La casa del jabonero

La estudiante había venido a la capital a presentar un examen, pero se le perdió el rastro, dejando como última señal un mensaje de WhatsApp a sus familiares a las 16:17 horas de ese día.

Nilda Rosario esperó un año

Jorge A. Amaral

El 17 de marzo del año pasado, Nilda Rosario Francisco de la Cruz, estudiante del noveno semestre de Medicina Veterinaria y Zootecnia en la Universidad Michoacana, salió de la Casa del Estudiante Rosa de Luxemburgo, en Morelia, y no se volvió a saber de ella, a nadie le dijo a dónde iba.

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La estudiante había venido a la capital a presentar un examen, pero se le perdió el rastro, dejando como última señal un mensaje de WhatsApp a sus familiares a las 16:17 horas de ese día.

El 26 de ese mismo mes fue presentada formalmente la denuncia por su desaparición ante la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares.

Diferentes diligencias se llevaron a cabo desde entonces, como buscar rastros de Nilda en la zona del río, en la avenida Solidaridad, pues según quienes la conocían, solía transitar por esa zona.

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Esa infructuosa búsqueda se llevó a cabo el 19 de abril del año pasado.

Ya para el 25 de junio fue detenido el novio de Nilda, Nicolás G., por presuntamente estar vinculado con la desaparición de la universitaria de 23 años de edad.

Luego el sujeto fue vinculado a proceso, pero ni la primera acción ni la segunda en contra de él dieron luz sobre el paradero de la joven.

Incluso el 1 de octubre, el fiscal Adrián López Solís informó a los medios que la búsqueda de Nilda se hacía también en Guerrero, en coordinación con las autoridades de aquel estado que, sobra decirlo, no se han mostrado muy brillantes en eso de localizar desaparecidos, pues esa entidad desde hace años ha estado sumida en una espiral de violencia que la colocan como uno de los estados más inseguros del país.

Pasó el tiempo hasta cumplirse un año y el 18 de marzo, un día después del aniversario de su desaparición, las autoridades michoacanas informaron que el cuerpo de Nilda había sido encontrado en Guerrero, específicamente en la población de Villa Nicolás de Bravo, municipio de Ajuchitlán del Progreso.

Según las autoridades, por las investigaciones que se venían realizando dieron con un inmueble, el cual fue cateado con la ayuda de un binomio canino, y fue que dieron con el cuerpo en un costal.

Esa versión fue cuestionada por los familiares de la joven y los grupos de activistas que han acompañado y apoyado en la búsqueda de la universitaria, ya que, a decir del papá de Nilda, él en ningún momento vio el cuerpo ni tuvo acceso al lugar donde supuestamente fue encontrado, sino que lo mantuvieron a media cuadra del inmueble.

Fue una irresponsabilidad de las autoridades dar por hecho que los restos encontrados en ese lugar eran los de Nilda, no esperaron un dictamen basado en las pruebas de ADN.

Claro que en Michoacán lo más fácil es pensar mal, porque la FGE, como siempre, escueta en sus comunicados, no dio más detalles para inhibir sospechosismo, pero medios guerrerenses, como el portal de noticias El Sur, sí consignaron que el lugar del hallazgo fue el patio de la casa, y si se usaron perros para localizar los restos fue porque el costal no estaba a la vista, sino que estaba enterrado, y además, ese es precisamente el domicilio de Nicolás, el novio de Nilda actualmente vinculado a proceso.

Ahora, ya la Fiscalía corroboró y confirmó que los restos hallados sí son los de la estudiante, pero vale cuestionar cuánto tiempo habrá estado cautiva Nilda sin que se supiera nada de ella, y si el sujeto la mató y la enterró en su casa, cuántos cómplices o encubridores tiene, porque, salvo para el crimen organizado, deshacerse de un cadáver no es tarea sencilla, y por eso es que muchos asesinos y feminicidas han sido capturados.

Ahora sólo resta exigir justicia para ella y para su familia, aunque haya tenido que pasar un año para localizarla.

Albazo efectivo, sí reelección

En el logotipo del gobierno de México figuran el general Lázaro Cárdenas, José María Morelos, Miguel Hidalgo, Benito Juárez como abanderado y, a su costado, Francisco I. Madero.

El discurso oficial dice que esto representa las grandes transformaciones que ha vivido México: Independencia, Reforma, Revolución y Expropiación Petrolera. ¡Padrísimo! Pero de esa imagen deberían retirar a Francisco I. Madero y en su lugar poner a Porfirio Díaz, porque el martes 18 de marzo, en ausencia de los diputados federales del PRI, PAN y PRD, es decir, la llamada mafia del poder, los legisladores de Morena y sus satélites del PT, PVEM y PES (que ya ni partido es) aprobaron, entre otros temas, modificaciones a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales y a la Ley General de Partidos Políticos.

