PUNTO NEURÁLGICO | Las infamias de #TelevisaLeaks

icen que el hilo se rompe por lo más delgado y así lo confirma el asunto conocido como #TelevisaLeaks

Dicen que el hilo se rompe por lo más delgado y así lo confirma el asunto conocido como #TelevisaLeaks dado a conocer por la periodista independiente Carmen Aristegui.

Según relato de la propia comentarista radiofónica, todo comenzó con una llamada del joven Germán Gómez, quien afirma haber trabajado siete años para la empresa Televisa y fue despedido de manera grosera y sin recibir el pago de los emolumentos laborales a los que tenía derecho, según propio su dicho.

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La llamada de Germán Gómez era para saber si le interesaba al medio informativo de Aristegui Noticias tener acceso a cinco Terabytes de información guardados durante el tiempo que trabajó para Televisa, en los cuales se da cuenta de miles de documentos producidos y difundidos por la mayor empresa televisiva de habla hispana en los que calumnia a sus competidores, a personajes de la vida política y empresarial mexicana, y a todos aquellos a quienes consideraba “sus enemigos”.

Televisa es una empresa que goza de una concesión otorgada por el Estado para realizar una labor informativa necesaria para fortalecer y divulgar contenidos veraces, así como fortalecer los valores que la sociedad mexicana y contribuir al desarrollo sano de sus miembros. Un organismo de esta naturaleza tiene como principio y condición indispensable la difusión de la verdad; es decir, la pretendida objetividad y buena intención de sus contenidos. Sin eso, deja de tener sentido la concesión que el Estado Mexicano le brinda.

La gran mayoría de la gente suele decir, cuando de Televisa se habla, que ya se sabía que esta empresa jamás ha contribuido a realizar una labor informativa veraz, porque todos, en diferentes momentos, hemos sabido del tipo de labor de manipulación de las conciencias que realiza. Pero nunca, en la historia de nuestro país se había contado con la evidencia y los datos concretos para poder afirmar que la labor de esta empresa es tramposa y nociva para la vida de los mexicanos.

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La aportación de estos cinco terabytes de datos exhibe las terribles maniobras para falsear la verdad, como la filmación de contenidos falsos en los que se ensañan con un menor de edad, hijo del magistrado Jorge Arturo Camero Ocampo, adolescente a quien acusaron de violación en una escuela, suplantando personalidades mediante el recurso de presentar imágenes difusas de supuestos padres de alumnos de la escuela, cuando en verdad se trataba de actores que dialogaban muertos de risa diciendo que deben hacer más creíble la actuación, que se muestren aterrorizados, porque la familia del supuesto infractor es tan poderosa que hasta provocó que las familias ofendidas, aterradas, tuvieran que abandonar el país. El Magistrado al que trataban de desprestigiar con estas maquinaciones falsas ya falleció, con la vergüenza de haber sido exhibido públicamente como padre de un hijo menor de edad violador.

Tradicionalmente se habla del cuarto poder de la prensa y los medios informativos. Un poder fáctico, dicen. Un cuarto poder, porque forma parte de ese equilibrio entre el Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Este poder ha servido, dicen, para atemperar el posible abuso o mal ejercicio de las facultades de los titulares de los poderes tradicionales; un ombudsman vigilante para ayudar a señalar los probables vicios o desvíos del ejercicio correcto de los poderosos.

Pero, aunque se han señalado corruptelas en que incurren algunos malos periodistas o medios para los que trabajan, en la historia del periodismo mexicano no se había denunciado un tinglado tan perverso, tan lleno de artimañas e infamias para elaborar mentiras.

En la propia sede del canal de las estrellas, destinaron un espacio, un bunker de guerra, dicen, al que denominaron “Palomar”, bajo el mando de Javier Tejado Dondé, Vicepresidente de la Oficina de Información de Televisa, y un equipo de subordinados que siguieron disciplinadamente sus indicaciones pese a que todos sabían que se trataba de crear noticias falsas, ataques y calumnias para destruir reputaciones.

Lo mismo calumniaron a Carlos Slim, que a Ricardo Salinas Pliego; a Loret de Mola o Carmen Aristegui; realizaron campañas a favor de Arturo Saldívar y en contra algunos ministros que fueron sus contrincantes para llegar a la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Incluso se llegó a realizar una campaña negra contra la familia Alemán y la empresa Interjet, así como la difusión de fotos íntimas del exfutbolista Zague y Patty López.

Caer en manos del “Palomar” era la peor pesadilla con la que se podía topar cualquier mortal. Si no les temían a los personajes más importantes de la vida empresarial y política de México, ¿qué podría esperar un simple ciudadano de a pie?

“El escándalo” de este tinglado cumple este lunes una semana en el portal de Aristegui Noticias. Resulta extraño que los principales diarios del país no hayan replicado en sus primeras planas esta tragicomedia nacional.

Son cinco terabytes de información, por lo que todavía saldrán muchas más cosas terribles. Los funcionarios de Televisa están muy molestos y algunos dicen que van a tomar acciones legales, pero no han querido dar la cara.

Deberían tener vergüenza y prepararse, pues creo que quien ha rebasado los límites de lo que la ley establece es la empresa Televisa. El Canal de las Estrellas ahora sí se estrelló.