento de 5.31 por ciento, en términos reales sí contará con mejores condiciones financieras para el 2024, a reserva de conocer con total detalle la estructura programática por capítulo y partida para la mayor dependencia de la administración pública estatal. Revisando el presupuesto para las demás dependencias del sistema educativo estatal, encontramos lo siguiente: El Colegio de Bachilleres apenas tendrá un 0.84 por ciento de incremento, a pesar de ser una de las instituciones de educación media superior con más matrícula en la entidad federativa, mientras que el CONALEP recibirá un recorte del 7.85 por ciento, lo cual podrá debilitarlo institucionalmente. Se observa una asignación presupuestal diferenciada en las universidades tecnológicas y politécnicas, que son el escalón educativo más accesible para cursar una carrera universitaria de base tecnológica, posibilitando la movilidad social y mayor bienestar para los jóvenes matriculados en ellas. Empero, a pesar de los resultados académicos, en materia de vinculación y extensión universitarias, así como de un notorio cambio en el clima laboral y armonía entre la comunidad educativa, a la Universidad Tecnológica de Morelia se le asignó un presupuesto con apenas un incremento del 1.76 por ciento, claramente inferior a la inflación, con lo cual se complicará su operatividad para el siguiente ejercicio fiscal. En contraste, la Universidad Politécnica de Uruapan recibirá un incremento del 3.73 por ciento, idéntico al de la Universidad Politécnica de Lázaro Cárdenas, mientras que la Universidad Tecnológica de Oriente tendrá un incremento presupuestal del 4.69 por ciento, casi el triple que su homóloga moreliana. Contra lo que indica la realidad, el Instituto Estatal de Estudios Superiores en Seguridad y Profesionalización Policial del Estado de Michoacán, recibirá un decremento del 7.7 por ciento, siendo que el principal problema percibido por los michoacanos es la inseguridad, a la vez que se habla de que faltan al menos dos mil policías en la entidad federativa. Lamentablemente, se proyecta que el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de Michoacán de Ocampo recibirá un decremento del 12.47 por ciento, En contrapunto, la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Michoacán se incrementará en un 7.26 por ciento, lo cual es un acierto, al igual que brindar un 6.25 por ciento de incremento al Consejo Estatal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la Violencia. Aunado a lo anterior, se castiga al Instituto de Educación Media Superior y Superior del Estado de Michoacán con un recorte del 5.83 por ciento, a pesar de ser de reciente creación y de haber cubierto una necesidad apremiante que desde hace varios años señalamos en este mismo espacio. En cambio, el CECYTEM recibirá un incremento del 3.84 por ciento, mientras que el ICATMI, un recorte del 0.65 por ciento. Un caso a revisar con lupa es el de la Universidad de La Ciénega, la cual será beneficiada con un aumento superior a la inflación, alcanzando el 4.83 por ciento, lo cual llama la atención inmensamente, porque su matrícula, de acuerdo con su informe al 30 de septiembre de la presente anualidad, es de apenas 821 estudiantes, con lo cual el gasto anualizado es de ciento doce mil pesos por cada alumno, lo cual supera incluso los montos de colegiatura de la gran mayoría de las instituciones de educación superior cuya modalidad de sostenimiento es privada. La Universidad Intercultural Indígena recibirá un 3.23 por ciento de incremento. Ambas nacieron prácticamente en las mismas fechas y reciben un trato mejor que muchas otras instituciones de educación superior a pesar de su muy escasa matrícula. La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo recibirá un incremento del 3.80 por ciento, pasando de tener 3 mil 579 a 3 mil 714 millones de pesos para el próximo ejercicio. Cifra que representa apenas el 70 por ciento de los 5 mil 253 millones que el Consejo Universitario aprobó solicitar; con lo cual la amenaza del déficit rondará los mil 539 millones de pesos para 2024, razón por la cual se dependerá una vez más de las aportaciones extraordinarias que se consigan en el gobierno federal. La Comisión Estatal para la Cultura Física y Deporte recibirá un decremento de 1.38 por ciento, a pesar de haber logrado un gran 2023, consiguiéndose la mayor cantidad de medallas de la historia en los Juegos CONADE y una relación muy cercana con atletas, entrenadores, asociaciones federadas y padres de familia. La educación abierta y a distancia sufre recortes y estancamientos peligrosos en el proyecto presentado, ya que el subsistema Telebachillerato, que nació con una misión social profunda y noble, es fecha que no alcanza la