PROYECTO SECRETO |¿Cristo en la era digital?

Del mundo rural al industrial al digital, se transforma el hombre, su cultura y todo. Quienes saben afirman que asistimos a la aparición de un hombre nuevo y de una sociedad nueva. La Iglesia no puede estancarse y perder el ritmo porque ya no podrá cumplir su misión.

MATEO CALVILLO PAZ

Cristo en su vida mortal caminaba sobre las aguas y calmaba los vientos borrascosos, es Dios y tiene el poder infinito para navegar en las redes digitales. Tiene una sabiduría que abarca todo el universo y la eternidad, en su eterno “hoy”, no tiene presente ni pasado, está presente a todos los momentos de la historia.

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La gran familia de Cristo, la Iglesia Católica, fundada para continuar y llevar a su realización plena la salvación de Cristo, tiene mucha experiencia, es maestra de humanidad, muy sabia y está atenta al curso de los acontecimientos y de las transformaciones de un mundo que se renueva vertiginosamente.

Es palpable la transformación de las personas: basta ver a los bebés jugando con el celular, a las mamás jugando con el mismo y olvidadas de sus críos, a los chicos obesos y comelones que ya no hacen deporte, clavados en sus juegos y redes

La transformación es muy profunda, cambia al hombre, al grado de hacerlo pasar del hemisferio izquierdo, cerebral y ordenado, dado a las grandes reflexiones al hemisferio derecho que tiene la percepción global de la realidad, que te sumerge en su mundo y es dado a las sensaciones y emociones. Por eso, el gusto por la música ruidosa, por las fiestas y los antros.

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Los católicos enviados por Cristo hasta los confines del mundo hasta el final de los tiempos sienten una gran inquietud por llevar a Cristo y su salvación a toda la gente hasta los más humildes caseríos.

Al mismo tiempo se siente la necesidad de correr a toda velocidad para alcanzar en el tiempo a un mundo que avanza y cambia sin cesar. Impulsado por la tecnología de la electrónica, el mundo se transforma y cambia de piel permanente y rápidamente.

Del mundo rural al industrial al digital, se transforma el hombre, su cultura y todo. Quienes saben afirman que asistimos a la aparición de un hombre nuevo y de una sociedad nueva. La Iglesia no puede estancarse y perder el ritmo porque ya no podrá cumplir su misión.

La Sociedad de Catequetas de América Latina, SCALA, es un espacio dinámico y muy cualificado y está atento a esta transformación del hombre y el universo para renovar la presentación de la Palabra de Dios, para educar a los hombres nuevos en la fe de Cristo y llevarlos a un buen puerto, de manera que eviten las aberraciones y bajas pasiones y consigan su destino eterno y se cumpla el proyecto de Dios, hasta el éxito y la gloria.

Tuvo su asamblea y estudio en la ciudad de México del 3 al 7 de julio con participación presencial y virtual de países desde Patagonia a EU. Participamos cuatro personas por México.

La luz de Dios

La Iglesia necesita estar atenta y preparada. Hay que actualizar la pedagogía y las ciencias de la educación, de la comunicación, el soporte que las ciencias ofrecen a la catequesis. Es absolutamente necesario conocer al hombre de hoy, sus gozos y esperanzas, sus tristezas y miedos, su vacío existencial y sus aspiraciones, sus habilidades y torpezas, se necesita conocer este mundo nuevo modelado por la comunicación digital.

Debemos encarnarnos en el mundo y descubrir maravillados el hombre nuevo que nace, diferente en su manera de pensar, aprender, expresarse. No podemos echar un rollo de 45 minutos a quien está acostumbrado a los mensajes de Twitter, a comunicarse con las imágenes. Debemos aprender el nuevo lenguaje modelado por la electrónica, tal vez mecánico, rígido y frío como las máquinas, como la inteligencia artificial que se hace presente amenazante. Hay estudios buenísimos que dan la clave para entender este mundo, por ejemplo, Howard Gardner y Nicholas Car que tienen obras preciosas ricas y trascendentes.

Hay un equipo muy competente y dinámico que estudia la educación en la fe, transmitiendo la Palabra de Cristo para guiar en la vida siguiendo sus orientaciones para realizar el llamado divino y alcanzar el éxito y la gloria. Es SCALA, una sociedad de catequetas, especialistas en catequesis en los países y comunidades latinas de América.

Tiene miembros sumamente capaces que actualmente asesoran al CELAM para los países de nuestro continente, también prestan servicios a la Iglesia universal. Un botón de muestra: acabamos de enterarnos que uno de nuestros colegas, Mons. Diego Rafael Padrón, arzobispo de Cumaná en Venezuela ha sido nombrado cardenal.

SCALA llegó al encuentro con una propuesta que parece una visión maravillosa, luminosa y suave para este momento cambiante y acelerado: Laboratorio de Catequesis, que va permeando en la Iglesia, buscando una evangelización nueva, es lo mismo que decir Catequesis en renovación permanente. El Laboratorio de catequesis es una propuesta de la Iglesia para asumir los problemas y las exigencias de la cultura mediática y digital, para dar respuesta a los hombres nuevos con la sabiduría infinita de Dios, desde su proyecto de salvación que guía al hombre a su meta definitiva y lo hace triunfador y feliz.

 En la dimensión de la metodología y ciencias educativas se necesita una transformación copernicana. También se necesita alzarse al mundo de Dios, poner a Cristo en el centro y dejarse mover por el Espíritu Santo: son los dos grandes espacios, las dos vertientes de la transformación catequística que propone el Laboratorio .