¿Imposturocracia?

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

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MIGUEL ÁNGEL MARTÍNEZ RUIZ

 

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A través de la historia, el hombre ha tenido diferentes formas de organización sociopolítica. Algunas de las más importantes fueron las que a continuación se incluyen. La horda tuvo como características: El uso de la fuerza para lograr sus fines. Fue la forma más simple de la sociedad. Existía promiscuidad sexual entre todo el grupo. No se distinguían relaciones de paternidad, filiación ni descendencia. Existía  un grupo de machos dominantes con una o más hembras cada uno y sus crías. Eran nómadas y la formaban pocos individuos que vivían de la recolección.

 

El clan estaba constituido por un grupo de personas que reconocían su descendencia de un antepasado común, frecuentemente asociado a un árbol o animal que les servía como tótem. Se basaba  en el parentesco, es decir, sus miembros estaban unidos por vínculos familiares. Tenían  descendencia unilineal, por lo que todo el grupo se consideraba como una gran familia. Eran exogámicos, ya que elegían sus parejas fuera del grupo. Su condición de pertenencia los obligaba a tener solidaridad, ayuda mutua, participación en ritos y ceremonias, además de luchar en la defensa del grupo.

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Otra forma primitiva fue la gens, cuyo rasgo distintivo era el tener un antepasado común. De ahí se evolucionó a la tribu; esta se identifica por ser un grupo social integrado por cierto número de clanes, bandas, aldeas y otros grupos. Vivían en un territorio determinado, con un lenguaje común y una cultura homogénea, unificados en torno a grupos dirigentes como los ancianos, una familia real, etc. Al unirse varias tribus surgieron los primeros pueblos, antecedente de los estados o naciones actuales.

Por lo general tenían la misma religión. El término tribu se utiliza en la actualidad para designar alguna etnia. Hubo también en épocas remotas el matriarcado, en el que la mujer fue la figura dominante siendo característicos los lazos de herencia femeninos y, eventualmente, la poliandria (estado en el que la mujer puede tener más de un marido).

Asimismo, el  patriarcado que tuvo un varón como autoridad, basado en la transmisión y la herencia por línea masculina. Como es lógico la mujer asumía un papel de subordinación y los individuos de sexo masculino gozaban de privilegios sociales. Al establecerse el estado  (Del latín status que significa orden), vocablo usado por vez primera por Nicolás Maquiavelo en su obra El príncipe, que se define como una entidad social que tiene un territorio propio, población, gobierno y un orden jurídico, al cual se le ha llamado estado de derecho, expresión que, según Hans Kelsen, es absurda, pues no puede existir un estado si carece de normas jurídicas que rijan la vida de los habitantes. En una definición de formulario se diría que un estado se explica en función de la autoridad suprema existente dentro de un territorio que está capacitada para ejercer poderes soberanos, tanto normativos como los que se valen de la violencia legítima sobre los habitantes de ese espacio territorial.

“El poder del estado es el poder supremo de la sociedad, el que se coloca por encima de los demás, como el material o económico. Se trata de una organización del poder dentro de un conjunto social determinado, con una estructura económica, una ideología y con una serie de aparatos institucionales y de normas jurídicas destinadas a regular el funcionamiento de la sociedad.”

Han existido diferentes regímenes estatales, entre otros, los siguientes: Aristocracia, clase social formada por las personas que poseen títulos nobiliarios) viene de ἀριστοι (aristoi), de los micenicos  que significa “los mejores” y fueron los creadores de la aristocracia. “cracia” de κράτος (krátos), gobierno. Estas dos palabras juntas crean el “gobierno de los Mejores”. Autocracia es un cultismo formado del griego αυτος (autos = por sí mismo) y κρατος (cratos = poder, autoridad, gobierno). Este término fue creado en 1803 por Robert Southey (poeta inglés 1774-1843) para referirse a Napoleón. En realidad el término autocracia deriva de autócrata; término éste bastante más antiguo que Bonaparte. Autócrata era uno de los títulos del Zar, por ejemplo, heredado del Imperio Bizantino. Plutocracia, vocablo tomado de  la mitología griega, ya que Pluto era el dios de los ricos. Pluto y la palabra plutocracia vienen de πλοῦτος (plutos = riqueza, fortuna, abundancia, tesoro). Plutocracia lleva además la segunda raíz κρατία (cratia = poder, gobierno), o sea, es el gobierno de los ricos. Oligocracia, está formada con raíces griegas y significa “gobierno donde unos pocos mandan”. Sus componentes léxicos son: oligos (poco) y kratos (poder).

Timocracia era la “ley de oro” (rige el que tiene el oro) que seguían los griegos en el siglo VI a.C. Es decir, la gente tenía poder en proporción a sus riquezas. La palabra timocracia viene de τιμοκρατία formada de τιμή (timé = estimación, honor, valor) κράτος (krátos = gobierno, poder político) y el sufijo -ια (-ia = cualidad). Androcracia - Gobierno ejercido por los hombres (andros, hombre). Bancocracia es el gobierno ejercido por los dueños de instituciones financieras (bancos) en los asuntos de estado. La efebocracia consiste en el gobierno ejercido por los adolescentes o los hombres muy jóvenes (ephebos). Heterocracia  es el gobierno ejercido por otros (hetero, otro). Holocracia se dice que es el gobierno que tiene todo  el poder. Se llama gerontocracia al gobierno ejercido por los ancianos (gerontos, viejo).

