Debate, hijito de la polarización

Se necesita un gran despertar en los mexicanos a la conciencia social y cívica, para ser protagonistas hacia una vida mejor y la paz, ¿Habrá una receta mágica para despertar a los más de 100 millones de mexicanos, como responsables de la nación y artífices de su progreso y gloria?

PROYECTO SECRETO

Mateo Calvillo paz

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El debate es para hacer un diagnóstico de México y buscar juntos el bien común, no un combate ríspido entre adversarios. Estamos en una gran efervescencia electoral, muchas veces electorera. Estamos a un mes de una elección madre de las elecciones: están en juego la presidencia de México, diputados y senadores nacionales y estatales, presidentes municipales. Se necesita un gobierno de personas preparadas y virtuosas para salir de este desastre social, económico, en todos los ámbitos de la actividad humana.

El proceso es en primer lugar propaganda: nuestros aires están saturados de mensajes partidistas y nuestras calles inundadas de espectaculares, bardas y lonas con las fotografías de los candidatos de los diferentes partidos. En la foto están muy sonrientes, como que muy lejos del sufrimiento de la gente, ajenos a una situación catastrófica. Pero tampoco muestran la agresividad de las personas en su actuación.

Los partidos y los candidatos aparecen de lo más noble, virtuoso, abnegado, no buscan nada para sí, dinero ni fama, únicamente servir a México dándolo todo, hasta los sueldos y ventajas económicas y sociales. Renuncian a todo, atentos al bien de los pobres mexicanos, para darles las mejores propuestas, muy por encima de intereses egoístas y partidistas mezquinos. No quieren el poder, dinero, popularidad. por supuesto, estas afirmaciones son ironía. En la realidad como por ejemplo en el Congreso se tanta ignorancia, mezquindad, votando por consigna, porque les dieron línea y fingiendo ser leales a sus compromisos con la Nación

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los mexicanos necesitamos formación cívica y democrática, es urgentísimo. Hay mucha gente que no navega en el río de las elecciones. Está fuera, sentada en la orilla, en sus distracciones, comercios, fiestas por motivos muchas veces banales. No muestran responsabilidad social. No captan la gravedad trágica del momento: es la democracia o el régimen tiránicos de terror sangriento y opresión como los regímenes comunistas de Cuba y Rusia y otros semejantes.

Se necesita un gran despertar en los mexicanos a la conciencia social y cívica, para ser protagonistas hacia una vida mejor y la paz, ¿Habrá una receta mágica para despertar a los más de 100 millones de mexicanos, como responsables de la nación y artífices de su progreso y gloria?

En el tiempo de los gobiernos que siguieron a la Revolución Mexicana, observamos que la clase política dirigente no ha educado a la población para la vida política y la democracia. Los han mantenido analfabetas en política, no los han educado como personas humanas y ciudadanas, no han cultivado los grandes valores ni los han entrenado para su participación en el gobierno. Como consecuencia, no somos buenos ciudadanos, informados y motivados para participar en los procesos democráticos.

La luz de Dios

La patria, la llevamos en el corazón, la define el diccionario y su verdad aparece nítida en los poetas, pienso en la Suave Patria, del gran lirismo de López Velarde. “Diré con épica sordina: la patria es impecable y Diamantina Suave patria, permite que te envuelva en la más clara música de selva…”

Los debates en los procesos son un ejercicio necesario en democracia para ventilar los problemas de México, proponer las diferentes alternativas válidas y elegir la opción mejor.

En México es una práctica incipiente, dado que nuestra democracia, a pesar de avances y conquistas, es un ejercicio que tiene muchas deficiencias y retraso.

Hay democracias más avanzadas, tuve la riqueza de experimentarla en Francia, país que en varios renglones va abriendo brecha. No podemos olvidar la Revolución francesa y los pensadores que la impulsaron Rousseau, Montesquieu, Diderot.

Es un momento importante de la vida nacional, del proceso histórico de México. Ya es tiempo de que despierten los distraídos, pachangueros, los que viven “en la luna” y todos los que aman a México y claman por salir de los problemas y progresar en el estado de derecho para la paz, a través de un trabajo intenso y generoso.

Es un deber sagrado dar a los mexicanos la formación ciudadana para tener ciudadanos cultivados, responsables que son responsables en las democracias. Debemos despertarlos a su dignidad de personas humanas, a todos sus derechos y a sus obligaciones ciudadanas.

Hay que empezar por lo básico: despertar su dignidad de personas y cultivar sus valores para que vivan productiva, creativa y responsablemente en la comunidad democrática. Esto no le conviene al gobierno que ha buscado una masa sobre la que pisar para subir a trabajar subir al poder. Pero es el primer deber formar a los ciudadanos en la práctica de sus deberes y derechos.

Necesitamos cultivar sus facultades humanas: inteligencia y libertad. Hay que formar su mente y entrenar los hacer libres, para que sean personas de criterio y decisión para votar maduramente. Sin ese sentido de la dignidad personal se ve tan difícil y lejano. Si por palabra se ve tan difícil y lejano para votar maduramente y entrenarlos a ser libres.

 Debemos despertar a nuestra tarea de hacer una buena elección, distinguiendo al buen pastor de los falsos profetas que vienen vestidos de ovejas con palabras populistas pero que son lobos rapaces.

Sólo así sabremos distinguir tanta mentira y engaño, tantos discursos perversos y mañosos. Seremos capaces de vencer la manipulación, para que nos traten como tontitos, como niños que aún se chupan el dedo.

En un debate electoral no hay un vencedor, hay una persona más madura y virtuosa, que trae la mejor propuesta para el gobierno que México necesita en esta situación de desastre.