CUARTO PODER |Encontronazo en la cumbre

Una sentencia judicial, a diferencia de los írganos electorales, una sentencia judicial pude ser castigada hasta con cárcel en caso de ser desobedecida.

Etelberto Cruz Loeza.

Transcribo las últimas líneas de mi colaboración anterior: Presidencia de la República usa las dependencias federales para atacar y confrontar a quienes le disputan el espacio mediático y, por supuesto, el poder político. Se le van con todo y le echan bola.

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Pareciera que le tienen miedo y no van directo al hecho en sí, le dan vuelta y lo retuercen.

¡No hay quien se atreva a ponerle el cascabel al gato!

Pues sí, sí hubo, y hay y fue directo: Xóchitl Gálvez y el juez Octavo de Distrito en Materia Administrativa: Martín Santos, concedió el 7 del presente, suspensión provisional: ordenó frenar expresiones de malicia y discursos de odio.

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(Una sentencia judicial, a diferencia de los írganos electorales, una sentencia judicial pude ser castigada hasta con cárcel en caso de ser desobedecida).

Cuatro días después de que el titular del Ejecutivo Federal en su conferencia mañanera diera detalles sobre los ingresos de la empresas de la senadora, el juez Octavo en Materia Administrativa concedió suspensión provisional al amparo promovido por Gálvez, el pasado 18 de julio…Se concede la suspensión para el efecto que las autoridades responsables se abstengan de llevar a cabo manifestaciones con malicia efectiva en todas las señales de la presidencia de la República y redes sociales responsables…ordenó el juez…

Que las autoridades se abstengan de transmitir a través de las cuentas oficiales de twitter, cualquier discurso de odio hacia la quejosa…se elimine u ordene la eliminación inmediata en cuentas de twitter de las publicaciones referidas como actos reclamados. Lo mismo para las páginas de internet y de todas las redes sociales (primordialmente YouTube, Facebook y Twitter y del programa Mañanera), de todas las declaraciones, comunicados, publicaciones y contenidos audiovisuales en los que alude a Xóchitl Gálvez.

No se está privando a la sociedad de acceder a la información sobre Gálvez que provenga de agentes diversos, que provengan de la presidencia, sino que el litigio se refiere a una persona que defiende su derecho al honor, la dignidad y la vida privada, frente a un ente del Estado que difunde información que legalmente tendría que estar resguardada.

La Consejería Jurídica de la Presidencia de la República, impugnó ante un tribunal colegiado, que tuvo 48 horas para resolver, pero dicho recurso no exenta a las autoridades de acatar el mandato del juez, quien resolverá el 11 del presente si concede la suspensión definitiva.

La violación a una suspensión concedida es un delito federal que se castiga con tres a nueva años de prisión a diferencia de las órdenes que los órganos electorales dictaron contra AMLO, para que deje de aludir a Xóchitl Gálvez, que no conllevan una sanción, y que el presidente de la República ha desacatado repetidamente.

Xóchitl Gálvez es quien tendría que denunciar ante el juez incumplimiento de la suspensión, y Santos tendría que valorar si las acciones de la presidencia de la República o de sus subordinados entran o no en el ámbito de las conductas que está prohibiendo.

En su caso, los jueces no serían los que presentarían la acusación penal por este delito, sino que sólo pueden denunciarlo ante la Fiscalía General de la República.

Y la mañanera de ese día, el titular del Ejecutivo Federal afirmó que fueron tergiversado sus dichos y señaló al poder judicial de que es corrupto y es conservador, los calificativos de siempre.

Por cierto, ¿A qué ideología pertenece el presidente de la República? ¿Liberal? ¿Conservador? ¿Neoliberal? ¿Socialista? ¿Comunista? ¿Ambientalista? ¿Centrista? Se equivocó. Andrés Manuel López Obrador es anarquista.

El titular del Ejecutivo Federal – Andrés Manuel López Obrador, quiere todo el poder y, no acepta o no lo muestra, por lo menos, que esa suprema pasión que es el poder desde la elección intermedia de 2021 ya no es suyo; desde la pérdida de la mitad de la ciudad de México, ya no es suyo; desde la llegada a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de la Ministra Norma Lucía Piña Hernández, ya no es suyo; desde la Marcha de la Sociedad en Defensa del INE, ya no es suyo; desde la Marcha de las Mujeres, ya no es suyo; que la calle, su antigua propiedad territorial de poder, ya no es suyo…

El titular del Ejecutivo Federar se dice limitado en sus derechos de libertad de expresión y de pensamiento, mas estos dos derechos, como todos los derechos, tienen marco legal y no se debe violar ese marco y él, como Presidente de la República, es el primero obligado en cumplirlo y no hablar sobre ellos y él lo sabe, pero, como siempre, él desea estar en los Medios y ocupar la primera plana. Hace lo que quiere, aunque el poder Judicial ya le puso cascabel.

Se ha formado nubarrón sobre los contenidos de los nuevos libros de texto gratuitos que no dejan ver el bosque. En este momento me sé incompetente. Carezco de Planes y Programas de estudio y debo leerlos y compararlos uno con su correspondiente.

Me atrajo reforma educativa planteada por Enrique Peña Nieto; leí todo lo difundido y distribuido sobre ellos, después de los planes y programas de educación primaria de 1944 que contenían vigorosa, amplia y profundamente el texto del artículo 3° Constitucional, la consideré la más completa que se había elaborado: diseño, metodología, científica, congruente, impresión. Fue sofisma, políticamente muy bien utilizado, de que la reforma era persecutoria y atacaba los derechos laborales de los docentes. No. Lo que buscaba era que el docente frente a grupo fuera competente, el mejor; el docente que mostró deficiencias, se le ofrecían cursos para subsanarlas, pero en este remoto caso, jamás perdería su empleo.

Esta semana recibí los 36 libros de texto, en línea, en PDF, así como los Planes y programas de Educación Básica; en este momento me sé incompetente para emitir un juicio sobre ellos, sólo expresó que jamás un régimen político. Espero que Gilberto Guevara Niebla no esté equivocado.