Noviembre y pájaros

Gaspar Aguilera murió el domingo 7 de noviembre. Un noviembre de pájaros sin jazz, un noviembre en el que la memoria de su poesía arde en todos los lados que se la evoque, un noviembre triste en su palpitar de sombras.

Gustavo Ogarrio

Gaspar Aguilera Díaz nació en Parral, Chihuahua, el 20 de octubre de 1947. Arraigado en Morelia, es considerado uno de los poetas mayores de Michoacán. Fue profesor de literatura, impartió conferencias en Praga, en Salzburgo, en Valparaíso y en Santiago de Chile, entre otros lugares. Fue autor de más de una decena de libros de poesía, ensayo y cuento, entre los que destacan “Tu piel vuelve a mi boca”, “Diario de Praga”, “Los ritos del obseso”, “Los últimos poemas de Dante”, “Noviembre y pájaros”, “Historia de todas las cosas”, “Imago mundi. Ensayos sobre literatura iberoamericana”, entre otros…

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Gaspar Aguilera murió el domingo 7 de noviembre. Un noviembre de pájaros sin jazz, un noviembre en el que la memoria de su poesía arde en todos los lados que se la evoque, un noviembre triste en su palpitar de sombras. El último noviembre de Gaspar Aguilera en el que el deseo capital de la poesía se ha cumplido en él con puntualidad: una vida dedicada a la literatura. Gaspar Aguilera es ya deseo consumado, ceniza de lluvia que cae sobre el mar indomable de la vida.

Los poemas de Gaspar Aguilera ofrecen sus hallazgos a una ternura nada estridente, al erotismo envuelto en el asombro de lo cotidiano. Una poesía madura que recorre el imaginario de la poesía latinoamericana a su manera, apropiándose de todo, de su propio Neruda, de su propio Cortázar, de su Maga como origen del mundo. Su poesía es una historia de todas las cosas que nos salvan del mundo como un amor secreto. ¿Qué vamos a hacer con el amor?, se preguntaba Gaspar…y él mismo respondía: “lo dejaremos en un puerto de montaña y mar /y que se vaya de polizón al otro mundo / sí, que se vaya / que nos deje amarnos en paz”.

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