suficiencia presupuestal que se merece, ya que para el ejercicio 2024 se proyecta un incremento de apenas 500 mil pesos, que representan el 0.25 por ciento del total, con lo cual difícilmente se podrán subsanar las ingentes necesidades de infraestructura, equipamiento y conectividad que se presentan en su interior. La Universidad Virtual del Estado de Michoacán también sufre un recorte considerable, del 15.38 por ciento, sin que se expliquen en los documentos emitidos, a profundidad las circunstancias por las cuales está ocurriendo esta situación, pero que definitivamente podrán impactar en la operatividad de la citada dependencia, que atiende a más de 5 mil 400 estudiantes en 12 programas de licenciatura gratuita, en 25 programas de maestría, 31 especialidades y 5 doctorados. Esperemos que los diputados locales hagan el trabajo que les corresponde y consideren la magnitud de la responsabilidad que pende sobre ellos, que es garantizar los derechos educativos de más de un millón trescientos mil niñas, niños y jóvenes en Michoacán de Ocampo. En suma, antes de aprobar inercialmente el presupuesto de egresos en materia educativa, hay mucho por analizar, explicar y conocer públicamente. Como vimos, la mayoría de las dependencias educativas desconcentradas y descentralizadas sufren recortes o incrementos pírricos, mientras que una minoría resultan beneficiadas con incrementos, sin que se brinden explicaciones argumentadas al respecto. Respecto a las dependencias que han alcanzado buenos resultados en los últimos años, pareciera ser que han sido víctimas de una trampa tecnocrática propia de malentender la metodología de marco lógico, expresada a través del presupuesto basado en resultados, consistente en que, por ejemplo, cuando una dependencia alcanza el 120 por ciento de resultados con el mismo presupuesto, para ajustar al 100 por ciento esperado, en esa lógica falaz hay que recortar 20 por ciento el monto para el siguiente ejercicio, generando crisis institucionales, enrarecimiento del clima laboral y detrimento de los resultados obtenidos previamente. No solamente los diputados deberían intervenir, sino que el mismo ejecutivo estatal está a tiempo de corregir las profundas asimetrías que se manifiestan, sobre todo, en educación media superior y superior, donde se trata con inequidad a las instituciones y se les coloca a algunas en encrucijadas que podrán generar inestabilidad e ingobernabilidad en su interior. Lamentablemente, como se evidencia, la austeridad se manifiesta en la educación media superior, donde están los peores indicadores de abandono escolar, ¡no solo del sistema educativo michoacano, sino de toda la nación! También, en la educación tecnológica, en la educación a distancia y en educación superior, pilares del desarrollo de la entidad. Por ello, resulta digno de analizarse si el presupuesto es “sin déficit, sin deuda, sin nuevos impuestos, realista, austero y efectivo”, como se califica por quienes lo elaboraron. Mientras exista ausencia de cobertura de derechos educativos para las niñas, niños y jóvenes en Michoacán de Ocampo, el déficit en desarrollo y bienestar persistirá. La deuda educativa con las generaciones en formación solamente acrecentará lo que se les debe a millones de michoacanos que nunca pudieron ejercer a cabalidad sus derechos a estar, a aprender y a participar en las escuelas, condenándolos a la miseria y a la inmovilidad social, siendo el mayor impuesto social la condena vitalicia que se les infunde a las infancias y juventudes, consistente en no poseer los saberes, destrezas, conocimientos ni aptitudes para conseguir su sustento, obligándolos a arrebatar o a mendigar. Además, ¿por qué se debe ser siempre austeros con el rubro educativo? Sabemos, por estudios que así lo han demostrado a nivel internacional, que el mayor gasto en educación se correlaciona con mejores resultados académicos, mayor aprendizaje y mejores retornos en producto interno bruto, esperanza de vida y muchos otros indicadores más. Es un craso error emprender recortes con la educación. No olvidemos que, además del llamado que ha hecho Mexicanos Primero durante años a presupuestar con base en garantizar los derechos educativos, esta semana el titular de la UNESCO en México, en su visita a Michoacán levantó la voz para que el presupuesto 2024 estatal priorice al ámbito educativo. No está ocurriendo así. Es momento de rectificar, de remediar las falencias, de borrar las iniquidades y de centralizar el derecho a la triple inclusión educativa de todas las niñas, niños y jóvenes en Michoacán: a estar, a aprender y a participar en las escuelas. ¡Merecemos un gobierno educador! Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles
La Voz de Michoacán