Ginecocracia es el gobierno ejercido por las mujeres (gine, mujer). Monocracia - Gobierno ejercido por uno solo (monos, uno). Tecnocracia, gobierno ejercido por técnicos supuestamente sin filiación política (tekhne). Teocracia ser denomina el gobierno ejercido por los jerarcas religiosos o altos sacerdotes (theos, como en teología). La palabra cleptocracia hasta hace algunos años ni siquiera figuraba en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). Fue incorporada recientemente, dándole esta definición: “Sistema de gobierno en el que el interés por el enriquecimiento propio  a costa de los bienes públicos”. Es un vocablo que últimamente se emplea mucho en España. Con ella se alude al poder político o dominio de los ladrones. También se la define como “Cleptocracia (del griego clepto, 'quitar'; y cracia, 'fuerza' = dominio de los ladrones) es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción y sus derivados como el nepotismo, el clientelismo político, el peculado, de forma que estas acciones delictivas quedan impunes, debido a que todos los sectores del poder están corruptos, desde la justicia, funcionarios de la ley y todo el sistema político y económico”. El término procede de la raíz del verbo griego κλεπτεῖν (“klepteín”, robar, ocultar), de donde también formamos cleptómano y clepsidra. Se vincula a una raíz indoeuropea *klep- (robar). El segundo elemento que lo compone procede del griego κράτος (fuerza, poder), que tenemos en palabras como aristocracia, democracia, plutocracia, burócrata, autócrata, etc. Se asocia a una raíz indoeuropea *kar(duro, fuerte).

Se habla de meritocracia, neologismo acuñado a mediados del siglo XX. Se trata de un compuesto híbrido greco-latino. Su primer elemento deriva del latín merĭtum (valor, mérito, salario que se gana, ganancia o servicio) o de merĭtus (el que se ha ganado algo, merecedor) participio del verbo mereri (ganarse algo, merecer), El segundo elemento - cracia, muy empleado en términos políticos para expresar quién tiene el poder en un determinado sistema político. El vocablo deriva del griego κράτος (poder, fuerza), con un sufijo -ia de cualidad. La meritocracia sería un sistema social o político, de organización de la sociedad, basado en el mérito, en que los puestos, jerarquías y funciones, sean candidaturas políticas o sean puestos laborales, se obtienen atendiendo exclusivamente a la evaluación del mérito y la capacidad personal de los individuos para ellos. Aparentemente, un concepto positivo, pero este tuvo un origen  cargado de un sentido negativo, pues fue acuñado para combatir este supuesto mérito de quienes ejercían el poder público. Según su argumento,  en las sociedades más o menos meritocráticas los puestos principales seguían estando preferentemente en manos de las clases más privilegiadas o dominantes.

La democracia nació en Grecia, más concretamente en Atenas hacia el año 510 a. de C. Se afirma que los atenienses eran gobernados por aristócratas y tiranos que mantuvieron un sistema draconiano ( De Dracón de Tesalia, legislador que impuso normas muy rígidas y con castigos severos en Grecia). Después de una revolución y ostracismo de Hipías en 510 a.C., los atenienses nombraron a Clístenes para crear una nueva forma de gobierno. Esta modalidad debería permitir la participación del pueblo en las decisiones políticas. Originalmente fue el principio de la democracia. La palabra democracia está formada de δῆμος = (demos= pueblo), κράτος (krátos = gobierno) y el sufijo -ια (-ia = cualidad), es decir “el gobierno del pueblo”. “La democracia implica la aceptación de las libertades y garantías o derechos humanos esenciales.

En la democracia debe  privar la tolerancia y la pluralidad, nunca la discriminación,  nunca el nepotismo,  la imposición y el desacato de las normas constitucionales o jurídicas de un pueblo o nación. Aristóteles en su obra La política presenta un análisis más matizado de las formas de gobierno, partiendo de la experiencia de los regímenes de su tiempo. Consideraba que no todos los pueblos están a una altura que permita la forma de gobierno más deseable. Casi toda forma de gobierno puede ser adecuada o corrupta. Con lo cual las tres formas mencionadas se convierten en 6: tres formas de buen gobierno y tres formas de mal gobierno: Monarquía, tiranía, aristocracia, oligarquía, democracia y politeia. Se calcula  que en el estado democrático o ciudad perfecta de los griegos existía un gobierno minoritario compuesto por un 5% de la población sobre el resto, aspecto que muchos ignoran. La llamada democracia ateniense era un sistema que en sentido muy amplio duró siglo y medio, aproximadamente.  Seguía un patrón institucional basado en tres elementos: 1) Una asamblea del “pueblo” (varones capaces de portar armas) 2) Un consejo deliberativo y consultivo (que en principio es una élite de ancianos, notables, experimentados, etc. 3) Los cargos del poder ejecutivo (muy variados, puede ser un rey, un grupo de oligarcas, magistrados, etc., vitalicios o temporales, según los pueblos o sistemas).

A partir de estos supuestos teóricos cómo se podría clasificar nuestro sistema político. Hemos visto objetivamente que todos los partidos políticos han optado por imponer la voluntad de unos cuantos sobre las mayorías, a las que según parece quienes toman las decisiones ignoran por completo. Morena designó a su candidato presidencial desde que surgió a la vida pública, es decir, el día de su registro oficial. El PAN y el PRD se coaligaron en un Frente “amplio” para terminar nombrando a un joven inexperto como su candidato presidencial, y en el PRI se siguieron las reglas tradicionales de este  partido. El presidente de la República toma la decisión y nombra  a su sucesor.

En estas condiciones no nos resta más que ir a votar para cumplir con un ritual de aparente democracia, porque en la práctica sabemos que esas elecciones serán un gasto innecesario que más valiera aplicarlo para otros fines, pues las necesidades del pueblo son muchas y se gastarán miles de millones en campañas intrascendentes que no benefician a nadie sino a quienes resultan electos, pues como ya es sabido, si pierden hubo fraude. ¿O no?