El poder y la intriga

Antes de que Andrés Manuel López Obrador ganara la presidencia, se conocieron varias rivalidades entre los miembros de su equipo de trabajo, hecho que ha generado varios conflictos que se exhiben de manera publica y sin recato alguno, lo cual ha debilitado su poder.

JAIME DARÍO OSEGUERA MÉNDEZ

El estudio del poder ha sido uno de los motivos más poderosos de la investigación académica. Son páginas y argumentaciones plasmadas en millones de hojas y litros de tinta que nunca acaban de tener significado. Parece interminable la discusión sobre el poder.

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El poder se ha estudiado desde la perspectiva cultural, de las élites; en la sociología ha habido muchas aproximaciones en el terreno de la dominación, el estatus, el poder dentro de los partidos y organizaciones. La economía política describe la manera como el poder es el elemento por esencia de la dominación y desigualdad en las sociedades.

La filosofía política se ha querido concentrar en los elementos y valores de su ejercicio; la dimensión ética, su deber ser.

Sin embargo, la disciplina que ha despertado más pasiones es la Ciencia Política. A Maquiavelo se le atribuye en muchos sentidos ser el padre de esta disciplina que quiere estudiar la política como es: la realpolitik, más allá de cómo debería o quisiéramos que fuera

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Proponer un método para ver la política desde el cristal de su realidad y tratar de entenderla tal cómo es, ha costado injustamente a Maquiavelo que lo etiqueten como un maestro de la intriga o que muchos ignorantes definan su obra “El Príncipe” como un recetario de perversidades. Una lectura informada de Maquiavelo refuta rápido estas acusaciones.

Maquiavelo es en todo caso uno de los grandes de la ciencia política porque la define sin ambages y ve el ejercicio del poder desde su desgarradora circunstancia.

El florentino padre de la ciencia política lo que hace es estudiarla en su contexto verdadero y en ese afán exhibe los acontecimientos que históricamente fueron relevantes en la conquista de principados o en la caída de los mismos; se introduce en la psicología de las masas y de los gobernantes para ver cómo fueron decisivos determinados actos, por atroces que estos hayan sido. Toma en cuenta las intrigas de la vida palaciega si éstas definen el rumbo de un Estado.

El pleito y la intriga siempre se hacen presentes. Principalmente cuando se trata de  ejercer el poder. Hoy han cambiado tanto las cosas que los pleitos en la cúpula del poder se exhiben sin recato, de manera amplia y hasta podríamos decir que se toleran desde el propio centro del gobierno.

Siempre ha habido pleito en los gobiernos y al interior de los equipos de trabajo, solamente que ahora están en los tribunales.

Mucho antes de que ganara la Presidencia López Obrador, se dio a conocer el equipo que lo acompañaría en su gabinete, donde destacaban muchos personajes disímbolos entre sí.

Desde siempre se supo de la rivalidad que generó por ejemplo Olga Sánchez Cordero con el resto del equipo cuando López Obrador dijo que ella sería la Secretaria de Gobernación, como a la postre sucedió.

La forma de manejar el poder perfila los resultados de un gobierno. Siempre ha sido un gran tema la manera como se ejerce, por ejemplo, el cargo de Secretario de Gobernación. En las épocas recientes hubo de todo. Desde los muy poderosos como Díaz Ordaz secretario de López Mateos o Echeverría del Presidente Díaz Ordaz. Recientemente Osorio Chong con el Presidente Peña Nieto. Gutiérrez Barrios del Salinas entre otros ejemplos.

En México nuestro sistema no contempla un Primer Ministro pero el Secretario de Gobernación es el coordinador del gabinete. El carácter y la personalidad de los presidentes, así como las coyunturas al inicio de cada gobierno provocan que esta secretaría sea más o menos poderosa.

Por temporadas ha dependido de ella el sistema penitenciario o hasta la Policía Federal. Hubo Secretarios de Gobernación que tuvieron a su cargo toda el área de seguridad pública. El hecho que nos ocupa es que al inicio de este gobierno federal Olga Sánchez Cordero no fue precisamente una secretaria que ejerciera facultades tan amplias. Primero porque aquí nada más hay un centro de poder y es el Presidente López Obrador que está en todo.

Segundo porque de las menguadas facultades que ejercía Gobernación al inicio del sexenio, muchas de las tareas operativas se le dieron al Consejero de la Presidencia Julio Scherer, quien públicamente ejercía la reacción con el Poder Judicial, con algunos ámbitos del ejecutivo y legislativo, tareas especiales en materia de justicia y muchos de los asuntos de prioridad nacional que determina el Presidente.

También es un hecho público que esta circunstancia enfrentó a Scherer con el Fiscal General de la República, a quien no le gustaba que el Consejero Presidencial tuviera tanto poder.

Siempre me ha parecido una deficiencia del sistema el nombramiento de un Fiscal más allá de una administración. Al Fiscal lo tiene que nombrar el gobierno en turno y correr la suerte de esa administración quien deberá asumir los errores y aciertos de ese nombramiento.

El hecho es que Scherrer renuncia cuando le designan un Secretario de Gobernación de a deveras y como consecuencia decide exhibir públicamente las grandes y graves diferencias que tuvo con la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez y, de manera subrayada, con el Fiscal Alejandro Gertz.

Esta disputa y las denuncias penales en contra del Fiscal, dañan de fondo el funcionamiento del sistema de justicia. Habrá que estar muy atentos a este episodio.

También es posible que muestren en el fondo una fractura del equipo en el gobierno ya bien entrados en la segunda mitad del sexenio.

Hay quien lo duda con un líder tan fuerte y controlador. Siendo así, tal vez estemos presenciando la manera como el príncipe ejerce su poder para conservarlo y tal vez tenga que sacrificar algunas piezas. Al cabo que el fin justifica los medios. Eso si lo planteó Maquiavelo.