PROYECTO SECRETO | Para entender al gobierno

Nuestro presidente habla y promueve la honestidad y la coherencia, valores que claramente su gobierno no ha llevado a la practica.

EFE / la Voz de Michoacán

MATEO CALVILLO PAZ

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No podemos aceptar a ciegas y sin pensar lo que hace el gobierno, debemos estar atentos y discernir errores y aciertos.

De tiempo atrás Andrés Manuel exalta la “honestidad valiente”, también “la coherencia”. Sin embargo, no lo ha llevado a la práctica.

Es lo que observamos en el gobierno, pero es también y un poco el mal de la clase política y de la sociedad en la vida de todos los días

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Presumen los valores altamente humanos en el discurso y en la práctica hacen lo contrario, practican los vicios. Impunemente y sin pena alguna dicen una cosa y hacen lo contrario. Sin brizna de vergüenza, con cinismo mienten y se quedan tan quitados de la pena. Están por el diálogo y promueven parlamentos abiertos y después simple y llanamente se quedan con sus propuestas, sin variar una coma. Tranquilamente viene la imposición, el autoritarismo, la “línea” del partido de la mayoría.

Es una actuación de robots que reaccionan mecánicamente, hombres sin el uso de la razón: no votan por la verdad y el bien común de todos los mexicanos, sino que se someten ciega e incondicionalmente a la “línea” que en último término viene del ejecutivo. Es un movimiento de fanatismo.

No tienen los principios y valores universales que sustentan la gestión pública y norman la convivencia social. No tienen el concepto y la práctica de la verdad:

Se contradicen, no respetan la verdad como un valor superior que se impone a todos, que es universal. Hay una verdad del jefe y del partido, es una verdad que ellos decretan, una verdad particular, no el concepto universal de verdad. Es una falacia que no corresponde a nada, es un engaño diabólico. Establecen como verdad política su conveniencia.

Hay muchos casos de incoherencia: dicen servir a la Nación y en realidad sirven a su jefe, a su grupo. Han corrompido el lenguaje, también el contenido de las palabras.

Se creen sobre la verdad que manipulan a su antojo, le dan un contenido diferente a sus palabras y expresiones: traicionar en México es en realidad traicionar a Andrés Manuel y sus hordas.

Impone sus leyes a su antojo y cambian hasta el diccionario, el léxico del español que hablamos en México: Para decir “yo”, Andrés Manuel dice México o nosotros, plural majestático.

Cambian la realidad nacional que estamos viviendo, la ocultan y niegan y presentan su propia realidad: “yo tengo otros datos.” Así se desconectan de la realidad y viven en la enajenación, en el mundo de la retórica, del discurso que se basa de la realidad. En el país de los discursos crean un México que es el mejor país del mundo con el mejor presidente.

La luz de lo alto

No tiene coherencia ni honestidad porque no se apoya firmemente en los valores universales del homo sapiens, como la verdad. Con frecuencia se contradice, no construye sólidamente sobre estos valores inmutables.

Se está violando la Constitución, concretamente la separación de poderes. Los legisladores no actúan con independencia, no sirven a México como su tarea. No importa el bien sino obedecer al gran jefe que está en la silla presidencial.

La de este gobierno es una actitud híper soberbia y autoritaria que pretende crear un nuevo orden de cosas donde el presidente y su partido pretenden tener el poder divino de dar nombre a las cosas. Así lo hicieron los líderes de la revolución francesa que gasta cambiaron el nombre de los meses.

Es la raza de los fariseos rediviva. Son grupos perversos que reaparecen.

Hemos caído, como en todas partes con en un relativismo moral. Esta situación lleva al caos, nada es firme ni seguro, a una carrera alocada de choques, de destrucción de caos, de muerte. Vamos hacia el caos original.

Dios creó el mundo no como un caos, el caos lo hace el gobierno, lo creo como un todo ordenado, un cosmos. Allí puso al hombre, para conducir el universo de las cosas creadas en una evolución ascendente a su realización plena y ordenada.

El cosmos es como una computadora que tiene sus leyes de uso, debe seguirse el instructivo. El hombre debe conocer las leyes que el creador puso en el universo para hacerlo crecer y avanzar no según su capricho, estado de ánimo, ideología, intereses facciosos, egoístas y ciegos, caprichosos y convenencieros.

El pueblo de México, los pueblos de la tierra tienen libertad que seguía por la inteligencia guardando el orden establecido, el código de ética y los grandes valores y principios que son esenciales para el bienestar, la armonía, el progreso y la paz.

Los valores y principios son el fundamento del orden, la armonía, paz.

Sin leyes inviolables de la Constitución, que aplican la justicia y que obligan al presidente y a su gobierno nada positivos construye. Todo es mentira, autoritarismo de los poderosos, soberbia y egoísmo y feroces bajas pasiones.

Todo es caos, muerte de infierno, sin gloria ni para los dictadores y poderosos.