Mexicanos Primero Michoacán | Regresemos a las escuelas a aprender

El sistema educativo siempre ha dado mucho que desear, pero ahora con la pandemia, el problema se ha hecho mucho más evidente, pues el impacto que ha tenido en el aprendizaje de los niños y jóvenes ha sido demasiado grande.

Horacio Erik Avilés Martínez

Definitivamente, el sistema educativo mexicano ha quedado mucho a deber a las niñas, niños y adolescentes. Esto se vislumbra a lo largo de la historia, pero ahora con la pandemia se ha exacerbado. Si bien, desde el discurso oficial se aspira a salir de estas circunstancias, es muy cierto también que la autoridad no ha generado las evidencias basadas en el método científico suficientes para poder comprender la realidad educativa y socioemocional que viven las generaciones jóvenes contemporáneas, ni tampoco ha logrado diseñar políticas públicas para mejorar gradualmente el estado de excepción que viven miles y miles de estudiantes en nuestro país respecto al ejercicio pleno de sus derechos humanos, especialmente aquellos que se ejercen presencialmente en las escuelas: el de estar, el de participar, el de convivir y el de aprender, por citar algunos ejemplos.

PUBLICIDAD

Más aún, no se cuenta con evidencias suficientes generadas por el gobierno mexicano, ni las dependencias educativas estatales como para conocer el impacto de la pandemia en el aprendizaje, mucho menos para dimensionar la situación socioemocional en la que se encuentran los estudiantes mexicanos en el contexto del confinamiento.

Por todo lo anterior, la sociedad civil una vez más tomó la iniciativa. Mexicanos Primero elaboró el estudio “Equidad y Regreso”, un estudio que fue presentado esta semana en rueda de prensa y que mostró las condiciones en las que se encontraron los estudiantes de 10 a 15 años encuestados en sus propios hogares.

Por ejemplo, apenas la mitad, 51.6 por ciento estaba asistiendo a la escuela; el 35.1 por ciento aún seguía a distancia y sólo el 7.5 por ciento se encontraba cursando el ciclo escolar en modo híbrido.

PUBLICIDAD

Desgraciadamente, seis de cada cien niñas, niños y adolescentes (NNA) ya habían abandonado la escuela

De los que continuaban a distancia, 43 de cada 100 mencionaron que la razón principal fue por miedo a contagiarse de COVID-19; mientras que 32.9 por ciento señalaron otras razones y 23.5 por ciento mencionaron que su ausencia se debía a que continuaban cerradas sus escuelas.

De los que asistían presencialmente, apenas 24 de cada 100 lo hacía cinco días a la semana; seguidos de los que sólo iban 2 días, 20 de cada 100.

De los NNA que ya habían abandonado la escuela, el 52.6 por ciento son hombres y el 47.4 por ciento, son mujeres. En ambos casos, las razones principales para no regresar a la escuela fueron falta de equipo o material para estudiar a distancia y porque ya no querían estudiar, ni a distancia ni de manera presencial, acumulando el 23.2 por ciento en cada caso. Sin embargo, 14 de cada 100 se fueron para trabajar y 13 de cada 100 fueron porque no le gustaban las clases a distancia.

Además de conocer las condiciones en anteriormente descritas, en el estudio se realizó la prueba denominada Medición Independiente del Aprendizaje (MIA), la cual consiste en una aplicación uno a uno, de manera oral. Es un instrumento diseñado para medir aprendizajes fundamentales en lectura y matemáticas, fluidez y comprensión lectora, así como aritmética básica, consistente en las operaciones básicas y su aplicación. A la fecha, se ha utilizado en evaluaciones en 14 países en Asia, África y América Latina, por lo que cuenta con validez y confiabilidad.

El estudio es muy importante porque a la fecha constituye la única medición en México de la pérdida de aprendizajes realizada en entrevista con NNA de 10 a 15 años, aplicada en hogares. Asimismo, por primera vez se trabajó la prueba directamente con NNA, en donde se tomaron 2 mil como línea base, con seguimiento a más de 80 por ciento de los participantes, lo cual fue denominado para efectos del estudio línea de seguimiento.  El levantamiento inicial de información o línea base se realizó entre abril y mayo de 2021, mientras que, en diciembre de 2021 se levantó la línea de seguimiento.

En el estudio se realizó una medición de aprendizajes de lectura y matemáticas. Respecto a los resultados que arrojó MIA en lectura, se puede concluir que, los estudiantes que no asistieron a la escuela empeoraron. Toda vez que, de los NNA que siguieron a distancia, empeoraron en 8.3 por ciento, es decir, no pudieron comprender un texto de cuarto grado de primaria, cuando en mayo pasado sí pudieron hacerlo. Los más afectados son los que ya no están tomando clases, al empeorar en 23 por ciento, puesto que ya no pudieron comprender un texto de tercer grado siquiera.

En cambio, los estudiantes que asistieron a la escuela mejoraron. De los NNA que asistieron a la escuela, hubo una mejoría de 6.2 por ciento al comprender un texto de tercer grado. Mientras tanto, de los que se encontraban en modelo híbrido, hubo una mejoría de 5 por ciento al comprender un texto de tercer grado. Incluso, asistir a la escuela, incluso un día, hace la diferencia, porque de aquellos NNA que asistían solo un día a la semana a la escuela, mejoraron en 18.5 por ciento al comprender un texto de tercero de primaria.

