LA CASA DEL JABONERO | Calderón: la farsa y la vergüenza

Si otra fuera la historia, voltearíamos a ver a los soldados y recordaríamos a la Policía Federal diciendo “nunca tantos les debieron tanto a tan pocos”

Jorge A. Amaral

Si Andrés Manuel López Obrador dice que hay que luchar contra el dengue, la oposición se pondrá defender al mosquito Aedes Aegipty, transmisor de la enfermedad. Lo hemos vimos en las últimas semanas en torno al juicio que se realizó en Estados Unidos contra Genaro García Luna, otrora titular de Seguridad Pública federal y hombre fuerte del calderonismo.

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Antes del veredicto que confirmó lo que ya se sabía, un amplio sector de la oposición incluso salió a señalar que los testimonios contra el otrora súper policía mexicano carecían de validez por venir de narcotraficantes. ¿Pero de quién esperaban testimonios contra García Luna? ¿Del Papa, de las Hermanitas de la Caridad, de los niños del Padre Chinchachoma? Si se le estaba enjuiciando por sus vínculos con el crimen organizado, los testimonios serían precisamente de los delincuentes con los que tenía esos vínculos y de los que recibía sobornos millonarios para repartirlos entre sus esbirros en la dependencia que dirigía o a su superior inmediato: el presidente de México.

Y es que, aunque Felipe Calderón ya salió a decir que niega categóricamente lo dicho sobre el él en el juicio, y aunque Margarita Zavala diga que su marido no sabía nada del tema, hay que ser muy idiota para creer que eso es cierto. ¿Cómo es posible que el secretario de Seguridad Pública hubiera estado haciendo negocios millonarios con las cúpulas del narco sin la autorización de su jefe?, ¿cómo es posible que la AFI protegiera a los capos de la droga sin darle parte del beneficio a Vicente Fox y su esposa?, ¿es posible que la SSP federal operara al servicio del Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva sin beneficiar al presidente y sus causas? Esconder un pastel tan grande es imposible, forzosamente hay que compartirlo.

Y es que esos señalamientos a las administraciones Fox, Calderón y Peña no son de ahora, desde hace años se conocen los vínculos delictivos de funcionarios de alto nivel con la cúpula narca. De hecho, lo que se ha declarado y que ha sido tema de un sinfín de notas en medios nacionales son cosas que desde antes ya se sabían y estaba documentadas, ahora sólo se confirman.

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Durante el juicio, en un movimiento para meter presión al gobierno mexicano, César de Castro, abogado de García Luna, mencionó a AMLO sabiendo que eso haría eco, y de ahí, los influencers de la derecha, así como los medios afines, le dieron juego a esa mención, aunque al entrar en la nota la realidad sea otra. Y es que son bien tramposos, porque ponen “Sale a relucir nombre de AMLO en juicio contra García Luna”, cuando esta fue la forma en que se mencionó al presidente:

César de Castro: ¿Recuerda hablar de que le pagó a AMLO 7 millones de dólares?

Rey Zambada: No.

CC: ¿Recuerda haber pagado, mediante Gabriel Regino, 7 millones para una campaña de AMLO contra Fox?

RZ: Sí recuerdo que a él le pagué un dinero (a Gabriel Regino), pero no para López Obrador.

CC: ¿No recuerda haber dicho que pagó a AMLO para su campaña contra Fox?

RZ: No podría haber dicho eso porque no es cierto.

Gabriel Regino fue subsecretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México entre 2000 y 2005, durante la Jefatura de Gobierno de AMLO y cuyos titulares de Seguridad fueron Leonel Godoy (diciembre de 2000- febrero de 2002), Marcelo Ebrard (febrero de 2002- diciembre de 2004) y Joel Ortega (diciembre de 2004-julio de 2005).

Otra cosa a considerar es que el Cártel de Sinaloa, mediante Reynaldo Zambada, eran amos y señores del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, por donde mucha droga, dinero y precursores químicos pasaron con apoyo de la Policía Federal de García Luna. Pero son negocios grandes, entonces resulta absurdo pensar que la corrupción al interior del gobierno capitalino sólo tocaba al subsecretario de Seguridad, sin el consentimiento de sus superiores: el secretario y el jefe de Gobierno.

Recordemos cuántos años estuvo AMLO en campaña y eso cuesta: marchas, mítines, viajes, difusión, logística, personal. Lamentablemente ya no se ahondó más en el tema, pero sería bueno saber para qué era ese dinero que Reynaldo Zambada le dio al segundo al mando en Seguridad de la Ciudad de México. Quién, si no fue AMLO, se benefició de ese soborno.

