LA CASA DEL JABONERO | ¿Gracias a los empresarios?

Muchos empresarios de todos tamaños en México están acostumbrados a la mano de obra barata, y mire usted cuánto pagan en tiendas de autoservicio o en maquiladoras

Jorge A. Amaral

You load 16 tons, what do you get?
Another day older and deeper in debt
St. Peter, don't you call me 'cause I can't go
I owe my soul to the company store.

Tennessee Ernie Ford

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Por fin se aprobó la reforma a la Ley Federal del Trabajo que amplía los periodos vacacionales para los trabajadores dentro de la formalidad, y esa era una gran deuda desde hace mucho tiempo con la clase trabajadora: según datos que sustentaron la iniciativa presentada por la legisladora de Movimiento Ciudadano, Patricia Mercado, México es el país en el que se otorgan menos días de descanso vacacional en el mundo, incluso por debajo de naciones como Panamá o Nicaragua, o hasta la comunista Cuba, tan temida por los panistas, donde se ofrecen 30 días desde el primer año de labores, cita la iniciativa con datos del World Policy Analysis Center.

Pero no sólo eso, ya que México es el país en el que se trabajan más horas en el mundo, y eso no cambió ni con la pandemia. En promedio, los mexicanos trabajamos 2 mil 124 horas al año, cuando el promedio es de mil 687 horas en los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, como Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Bélgica, Austria, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Japón, Corea del Sur, Luxemburgo, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, España, Suecia o Suiza. Es decir que, como funciona en México con los distintos estratos sociales: el pobre trabaja más, descansa menos y aun así no sale de pobre. Capitalismo, creo que le llaman.

Pero ahora la reforma fue aprobada por segunda ocasión en el Senado de la República, y con ello los trabajadores del sector privado tendrán 12 días de vacaciones continuas a partir de su primer año laboral, cuando antes eran, si mal no recuerdo, 6.

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Así, con 116 votos a favor y cero en contra, la reforma a las vacaciones ya fue remitida por el Senado al presidente Andrés Manuel López Obrador para que la publique en el Diario Oficial de la Federación y entonces sí, pueda entrar en vigor.

El camino de esta reforma no fue sencillo ni rápido, ya que tardó más de un mes en definirse pues el 3 de noviembre los senadores la aprobaron; pero la iniciativa estuvo en la congeladora hasta el 8 de diciembre en la Cámara de Diputados, ya que Morena pidió tiempo para su discusión, quizá por presiones empresariales, ya que al principio estaban muy animosos.

Fue por esa tardanza que la iniciativa corría el riesgo de aplazarse hasta 2023, ya que el periodo de sesiones terminó el pasado jueves 15 de diciembre; sin embargo, los legisladores se pusieron las pilas y la votaron a tiempo, por lo que ya a partir de enero de 2023 se podrá acceder a ese beneficio dado que se espera que el Ejecutivo la promulgue el 5 de enero, y entraría en vigor al día siguiente.

Pero a la pregunta de cuánto nos toca, de manera muy rápida lo escribo aquí para que no se me olvide: esta reforma al artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo señala que el trabajador gozará de 12 días continuos de vacaciones; sin embargo, ese periodo, a potestad de la persona trabajadora, podrá ser distribuido en el tiempo y forma que así lo requiera, y no como pretendían, que daban 12 pero para tomar sólo 6 continuos y los demás repartirlos. Pero bueno, si usted está en su primer año de labores, tendrás 12 días; 14 días si está en el segundo año; 16 a los 3 años, 18 a los 4, 20 a los 5 (yeah, baby, yeah!), 22 días a los 10 años, 24 si tiene 15, 26 días si lleva 20 años en la empresa, si tiene el cuarto de siglo le tocan 29 días, a los 30 años de labores le tocan 30 días y si ya tiene 35 años le corresponden 32 diotas. Ahora sí, destape las caguamas.