En el polo opuesto, en materia de lectura, no ir ningún día a la escuela les implicó a los estudiantes perder aprendizajes. Un 7.7 por ciento ya no supo cómo comprender un texto de tercer grado.

Los resultados de MIA en matemáticas fueron también muy interesantes. Primeramente, se demostró que no estar en la escuela genera pérdida de aprendizaje. Los que están en modelo híbrido empeoraron en 8.3 por ciento al responder de manera incorrecta un problema de cuarto grado cuando meses atrás lo habían contestado bien. Del grupo de los que siguieron a distancia, la pérdida de aprendizaje se dio en 6.2 por ciento al responder incorrectamente una resta simple. Los que ya no regresaron a la escuela son los más afectados, puesto que el 8 por ciento no pudo ya siquiera nombrar un número.

En contrapunto, permanecer en la escuela favorece al aprendizaje en matemáticas. Aquellos NNA que asistieron a la escuela, mejoraron en 10.7 por ciento al resolver una división. Asimismo, asistir más días favorece resolver problemas con mayor complejidad. De los NNA que no asistían ningún día a la escuela, el 1.5 por ciento empeoraron al no poder resolver una división. Mientras tanto, los que asistían 4 días a la escuela mejoraron en 23.5 por ciento para resolver una división.

Algunas de las conclusiones generales, basadas en las evidencias obtenidas en campo son las siguientes:

No se operaron alternativas para seguir aprendiendo de verdad mientras las aulas estuvieron cerradas. Las estrategias desarrolladas fueron insuficientes para garantizar el derecho a aprender.

La presencialidad escolar es insustituible.  Por eso, Mexicanos Primero exige y litiga que se garanticen condiciones, protocolos y suministros para tales efectos.

El centro de atención de las acciones gubernamentales ha sido el discurso de los adultos, quienes llanamente se justifican; no así los niños quienes, en contraste, necesitan justicia ante la transgresión de sus derechos humanos.

Como resultado del estudio, su análisis y conclusiones, se ha elevado una demanda social a la autoridad, la cual se condensa en exigir el 5*5*5, mnemónico que está conformado por las siguientes peticiones:  días a la semana, es decir, que haya clases presenciales, de lunes a viernes. Si hay actividades adicionales que no violenten este marco irreductible.

cinco horas al día. Que los estudiantes cubran un horario en el cual se puedan abarcar debidamente los contenidos de las materias respectivas.

Cinco condiciones imprescindibles:  agua, jabón y sanitizantes; aire, ventilación, distancia y cubrebocas; apoyo socioemocional, atención, juego y convivencia; refuerzo en los aprendizajes fundamentales y participación, que implica escuchar a la comunidad escolar, construir soluciones solidarias y sustentables, así como mantener la exigencia constante a la autoridad.

Es cierto, la situación no es la mejor para aplicar de la noche a la mañana el 5*5*5, pero sí tiene que fijarse el objetivo para que sea alcanzado. No visibilizar las metas ni los ideales hará que el tiempo siga pasando y las pérdidas acumulándose, modificando las posibilidades de las generaciones en formación de poder alcanzar a ser la mejor versión de sí mismos.

Es importante aclarar que, regresar es para aprender, no para simular ni para que el discurso oficial por fin se convierta en realidad. Ni tampoco quedarnos temporalmente en casa será para darle gusto a las cúpulas que medran con el cierre de los planteles escolares para aparentar poseer músculo político, en aras de extorsionar a las autoridades educativas mediante pliegos petitorios y agendas confidenciales. Los derechos de la niñez y juventud mexicanas deben estar al centro, subordinando en torno suyo los intereses adultocéntricos de cúpulas gremiales y de políticos camuflados como funcionarios educativos.

La evidencia de Equidad y Regreso es muy poderosa. Constituye hoy la única medición de aprendizaje con la que México cuenta y que por su importancia fue integrada en el reporte “El estado de la educación global en la crisis, un camino hacia la recuperación”, realizado por UNESCO, UNICEF y el Banco Mundial. El conocimiento construido en seguimiento a una muestra significativa de estudiantes desde hace ocho meses indica que la única forma de aprender con solidez y recuperar aprendizajes es estando en la escuela. Está disponible para que las autoridades la conozcan, estudien y empleen en el diseño y mejora de las políticas públicas en materia educativa.

No olvidemos que, los países que han logrado despegar en su desarrollo integral lo han realizado con base en la mejora sustancial de su sistema educativo. Es perentorio lograrlo, garantizar el 5*5*5 mínimamente, para que la presencialidad escolar suceda, para poder regresar a aprender y para sacar al sistema educativo de la zona de reprobación en la que se encuentra, ya que no garantiza los derechos de NNA. La autoridad debe activarse para garantizar condiciones de aprendizaje presencial, elevar su autoexigencia, redoblar esfuerzos para instrumentar mejores políticas públicas y cumplir con sus responsabilidades con las generaciones jóvenes, a las cuales no podemos seguir hiriendo ni perdiendo. Regresemos a las escuelas a aprender.

Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles