AYER Y HOY | Así fue el inicio de la lucha libre en Morelia

Nos dimos a la tarea de desempolvar los documentos de esta columna deportiva y así encontramos el nacimiento de la lucha libre en Morelia; esto es lo que encontramos y vamos a recordar

Samuel Herrera Delgado

En este nostálgico mes de diciembre, en que los recuerdos se avivan una vez más en todos los hogares morelianos, nos llegó a nuestra mente el añorado recuerdo de la hermosa época del inicio del apasionante deporte de la Lucha Libre en la Señorial Morelia. Y nos dimos a la tarea de desempolvar los documentos de esta columna deportiva y así encontramos el nacimiento de la Lucha Libre en Morelia; esto es lo que encontramos y vamos a recordar, ahora que una nueva generación de luchadores siguen dando continuidad a este viril deporte de los costalazos, realizando funciones en diferentes colonias de la ciudad.

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En 1955, -nos relatan-; que el maestro Becerril, a quienes sus amigos lo conocían con el apodo de “El Arroz”, quién era un hombre de gran corazón y de oficio carpintero, decidió armar un ring en el amplio patío de su casa, ubicado en la calle de Padre Lloreda. Este hombre, sin interés alguno, apoyó a los jóvenes interesados en practicar el apasionante deporte de la Lucha Libre y luego de una etapa de prácticas realizaba algunas funciones dominicales a las que asistían los vecinos de ese barrio. Ahí fue la cuna de la Lucha Libre en Morelia.

En esa época, en la capital del país y en varios Estados de la República Mexicana, la Lucha Libre era más popular que el mismo deporte del futbol. Eran los tiempos de los destacados luchadores como “El Santo”, “Gori Guerrero”, “Blue Demon”, la “Tonina Jackson”, “El Verdugo”, “Cavernario Galindo”, “El Bulldog”, “Borrel Dixon”, “Bobby Bonales” (moreliano), entre muchas figuras más.

Pasado un tiempo se monta un ring en el patío de la vecindad angosta de la calle Manuel Muñiz número 193, -a media cuadra de la Plazuela de Carrillo-; y se le denomina “Club de Lucha Libre Amateur Morelia”. En ese lugar las luchas dominicales eran toda una atracción para los aficionados a este deporte registrando llenos completos y empezaron a surgir verdaderos valores de luchadores morelianos como; “Huracán Negro”, “El Cuervo”, “Chifas el Hermoso”, polifacético luchador rudo que siempre subía al ring acompañado de su inseparable “Valet”, que lo perfumaba y lo peinaba en su esquina enfureciendo al público”; “Cóndor Plateado”, “El Soviético”, “Boby Ramírez”, “Satán”, “Barbón Campos”, “Manuel Gasca”, “El Venadito Salvaje”, “Tony”, “El Pirata”, “Pineda”, “Jungla”, “Araña Verde”, “El Libanés”, entre otros.

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La foto del recuerdo. El luchador “Chifas el Hermoso”, sometiendo a su rival el “Indio Zacú”, que se realizó en el Auditorio Municipal de esta ciudad en emocionante combate estelar. Foto, archivo de Samuel Herrera Delgado.

Posteriormente se arma un nuevo ring en lo que era la Pista de Patines de la colonia Felicitas del Río en la calle J. Múgica con esquina Calzada Juárez. Para entonces la Lucha Libre en Morelia era un espectáculo preferido que reunía a los aficionados de distintos rumbos de la ciudad.

En esta arena deportiva surgieron: “Halcón Azteca”, “Calavera Negra”, “Judas”,, “Alma Grande”, “Indio Zacú”, “El Zombié”, “La Cobra”, “El Ruso”, “Avispón Verde”, “Ray Plata”, “Capitán Rico”, “Chamaco Azteca”, “Caballero Audaz”, “Cruz Diablo”, “Lobito”, “Acuario”, “Ciclón”, entre otros.

Finalmente el grupo de luchadores morelianos pasan al Auditorio Municipal de la colonia Ventura Puente de esta ciudad, donde alternan con luchadores profesionales de la talla del Santo, Blue Demón y muchos más que dejaron huella de en este viril deporte de los costalazos.

PIE DE FOTO.

La foto del recuerdo. El luchador “Chifas el Hermoso”, sometiendo a su rival el “Indio Zacú”, que se realizó en el Auditorio Municipal de esta ciudad en emocionante combate estelar.