“Guerras blancas”, terribles como cualquiera

De pronto, los medios de comunicación de masas que controlan la información en el mundo occidental y que se dedican a representarse la guerras de invasión a naciones ubicadas en la periferia mundial, entran en “shock”…

SECRETO A VOCES

RAFAEL ALFARO IZARRARAZ

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La idea de que “las guerras blancas” (entre naciones con población blanca, los “civilizados”) no existen ni han existido y lo que ocurre entre Rusia y Ucrania y es una anormalidad, busca normalizar la idea de que EU o naciones de Europa pueden invadir un país africano, asiático, latinoamericano, porque son naciones culturalmente “desarrolladas” y sus guerras cumplen un papel de “progreso” ante las “naciones inferiores” en donde habitan los “salvajes” latinoamericanos, asiáticos o africanos. El lenguaje, actual, es que se trata de naciones fundamentalistas, con gobiernos no democráticos o son una amenaza para “mi seguridad” como nación.

De pronto, los medios de comunicación de masas que controlan la información en el mundo occidental y que se dedican a representarse la guerras de invasión a naciones ubicadas en la periferia mundial, entran en “shock”, acostumbrados a las guerras imperiales que “llevan progreso” y observan, ahora, que las víctimas de la guerra ruso-ucraniana que están ante sus ojos son blancos, de ojos azules, con uniformes militares limpios, que aparentemente habitan ciudades y edificios bien construidos. La información que poseen a priori les ha intoxicado la visión.

En sus residencias de EU o Europa, los espectadores se alarman al mirar las imágenes que se difunden de la guerra, se sorprenden, “las víctimas son como si fuera yo”, dicen, que estoy suscrito a la televisión de cable (David Brooks), veo los partidos del Real Madrid, además de Netflix e Instagram “pura gente bonita”, agrega el responsable de esta columna. No ocurre en Latinoamérica, Argelia o Manila sino en Europa, Europa. Lo “normal” es que esto no pase en Europa, la madre de la civilización occidental, eso pasa entre los no civilizados, los mexicanos, africanos, asiáticos, pero no en Europa, no existen las guerras civilizadas dirigidas a los blancos blancos.

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Dice David Brooks que: “El comentarista político Mehdi Hasan comentó en su programa de MSNBC: “Europa ha sido escenario de algunas de las peores guerras y peores crímenes de guerra en la historia humana, entonces ¿por qué la sorpresa de que estas cosas malas están ocurriendo en Europa?”. Agregó que además, cuando se refieren a lugares “civilizados” y que esto no es el tercer mundo, “realmente quieren decir gente blanca, ¿verdad?”

No se puede olvidar que también en Europa ha sido el escenario de las experiencias humanas más degradantes que han existido en la historia como fueron los terribles campos de exterminio de Auschwitz en donde millones de judíos perdieron la vida como parte de un experimento, según algunos autores, humano contra humanos que a mi parecer ahora se aplica al producir una violencia social inducida desde la cultura y las fábricas de armamentos.

Que las “guerras blancas” existen entre naciones de población blanca y son tan incivilizadas como otras tantas guerras ni dudarlo. Millones de seres humanos fueron inducidos a la guerra durante la primera y la segunda conflagración mundial, entre poblaciones europeas principalmente. Son hipócritas, las élites de las naciones habitadas por población de tez blanca quienes han inventado que las guerra blancas, civilizadas, no existen sino únicamente entre civilizados y bárbaros a los que se les hace la guerra como condición de su elevación a naciones “libres” y “democráticas”.

No puede existir, se deduce, una guerra entre civilizados, está injustificada y resulta un contrasentido, quieren decirnos. La guerra se hace contra los bárbaros. Lo que ahora ocurre entre Rusia y Ucrania no es verdad. Creen decir que las guerras son contra los incivilizados para elevar su condición, lo cual es una abominable mentira. Las guerras blancas existen como las guerras imperiales ahora encubiertas con modernas estrategias de supuestos fines democratizadores o peligros contra la destrucción del planeta. Ni unas ni otras son legítimas.

No se puede olvidar como lo enseña Enrique Dussel que Europa tomó conciencia de su supuesta “superioridad”, de su “blancura” y elevado “progreso” a partir de promover en el mundo guerras ilegítimas e insensatas de exterminio de poblaciones enteras y de apropiación de su territorio y sus riquezas naturales y humanas. Las guerras en general, blancas o imperiales, no tienen propósitos civilizatorios, ocultan intereses de poder y dominio, expresado en diversas formas de racismo. Buscan apropiarse de territorios, naciones y de las poblaciones del mundo periférico  o no.

Las guerras son producto de desajustes de los mecanismos de poder previos y con nuevas guerras buscan renovarlos, como hace Rusia con Ucrania. Ninguna guerra puede beneficiar a población alguna porque las guerras solamente buscan posicionar a las potencias en un nuevo escenario en donde se renuevan los mecanismos de dominación y poder entre naciones dominantes y dominadas. La participación de EU en la actual guerra ruso-ucraniana, ha servido para recomponer su relación en las fronteras de Rusia, con la OTAN europea y en América Latina. Biden ha reposicionado a Colombia en el escenario latinoamericano, o por lo menos eso intenta.

Las guerras son fruto del poder, las blancas y las imperiales.