Claro, hay que recordar que esas reformas aún tienen que pasar por el Senado. Con todo y las protestas de los de Movimiento Ciudadano, que fueron tomados como convidados de piedra, las reformas aprobadas por los adalides de la Cuarta Transformación permiten que los legisladores federales se reelijan de forma inmediata, incluso los del Partido Encuentro Social, que ya ni partido tienen porque perdieron el registro. Ese albazo se aprobó con solamente 254 votos a favor (son 500 diputados), 20 en contra y 2 abstenciones.

Esta reelección inmediata significa que los legisladores en funciones no tendrán que solicitar licencia para dejar sus cargos, sino que, siendo diputados, con sueldo de diputados, dieta de diputados, bonos de diputados, aparato burocrático de diputados, influencias de diputados y todos los privilegios de los diputados, podrán hacer libremente su campaña para buscar ser ratificados en sus distritos en las elecciones.

Hubo medios como Reforma que usaron como cabeza de la nota “Albazo efectivo, sí reelección”, en alusión al precepto maderista de “sufragio efectivo, no reelección”, enarbolado durante la Revolución Mexicana y durante más de 100 años. Es curioso que los diputados de la 4T hayan aprobado esa reforma y el gobierno federal tenga a Madero en su imagen institucional, es un contrasentido, como si viéramos a un priista conmemorando la Expropiación Petrolera luego de aprobada la Reforma Energética durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Saco lo de la Reforma Energética a colación porque la última vez que Jesús Reyna estuvo en el gobierno estatal encabezó una ceremonia conmemorativa de la Expropiación Petrolera, y en aquel entonces, en un artículo, escribí que era una desvergüenza total.

Hoy, con la reforma aprobada por los diputados lopezobradoristas, y si remotamente pasara en el Senado, el que el gobierno de México siguiera teniendo a Madero en su logotipo sería una muestra de cinismo como en años no se había visto; es, como escribí en aquel entonces sobre el gobierno estatal priista conmemorando la Expropiación Petrolera, como cuando el asesino va al funeral de su víctima y todavía da el pésame a los deudos.

Por fortuna el líder de la bancada morenista en el Senado de la República, Ricardo Monreal, ya ha dicho que la medida no pasará en la Cámara Alta.

La emergencia por coronavirus en México apenas empieza, hay que estar atento y ver qué otras sorpresas nos dan los transformadores de la nación en estos días. Al tiempo.

El coronavirus político Mientras Andrés Manuel López Obrador desacata las recomendaciones que su propio gobierno da a la población para evitar que se propague más el COVID-19 y muestra sus estampitas religiosas, la oposición lo critica por minimizar los efectos de la pandemia en México. A riesgo de sonar chairo: en este país ha quedado demostrado que todo es susceptible de ser politizado, y hasta da la impresión de que los panistas en el fondo quisieran que hubiera una auténtica mortandad para sacar raja política y tener más armas para atacar al actual gobierno.

Personajes como Marko Cortés, cuya vida parece girar en torno a AMLO, y hasta Felipe Calderón, parecieran estar frotándose las manos en espera de la oportunidad para esgrimir un “se los dije”, cuando en realidad no están haciendo nada visible desde sus trincheras para abonar a que México supere este trance con el menor costo de vidas posible.

Pero bueno, ¿qué se puede esperar de quienes detonaron una guerra de la que México no ha salido y que ha costado cientos de miles de vidas? Es cuánto. Postdata: no jalen, que descobijan Siendo muy amable, diplomático y educado, simplemente consideraré ridículos a quienes han comprado papel sanitario como si no hubiera un mañana.

Está científicamente comprobado que el papel de baño, sea de la marca que sea, no ayuda a combatir el coronavirus, sólo sirve para sonarse la nariz y limpiar las partes pudendas y de expulsión excrementicia del cuerpo, pero hasta ahí.

Esa actitud refleja la pérdida de autocontrol y la inercia entre la ciudadanía: hacer algo sólo porque se ve que otros lo hacen. Caso similar al de Estados Unidos, donde la venta de armas se ha disparado porque los estadounidenses temen que el coronavirus desencadene un caos social y no haya con qué defenderse. A propósito de eso, le recomiendo leer “Guerra Mundial Z”, de Max Brooks, muy ad hoc para estos tiempos. Salud.