Pero si le decía que esta era una deuda con la clase trabajadora de México, es porque en 50 años que lleva vigente la Ley Federal del Trabajo el tema de las vacaciones había permanecido intocado, nunca se había reformado, pese a que la de Patricia Mercado, presentada a inicios de año, no ha sido la única iniciativa en este asunto: a finales de enero de este año, la senadora del Partido del Trabajo, Geovanna del Carmen, ya había presentado una propuesta en la que se planteaba ampliar de 6 a 10 días el periodo vacacional mínimo, como el de los empleados con un año de antigüedad, pero que además no fuera necesario llevar un año en el empleo, sino que a los 6 meses se pudiera acceder al beneficio.

Pero en el año 2020 hubo otra propuesta, en esa ocasión presentada por el Partido Encuentro Social (¿o Solidario?, ya ni sé cómo quedó), que planteaba que el periodo vacacional mínimo fuera de 18 días al cumplir el trabajador un año de labores en una empresa.

Pero claro, cuando algo sale mal siempre es culpa de todos, menos mía, y si algo está bien, el chingonazo soy yo. Le digo esto porque después de la aprobación, distintas fuerzas políticas se quisieron colgar el milagrito, cuando en realidad fue votación unánime. En todo caso el mérito se lo podemos dar a Patricia Mercado y su partido, pero tampoco es para hacerle un mole, ya que simplemente hizo su trabajo como representante popular.

La más chistosa en este sentido fue la senadora panista siempre enojada, Kenia López Rabadán, quien, como siempre hacen ella y su amiga Lilly Téllez, dijo: “Con todo respeto a los senadores del gobierno, no lo da el gobierno, es un gran paso que van a dar los empleadores de este país, porque esta reforma, quien la va a materializar no es ni la 4T ni este gobierno, son los señores que apuestan su patrimonio a generar empleo, son las señoras y los señores que dan empleo a los mexicanos y que ellos van a hacer un esfuerzo, y hay que reconocerlo (discurso político sin importancia) Yo hoy quiero reconocer a los empleadores de este país, que van a hacer un gran esfuerzo para cumplir con la ley. Y agradecer a los trabajadores de este país, que por su puesto han dado su vida y su esfuerzo para muchas empresas que evidentemente hoy van a estar en una lógica normativa para poder así tener el doble de vacaciones”.

Básicamente la senadora señala que a quien hay que agradecer es a los empresarios que tendrán que cumplir la ley. No debe extrañar este discurso meramente panista, muy de la derecha en este país, no sólo por el cromo a los empresarios: la señora siempre enojada Kenia López aprovecha para criticar al gobierno de la Ciudad de México porque ella quiere ser candidata del PAN a la Jefatura de Gobierno capitalino.

Por su parte, Antonio Centeno, dirigente de la Canacintra, fue muy crítico con la propuesta, al decir que esta era una estocada para las empresas y lo que hay que hacer es mantener el empleo, no defender el descanso (suena un latigazo).

“Lo primero que necesita uno para poder gozar de vacaciones es trabajo. No pongamos en riesgo las fuentes de trabajo por mejorar los días de vacaciones. Hagámoslo de forma paulatina, que entre en vigor paulatinamente, que no se genere el impacto mayor”, dijo el empresario haciendo sonar su látigo.

“Cuántas (empresas) que lograron sobrevivir (a la pandemia) se les va a dar esta estocada final con estas cargas económicas, porque no sólo son los 6 días de vacaciones adicionales, esto implica en el salario diario integrado, las primas vacacionales y la necesidad de hacer sustitución de ese personal cuando no está laborando”, apuntó (suena otro latigazo y un quejido).

¿Un empleado mal pagado debe agradecer a su patrón por dejarlo descansar? Lo que pasa es que muchos empresarios de todos tamaños en México están acostumbrados a la mano de obra barata, y mire usted cuánto pagan en tiendas de autoservicio o en maquiladoras. Lo que el gobierno ahora debe hacer es mejorar los esquemas tributarios y la tramitología para que las empresas no estén en riesgo de cerrar por la ineptitud del sistema gubernamental, y que la gente siga teniendo su empleo formal y prestaciones dignas.

Mientras escribo esto recuerdo “Sixteen tons”, de Tennessee Hernie Ford y que en México cantó Alberto Vázquez, aunque no con la misma gracia: “Cargas 16 toneladas, ¿qué obtienes? Otro día más viejo y más endeudado. San Pedro, no me llames porque no puedo ir, le debo mi alma a la tienda de la compañía”. Es cuánto