Por otro lado, tras el veredicto era lógico que se iba a generar una avalancha sobre el Partido Acción Nacional, y más directamente contra la legisladora federal Margarita Zavala y su esposo, el expresidente Calderón.

En ese punto Felipe Calderón cometió un error garrafal: pronunciarse. Si ya desde antes había hecho el ridículo publicando plegarias en sus redes sociales y al mismo tiempo su esposa negaba que él, siendo presidente, hubiera estado enterado de las travesuras de García Luna, el exmandatario la quiso hacer de mártir y con un comunicado en inglés y español salió a decir que ese veredicto no cambia nada, que él y su gobierno lucharon decidida y frontalmente contra la delincuencia.

Felipe Calderón pudo ser un héroe nacional, el decidido mandatario que se fajó para hacer frente a la delincuencia, que luchó contra los cárteles sin tregua. “Llegaremos hasta el final. Lucharemos en los mares y océanos, lucharemos con creciente confianza y creciente fuerza en el aire, defenderemos nuestra tierra, cualquiera que sea el costo. Lucharemos en las playas, lucharemos en todos los aeródromos, lucharemos en los campos y en las calles, lucharemos en las colinas, ¡nunca nos rendiremos!”, pudo haber dicho Calderón sosteniendo una copa y un puro como el mismísimo Churchill. Si la supuesta lucha contra el narco hubiera sido legítima, real y no producto de acuerdos, y no desoyendo las advertencias que sobre Genaro García Luna y su gente pesaban desde el sexenio de Vicente Fox, otra cosa sería.

Si otra fuera la historia, voltearíamos a ver a los soldados y recordaríamos a la Policía Federal diciendo “nunca tantos les debieron tanto a tan pocos”, siguiendo en la tónica británica.

Pero no. Esa supuesta lucha frontal, los miles de muertos, las viudas de soldados y policías, los huérfanos de políticos y periodistas, los desplazados, los miles de desaparecidos, los despojados, los muertos sin nombre, los muertos sin tumba, los que se pudrieron en narcofosas, los que se desintegraron en ácido o diésel, los agentes del orden emboscados, los que se perdieron tras levantones. Los miles y miles de víctimas colaterales, como en su momento les llamó Calderón, cayeron en vano, porque esa lucha desde el principio estuvo manchada por la corrupción del Estado y la influencia del narco. Porque esa guerra en realidad siempre estuvo dirigida por aquellos a quienes se suponía tenía como destino.

Esa lucha contra la delincuencia tanto de Fox como de Calderón (Peña no se salva y no metamos las manos al fuego por AMLO), con García Luna como su actor principal y brazo ejecutor, es como la historia que Carlos Monsiváis Narra en el “Nuevo catecismo para indios remisos”: un sacerdote publica un catecismo, el más completo y bellamente escrito, una verdadera obra de iluminación y éxtasis divino. Pero hay un detalle: el autor advierte que en ese material hay una gran blasfemia. Entonces, sacerdotes y teólogos estudian el documento de cabo a rabo, al derecho y al revés buscando claves, mensajes ocultos o cualquier cosa que desvelara la blasfemia y nunca sale nada a la luz. Pasa el tiempo y un jerarca de la Iglesia cae en cuenta de la blasfemia: el autor escribió ese catecismo riendo, burlándose. Así fue la lucha contra el narco de Fox y sobre todo de Calderón: una burla a México, una blasfemia hacia la Constitución. Básicamente defecó sobre las víctimas y las instituciones.

Y entonces, que estos expresidentes no vengan a convocar a marchas de adoctrinamiento, porque si hoy el país está sumido en la narcoviolencia, si las instituciones están podridas, es en gran medida gracias a ellos, su ambición y la de sus familiares y colaboradores cercanos. Todo con la complacencia del gobierno de Estados Unidos.

El remate en este cuenco de excremento: Juan Luis Calderón Zavala, hijo del expresidente, poniendo en sus redes: “Felipe Calderón a millones de mexicanos nos consta los huevos que tuviste para enfrentar a la delincuencia organizada. De eso no cabe duda! Mi propia vida siempre ha estado en riesgo por tu valiente decisión de ir contra los criminales, y ¡no podría estar más orgulloso de ello! (sic)”. Qué manera de justificar una farsa, qué insulto para las víctimas de esa “guerra”, porque no es lo mismo estar en riesgo y tener federales y soldados cuidándote que estar en riesgo y que tu única protección sea la bendición de tu esposa o tu madre.

En fin, así las cosas, ya de usted depende si les sigue creyendo y atiende a su convocatoria de salir a marchar en defensa de lo que a ellos les interesa. Ya me encabroné. Es cuánto.