CIUDAD POSIBLE | La bicicleta y el bus, ¿enemigos naturales?

El uso de la bicicleta en nuestro país está peleado con las vialidades y el transporte público por diversas razones, cuando estos dos podrían formar un gran equipo.

Inés Alveano Aguerrebere

Ya he dicho que valoro el transporte público. Ha quedado claro también, que me gusta moverme por la ciudad en bicicleta.Lo que no he mostrado evidente, es que estos dos medios de transporte pueden ser socios…

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En Países Bajos hay aproximadamente dos bicis por habitante.Y no sólo es porque les guste tener una elegante, y una de uso diario.La mayor parte de las personas que tienen dos bicicletas, las combinan con el transporte público.Ya sea tren, autobús, tranvía o metro. Utilizan una desde su origen hasta la parada o estación, y otra para el viaje desde que se bajan de su transporte, hasta su destino final.Lo hice yo durante dos meses, cuando viví en una población a 15 kilómetros de la estación central de Ámsterdam. Mis trayectos eran: Casa-bicicleta 1-bus-bicicleta 2-universidad. Y lo mismo de regreso, pero obviamente al revés.

Por supuesto, para que ello sea posible, también existen estacionamientos de bicicletas en los principales centros de transferencia (por ejemplo, en las estaciones centrales, o en donde llegan muchas rutas de transporte). En los lugares más importantes, los estacionamientos de bicis son muy seguros, y techados (sobre todo, para aquellas que pasan la noche ahí, o incluso el fin de semana).

El punto es que los transportistas deberían estar a favor de la construcción de carriles bici.Esta combinación hace que los viajes de más de 5, 10, 15 o 25 kilómetros sean accesibles para las personas sin auto.Ojo, no necesariamente quiere decir “personas de escasos recursos”.

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Pero históricamente, los líderes del transporte público han visto a este humilde medio de transporte como incómodo, como estorbo e incluso como enemigo. Cuando el gobierno sugiere un carril bicicleta confinado, luego luego se inconforman, pensando en que ello les complicará los trayectos, las paradas o incluso pueden pensar que les quitará pasaje.

En Países Bajos, bicicleta y transporte público están juntos y sirven a ricos y pobres por igual, porque son una mancuerna que se alimenta una a la otra. Son la mezcla perfecta para hacer algo de ejercicio, y checar las redes sociales o adelantar el trabajo mientras llegas a tu destino.

Las ciudades mexicanas son tierra fértil para que este matrimonio tenga éxito (porque 40 por ciento de los viajes urbanos se hacen en transporte público).Reconozco que el servicio promedio de nuestros autobuses y combis no es el ideal. Mínimo, necesitarían carriles exclusivos para poder retener a sus clientes. Y por eso creo que las y los activistas de la bicicleta deberíamos abogar por mejores condiciones para los trabajadores del transporte. Para que las ciclovías que tímidamente surgen en algunas zonas, puedan servir a personas que vengan de más lejos.

El secreto de que en Países Bajos los viajes en auto sean confortables, tiene que ver con que muchas personas no se mueven en auto porque siempre hay una alternativa más rápida o conveniente. Para distancias cortas, la bici es la reina y para las largas, el autobús, el tren, el metro o el tranvía complementan hermosamente.