PROYECTO SECRETO|Mirada crítica ante la realidad terrible

Sólo queremos el orden público y moral, conductas que se norman por la moral por los mandamientos de Cristo y por las normas sagradas de la Constitución. Queremos sabiduría y recto ordenamiento de las cosas y de las acciones en la vida democrática.

MATEO CALVILLO PAZ

Es muy importante que estemos velando y que tengamos criterio para no perdernos en este mar revuelto y mortal.

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Vivimos en un tiempo que exige estar muy alerta reflexionando para entender los acontecimientos y discernir el futuro que estamos preparando. Las acciones de todos en la nación mexicana tienen una importancia muy grande, trascendente.

Es importante que lo gritemos con claridad y con decisión: amamos a México, a todos los mexicanos. No queremos adversarios, rivales, enemigos detestables. No queremos destruir a nadie, ni, por lo mismo, atacar a nadie. Estamos contra la polarización, el distanciamiento, el odio. De ninguna manera queremos promover que los hermanos se hagan pedazos entre sí. Estamos contra el odio y la furia desatada en el corazón.

Estamos contra la depravación, el terror de las bajas pasiones, la deformación de los hermanos que se convierten en fieras, o monstruos horrendos o algo inmensamente más vil y perverso en demonios.

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Sólo queremos el orden público y moral, conductas que se norman por la moral por los mandamientos de Cristo y por las normas sagradas de la Constitución. Queremos sabiduría y recto ordenamiento de las cosas y de las acciones en la vida democrática.

Que se legisle dignamente, con toda la dignidad y la seriedad de los legisladores electos, respetando los procesos y los fines. Es para bien de todos evitar el fast track y los albazos, los acarreos y movimientos extraños en el Senado que atentan contra las buenas costumbres y las leyes sagradas de la Constitución Mexicana, que no respetan la democracia con su separación de poderes.

La manera como legislan: fast track, al vapor. Albazos, se deben votar las reformas con todos los pasos de la elaboración de reformas.

En esta situación decadente y caótica hay personas y grupos y acciones muy valiosas. La sociedad civil libre y espontáneamente se organiza para manifestarse en favor de valores e instituciones. Así incontables gentes marcharon a favor de la democracia y de su instituto el INE. Fue un precedente y el avance significativo.

Mexicanos de una gran capacidad, de trabajo entregado y exitoso hacen grandes servicios al bien y a la verdad y obtienen reconocimientos tan grandes como meritorios. Así Carmen Aristegui recibe el premio por su lucha por la libertad de prensa. En el más reciente recibido en Viena se expresa con sencillez, objetividad y menciona los ataques contra la prensa, así el caso de Julien Asange y los periodistas sacrificados. Sin soberbia disfrazada de sencillez, sin el “nosotros” majestático se dirigió al mundo, a grandes siendo el premio de campeona de la libertad de expresión. ¡Felicidades!

Nadie tiene derecho a juzgar y condenar ni presionar a los miembros del poder judicial y legislativo. Están ahí para gestionar la cosa pública, solucionar los problemas y sufrimientos. El que condena se extralimita en sus funciones y desprecia a sus adversarios como a seres indignos, los vacía de todo valor humano y divino.

La luz de Dios

Es la actitud que necesitamos para salvar a México de la destrucción, la involución, el retroceso a tiempos de barbarie con sus pasiones ciegas incontroladas, a tiempos de confrontación con sus deseos de sangre, con el odio y el impulso para destruir a medio pueblo en guerra fraticida. Mejor dicho, a todo el pueblo a excepción del yo del tirano desatado, en las más bajas pasiones, que no buscan más que servir a mi soberbia y necedad y adorar a mi pobre ser ególatra.

            Hay una persona que puede sacar el país de este mar tenebroso, tormentoso, agitado con vientos negros y ciegos, si con potencia de diluvio que acaba con toda vida humana.

            Se necesita una persona de una calidad más allá de todas las limitaciones humanas, de una grandeza y nobleza de alma, capaz de vencer las tendencias diabólicas del corazón humano y de romper esa lógica de soberbia, pecado y muerte.

            Esa persona existe, ha existido desde toda la eternidad. El Ser supremo, el Dios del amor decidió traspasar las fronteras de la creación material, efímera y herida de pecado para instaurar una lógica, un dinamismo diferente, porque existe una presencia radicalmente diferente en medio de las criaturas y en el mundo material, para restaurar el orden divino y restablecer el mundo de lo alto, que Dios soñó, todo transparencia, armonía, paz. Es una obra de grandeza indescriptible. Nos parece a nosotros un prodigio de la sabiduría, del poder y de la buena voluntad divina.

            Se produjo un portento de la omnipotencia, de la sabiduría y del amor divino: el Hijo de Dios deja el empíreo y la beatitud eterna, su belleza y majestad para convertirse en un hombre, una criatura humana con toda la fuerza para amar, perdonar, buscar el bien de los que te persiguen y hablan mal de ti, de los que te desprecian y te mandan al fondo de los réprobos, adversarios, que te ven con desprecio como un ser perverso, personas del fondo del infierno que no merecen estar con los “buenos”, con los que aplauden y adulan, con los adoradores del poder.

El México exitoso, donde se acabó la corrupción y hay paz social, el de los grandes logros es el México que soñamos todos y deseamos vivamente. Pero que sea el México de la realidad que nos reta cada día y no el México de la narrativa que se dispara muy alto y no tiene contacto con una realidad dura, triste, miserable que enfrentan los mexicanos.

            No hay que soltar la verdad, los poderosos no la pueden crear porque no tienen palabra divina. La verdad nos ancla en la realidad y nos da apoyos sólidos. La verdad impuesta por la clase política es un engaño perverso. La verdad está sobre todos y es superior a la narrativa oficial.

            Detectar debemos la dirección, si es hacia un fracaso rotundo de la democracia, del progreso, de la paz social. Hemos de detectar y hacer frente a la catástrofe que viene, que ya pego en países como Cuba, Venezuela, Nicaragua…