La nueva mayoría

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Jaime Darío Oseguera Méndez

 

PUBLICIDAD

Es importante seguir con atención el desempeño de la nueva mayoría política de nuestro país. En el sistema representativo de la democracia electoral, la mayoría obtiene a través de la votación directa el derecho de decidir los asuntos relativos al programa del ejecutivo y agenda legislativa. Por el hecho de obtener más votos tiene el grupo mayoritario derecho de tomar las decisiones. Vamos a ver cómo lo hacen.

En México estuvimos acostumbrados a la mayoría política derivada de un régimen de partido hegemónico y casi único. Fue una mayoría política sometida al Presidente en turno al grado de la abyección. Esa sumisión creó un régimen político con excesos y espacios vetados a la participación democrática. Fue simplemente producto de un momento histórico. En teoría, ese régimen terminó en el legislativo de 1997 cuando el PRI pierde por primera vez la mayoría legislativa y en el 2000 se reafirma con la alternancia de partidos en la Presidencia de la República. Desde entonces no había una mayoría tan clara como la que resultó de la elección de este año.

Llama la atención que no hay una definición precisa sobre lo que hará MORENA en el legislativo federal y estatal. La primer oportunidad que tuvieron de mostrar congruencia, la desaprovecharon al no transparentar y disminuir significativamente los salarios de los legisladores tanto en la Cámara de Senadores, de Diputados Federales ni en el Congreso Local. Tan fácil que era decir: antes ganaban tal cantidad y ahora vamos a aceptar solamente lo que exige la modesta medianía y el resto lo vamos a destinar a fideicomisos o programas de apoyo a la gente. Pero no. Parece que prevalece la idea de que lo que se dice en campaña allá quedó.

PUBLICIDAD

De repente aparecen agendas privadas como la de Batres en el Senado. No sabemos si es la agenda de la mayoría o sólo de la cúpula que los dirige. Esto es relevante porque en ninguno de los programas legislativos aparece una definición muy clara sobre los criterios económicos del nuevo gobierno.

Está pendiente definir si es que habrá nuevos impuestos o cuál va a ser la fuente de los recursos para financiar todos los proyectos prometidos. Reducir los gastos en exceso no parece ser el fuerte de la nueva mayoría. No lo hicieron en el legislativo, no lo hacen en su vida privada y, como consecuencia no parece que se hará en el gobierno.

¿Tendrán la capacidad de llevar las dependencias del gobierno federal a las entidades de la República?De inicio eso cuesta y requiere de más recursos. ¿Va a aumentar el déficit púbico? O ¿Se mantendrá en los niveles actuales, cuando lo deseable es una reducción significativa?

¿Bajará el IVA en la frontera? ¿Será sólo en la frontera norte? ¿No viola el principio constitucional de generalidad de las contribuciones una decisión de este tipo? Disminuir el IVA e ISR en la frontera es una decisión que reflejará la manera como va a actuar y a cumplir o no la nueva mayoría.

En entidades como la nuestra, ¿Va a redireccionar el presupuesto la nueva mayoría? ¿Habrá una mayor fiscalización sobre los recursos, particularmente los federales? O van a seguir con los mismos criterios de política económica.

Se registra claramente una preocupación por los temas de seguridad pública en todo el país. Al nivel nacional la agenda legislativa que se presentó en el Senado esta cargada de dos ideas básicas, mas fuerza pública y aumento de las sanciones y creación de nuevos delitos, aunque eso choca frontalmente con lo que dijo López Obrador en campaña sobre el origen de la violencia: lo que necesitamos es crecimiento económico para sacar a tantos millones de la pobreza y la marginación que los orilla a la violencia. Estamos esperando el programa económico desde el legislativo que refleje como le van a hacer para gobernar el país.

Decía Robert Dahlen“La Poliarquía” su influyente libro sobre participación y oposición política, que el gobierno democrático “se caracteriza fundamentalmente por su continua aptitud para responder a las preferencia de sus ciudadanos, sin establecer diferencias políticas entre ellos”.

Veremos cuál es la capacidad de la nueva mayoría en el legislativo para respetar lo que piensan las minorías, que en conjunto tienen casi la mitad del electorado, aunque por lo pronto la nueva mayoría no tiene gran oposición. El PRD está extinguido, el PAN está dividido y el PRI desaparecido y muy probablemente cooptado. Los tres partidos parecen determinados a entregarse al nuevo gobierno para recibir algunas de las canonjías que han tenido y acariciado en los últimos años.

Será interesante ver cómo actúan en esta nueva etapa. La experiencia dice que los aduladores, agachados por acción y omisión se vuelven cómplices del exceso de poder de los gobernantes.

Hay quien apuesta que la nueva mayoría, estará dedicada de tiempo completo a convertirse en un partido hegemónico por un buen tiempo en el futuro. Es decir,preparar estructuras, reclutar militantes y establecer los acuerdos necesarios para conservar el poder más allá de esta coyuntura. Es decir, usar el dinero público para perpetuarse en el poder más que para servir a la gente.

Vamos a ver qué pasa con el avión presidencial, las refinerías, la reforma educativa, el nuevo aeropuerto. Con los presupuestos y los criterios de política económica. Los impuestos y la corrupción. Estamos apenas por leer este nuevo episodio. De momento aún no se ve nada.