CUARTO PODER |El contrapeso del poder

El pleno de los ministros, menos los votos de las ministras Yazmín Esquivel Mosa y Loretta Ortiz Farjat, consiguió los otros ocho votos para invalidar la norma.

ETELBERTO CRUZ LOEZA

No me digan que lo dice la ley.  Andrés Manuel López Obrador, la teoría de la representación de las minoríass no es más que una consecuencia del sufragio universal: porque nada importa que ninguno quede excluido del derecho de votar, si muchos quedan sin la representación que es el objeto del sufragio. Mariano Otero. Voto particular acta constitutiva de 1847.

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El lunes 8 del presente, el pleno de nuestra Suprema Corte de Justicia de la Nación, en votación de 9 ministros a favor y 2 en contra, resolvió anular el llamado Plan B de la Reforma Electoral: determinó la invalidez de la primera fracción de normas que constituyen el Plan B de la Reforma Electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El pleno de los ministros, menos los votos de las ministras Yazmín Esquivel Mosa y Loretta Ortiz Farjat, consiguió los otros ocho votos para invalidar la norma.

El proyecto, que estuvo a cargo del ministro Alberto Pérez Dayán – admitió las acciones de inconstitucionalidad 29/2023 y sus acumuladas 30, 31, 37, 38, 43, 47/ 2023 –, sustentó 3 irregularidades de la norma: sobre todo fue la violación a los procedimientos legislativos; fue votado sin observar algunas de las reglas constitucionales del proceso, lo que dio paso a que éstas fueran invalidadas.

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Esta resolución fortaleció varias fuerzas: La andanada en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación – y de su presidenta, ministra Norma Piña Hernández -  del titular del Ejecutivo Federal, su partido y, particularmente de su secretario de gobernación, Adán Augusto López Hernández; también el plantón-cerco que sus simpatizantes tienen frente al edificio central de la Suprema Corte – Pino Suárez, centro -.

Las palabras-ideas-mensajes más usadas fueron: No tiene remedio el poder judicial; está podrido, están actuando de manera facciosa. Imagínese; componerle la plana al poder Legislativo. Es de sentido común, de juicio práctico. Al poder ejecutivo lo elige el pueblo, a mí me eligieron, al poder Legislativo, lo mismo, se eligen a los diputados, a los senadores; el poder Ejecutivo y el poder Legislativo nombran a los ministros de la Corte; ahora vamos con el Plan C: las urnas.

Y la amenaza sí declarada: El poder Judicial debe ser elegido por el pueblo. En septiembre de 2024, a un mes de que termine mi gobierno, enviaré una iniciativa de reforma constitucional en la cual los ministros, magistrados y jueces sean elegidos por el voto directo del pueblo. Su presupuesto será puesto a revisión.  Y tendrán que explicar sus fideicomisos con más de 20 mil millones que no han sido transparentados.

¡Ah! Y se burló del reconocimiento que la Asociación Mundial de Mujeres Juezas, le entregó a la Ministra Presidenta Norma Lucía Piña Hernández: Se hacen en Santo Domingo.

¡Ahí le hubiera recomendado a la Doctora Yazmín Esquivel Mossa, o él!

Ricardo Monreal se atrevió a más: El poder Legislativo tiene facultades de control parlamentario sobre los ministros de la Corte: la facultad de citarlos a comparecer y también tenemos un recurso que poco se agota y que es el juicio político, en caso de que se vulneren los principios fundamentales de la constitución.

También, y fundamentalmente, fortaleció el principio del contrapeso entre los poderes –base de la teoría del modelo republicano en los sistemas políticos democráticos – como el nuestro -  y la función de los poderes – Ejecutivo, Judicial y Legislativo: servir de contrapeso, entre ellos, de los excesos de alguno de los 3 poderes -.

Mostró su independencia, autonomía y soberanía.

Curiosamente, el resolutivo de la Suprema Corte no entró en el estudio y sustento de las reformas, sino en que no respetaron los procedimientos-los pasos para su votación; en algunas ni siquiera leyeron sus contenidos; así, tal cual les llego de presidencia de la República, así lo reprodujeron.

Previo a la discusión y votación correspondiente, María Estela Ríos González, jefa la oficina jurídica de presidencia de la República, señaló que la Suprema Corte estaba haciendo-pasando sobre un poder representativo y popular. La directora de esa área no tomó en cuenta el principio republicano de la división de poderes; ella consideró y así, igual, todos los morenistas, que, por ser mayoría, tiene todo el poder. Los poderes representativos - Ejecutivo, Legislativo y Judicial - se sirven de contrapesos internos=recíprocos.

Es posible que ella olvidó que en nuestra vieja historia – desde la Independencias y la República e incluso en el llamado Porfiriato, no existió y nunca se consideró la conveniencia política de la elección directa – vía voto popular – de los ministros, magistrados y jueces – y ni en la historia posrevolucionaria – a partir de 1917 – se haya-hubiera considerado esa formalidad jurídico- electoral: la elección – vía voto universal y directo - de los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del poder Judicial.

Sin entrar en más detalles, se estaría partidizando la impartición de la justicia.

Una más: el lenguaje=vocabulario del señor presidente de la República. Los miembros de su equipo de comunicación social seleccionan las palabras, que sean generadoras de imágenes y de mensajes. Para ellos son esas voces – les agrada que AMLO sea así, agresivo, altanero, peleonero, pendenciero. Por eso sus palabras, ademanes y forma de decirlo son de esa manera como le recomiendan: para darle gusto, muy especialmente a ese segmento muy preciso de los demandantes: sus amlovers, que, si piensan, como dijo Campoamor: todo es según el color con que se mira. Son muy buenos publicistas y propagandistas. Están vendiendo el producto: AMLO.

Finalmente, lo que realmente le resultó mal al titular del Ejecutivo fue que la ministra Yazmín Esquivel Mossa no resultara presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Quiso, y quiere, concentrar todo el Poder en sí mismo: ¡ser la Divina Providencia en México!

Complementariamente, se mostró que somos un país republicano de instituciones democráticas.