Usted puede hacer lo que quiera

El odio racial suele estar construido sobre premisas sesgadas o concepciones erróneas, por ejemplo el holocausto nazi, en que los alemanes pensaban que la culpa de sus males que padecía el país, era de los judíos y ello legimitaba su exterminio.

Las mentes que buscan venganza destruyen los estados, mientras que los que buscan la reconciliación construyen naciones. Al salir hacia mi libertad supe que, si no dejaba atrás toda ira, odio y resentimiento, seguiría siendo prisionero"

Nelson Mandela

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Sr. Toca-Mal: El Odio es uno de los muchos sentimientos con significado negativo que experimenta el ser humano. Es probablemente el más perverso, contraproducente y destructivo de todos; cuando se odia a alguien o a un grupo, se desea su mal, que le vaya mal en su vida y experimente sentimientos y experiencias negativas. El odio se extralimita, se externaliza y se materializa en acciones concretas sobre ciertos individuos, acarrea conflictos, puede incluso degenerar en guerras y conflictos civiles. También puede ser generado contra animales, objetos o hechos. El odio puede experimentarse de forma irracional, o sea, no tenemos argumentos sólidos sobre lo que odiamos, simplemente nuestra mente lo traduce provocándonos ese sentimiento.

El odio racial suele estar construido sobre premisas sesgadas o concepciones erróneas, por ejemplo el holocausto nazi, en que los alemanes pensaban que la culpa de sus males que padecía el país, era de los judíos y ello legimitaba su exterminio.

Alfredo Marín, especialista en Ciencias Políticas, comenta  que muchas veces, nuestra ideología política (conjunto de postulados, valores e ideas que definen cómo debe de ser el mundo que nos rodea), la construímos más en función de lo que no nos gusta que de lo que sí. O la formamos en base a que hay que combatir unas ideas que son las que imposibilitan las nuestras. O que nuestra desgracias personal-colectiva se debe a otras personas. Cuando estas afirmaciones llegan a su extremo, podemos decir que nuestra ideología y preferencias políticas se han formado por odio hacia algo o alguien; de ahí la ideología marxista, la fascista, etc.

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Teóricamente, son las ideologías democráticas las que permiten y toleran todas las personas e ideologías; bajo la consideración de que todas ellas tienen cabida en el sistema político y social. El odio es sinónimo de hostilidad, resentimiento, rencor, lo cual genera un sentimiento de profunda enemistad y rechazo que conduce al mal hacia una persona o el deseo de enfrentamiento con la misma. El odio va contra el amor o la amistad. Acarrea consecuencias destructivas y peligrosas: agresiones físicas, psicológicas, o verbales, que en ocasiones llevan a la muerte. 

Los principales delitos por odio son aquellos que son cometidos a un grupo social con características determinadas: racismo, homofobia, xenofobia, intolerancia religiosa, entre otros; en sentido jurídico es lo que se conoce como crímenes de odio. 

Aunque no siempre, el odio se asocia con sentimientos de enojo (ira, bronca, cólera, enfado, rabia o furia). Mantener el odio durante un tiempo prolongado provoca la aparición de problemas psicológicos e incluso físicos crónicos, como: estrés, ansiedad, insomnio, pensamientos obsesivos, agresividad y debilitación del sistema inmune. Dr. Efraín Regalado Sánchez, saludos.

tocamal@yahoo.com