Siempre hay un roto para un descosido

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Juan Pablo Ríos y Valles Boysselle

En los partidos políticos he visto entrar jóvenes talentosos, mujeres y hombres de preparatoria o inicios de universidad que tienen buena capacidad intelectual, hilan con facilidad las palabras, entienden su entorno y sobre todo vislumbran una sociedad distinta; en esa pronta etapa de su vida, inclusive buscan la justicia, repudian la corrupción y confían que, con voluntad todo se puede.

PUBLICIDAD

Con los años nutren las bases de los partidos, se convierten en ciudadanos de buena voluntad, que en vez de regresar a casa después del trabajo, sirven un poco de café o refresco para dialogar de los problemas públicos, organizar comités vecinales, hacen rondines de seguridad armados sólo de coraje, reforestan el parque de la colonia, pintan el tope o citan a la autoridad para que observe desde el territorio. Cual verdaderos gestores sociales son reconocidos como líderes en su cuadra, después crecen el impacto a las colonias vecinas y un buen día alguien les premia diciéndoles que habrían de ser Diputados, que sería bueno levantar la mano para que sepan que lo necesitan de Secretario, Director de área o por qué no, de Presidente Municipal.

El deseo lleva a la acción y la idea de ser el recipiendario del Poder se incuba en el corazón, pero también en el cerebro se desarrolla la posibilidad de, una vez en el puesto, además de mantener los topes pintados y las calles bacheadas, vengarse del que le hizo daño, ayudar a esa persona que siempre le impulsó, devolverle el favor al empresario que patrocinó las playeras hace algunos años y de pasada recuperar el dinero que entre combis, sándwiches y latas de pintura ha gastado.

Es cuestión de meses para que se convoque a los amigos más cercanos y se les venda un futuro promisorio, el mismo que han anhelado. La colonia ben iluminada, la cancha de futbol con porterías, la de básquet con redes, el agua potable todos los días, el policía 24 horas en la caseta de barrio y claro, un dinerito en la cuenta que haga que el esfuerzo valga la pena.

PUBLICIDAD

Con emoción por el beneficio público, pero la esperanza de la bonanza económica, comienza la campaña.

Por años he observado políticos crecer dentro de sus partidos me he dado cuenta que lo común es que cometan el mismo error, enaltecen antes al padrino dentro de su órgano político que a ellos mismos; entienden con facilidad que su liderazgo y trayectoria son maquillaje, que lo que verdaderamente les hará merecer estar en la boleta será la lealtad que ofrezcan, los puestos que vayan a repartir y el dinero que podrán ejercer con discrecionalidad. Por eso sepultan su carrera desde el principio, porque le dan el poder al Partido y no a su carrera.Entran en la espiral de cada elección, en la que hay que mostrarse fuertes pero serviles, saludar de mano a los dinosaurios y admirar la historia del corrupto que ha ejercido todos los puestos sin ir a la cárcel, que no es lo mismo que sin robar.

Pocos han logrado convertirse en artífices de su capital político, son contados quienes logran que el electorado los elija a ellos y no a los colores del grupo por el que participan; este puñado ha sido capaz de permanecer en la historia y lo han hecho hasta que se cansan.

Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano es uno de la historia moderna, renunció al PRI y fue nombrado líder moral del PRD, fue candidato a Presidente de la República y, por si las dudas,lo volvió a intentar. El electorado lo siguió del PRI al PRD, capitalizó la imagen de su padre y logró que Michoacán fuese Cardenista antes que Perredista, le alcanzó para ser Regente del Distrito Federal y posicionar a sus hijos. A Cárdenas había que consultarle antes que se tomara una decisión relevante. Esto le duró hasta que hubo otro con su estrategia.

AMLO fue ese otro que creó sus propias bases, en Tabasco aprendió a esperanzar al despojado, incendió pozos petroleros para encender los ánimos, renunció al PRI y demostró que la gente lo seguía a él y no al Partido. Ya en el PRD se hizo famoso como Jefe de Gobierno, perfeccionó el método de martirio con el desafuero y tuvo más vitalidad que Cárdenas, lo empujó, aprovechó el cobijo del sol azteca hasta que le duró, el arrebato lo llevó a utilizar brevemente al PT, luego a Convergencia y evitar que surgiera alguien que le ganara comprando su propio Partido MORENA.

Siempre hay un roto para un descosido, esta semana Ricardo Monreal, Delegado de Cuauhtémoc en la Ciudad de México le rompió la estrategia rumbo al 2018 al tabasqueño, no aceptó la imposición de Claudia Sheinbaum como Candidata a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y anunció que él va, con o sin MORENA, pidió que se reponga el proceso, pero difícilmente le harán caso.

Monreal tiene las mismas credenciales que las de los arriba descritos, empezó en el PRI, se pasó al PRD cuando le negaron la candidatura a Gobernador, después de ser el Ejecutivo de Zacatecas se fue al Partido del Trabajo para ocupar un Escaño, dos años más vivió de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados y por último cambió de partido a MORENA para terminar su encargo en la Cámara baja y convertirse en Delegado.

Le falta ser Jefe de Gobierno, pero lo frenaron, por eso ahora quiere mover su estructura y demostrarle a AMLO, que la lealtad no existe y que está dispuesto a que no sólo haya perdido el Estado de México, sino que también le falten los votos de la CDMX para su tercera carrera presidencial.

En Michoacán hay quienes, sin haber entendido la importancia de tener su propia estructura, creen que valen el puesto que tienen y también quieren aplicarla, como Fidel Torreblanca que se cansó de esperar en el PRD y por fin firmó la carta de renuncia.

Vamos a ver de qué cuero salen más correas.

 

juanpablo@riosyvalles.org

facebook.com/jpriosyvalles

@jpriosyvalles