En nuevas rutas de migrantes se disparan los índices de criminalidad

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Foto: Tomada de Internet.

El Universal / La Voz de Michoacán

Oaxaca, Oax. El blindaje del gobierno federal en la frontera sur del país y de los trayectos tradicionales de la migración empujó a grupos criminales dedicados al tráfico de personas y drogas a buscar rutas alternas.

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Una de ellas atraviesa tres regiones de Oaxaca, lo que ha generado un incremento en la criminalidad en dichos territorios con un saldo de al menos 16 personas desaparecidas y más de 100 carpetas de investigación por homicidios y secuestros.

En entrevista, Rubén Vasconcelos Méndez, fiscal General de Oaxaca, explica que la reciente alza en delitos de alto impacto en la región de la Cuenca del Papaloapan y la Cañada, en el norte del estado, se debe a que los traficantes de personas han dejado de cruzar desde el Istmo de Tehuantepec hacia Tuxtepec y luego a Veracruz, y en su lugar han optado por atravesar la Sierra Mazateca para llegar a Puebla.

Esta ruta, sobre la que ya se compartió información a instancias federales, abarca varios municipios de ambas regiones como Ixcatlán, Jalapa de Díaz, Ayautla, Huautepec y Huautla de Jiménez, para después bajar a Teotitlán de Flores Magón y posteriormente seguir su camino a Tehuacán, ya en Puebla y llegar a la Ciudad de México.

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De acuerdo con el fiscal, los grupos criminales "rediseñan" sus estrategias para dominar espacios territoriales y transportar droga y cualquier sustancia ilícita, por lo que considera que al igual que en todo el país, en este momento en Oaxaca hay una disputa por controlar territorios.

Lo que estamos viendo en esta región es todo este fenómeno criminal de tránsito de personas (…) los grupos criminales han encontrado una ruta alterna que los hace transportar sus productos ilícitos, o bien a personas, desviándose hacia la zona de Huautla de Jiménez".

Este ruta alternativa, dice, es la razón de que estas comunidades registren un alza de delitos y que sólo en Huautla ha dejado 11 denuncias por desaparición de personas y otras cinco en otros municipios de la región como Jalapa de Díaz, donde la semana pasada Arturo García Velásquez, edil en funciones, quien fue aprehendido por portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, luego de un cateo a su casa en el marco de una investigación por las desapariciones en la zona.

El fiscal explica que hace un año, tras la entrada de las primeras caravanas de migrantes centroamericanos a México, comenzaron las labores de inteligencia por el aumento de la criminalidad en esta región, mismas que permitieron mapear, a través de análisis telefónicos, los puntos de la ruta y que ha regido las recientes acciones de la dependencia, como cateos simultáneos y la aprehensión de al menos 13 presuntos responsables del delito de desaparición cometida por particulares, seis en Huautla y siete en Jalapa de Díaz.

Aunque el fiscal insiste que en Oaxaca no hay presencia de grandes a cárteles de la droga, acepta que el tipo de armamento que se ha decomisado sólo se explica a través de trabajo de cédulas autónomas que operan en Oaxaca ligadas a grupos criminales más grandes, que lo requieren para apoderarse de territorios.

Agrega que esta nueva ruta tiene una geografía poco accesible por lo que carecía de presencia institucional, tanto del Estado mexicano como de corporaciones de seguridad, lo que fue aprovechado por estos grupos del crimen, por lo que ahora se busca evitar que haya espacios sin presencia institucional.

Señala que también se investigan a otras autoridades municipales que están ligadas a estos grupos o han sido omisas ante delitos, pues lo que se ha efectuado es dar "manotazos de autoridad" en estas regiones interlazadas en cuanto a criminalidad.

Pese a ello, reconoce que esto no basta, pues "la conservación de la seguridad no es un asunto de manotazos", sino de una presencia permanente de las instituciones.

Es muy importante que después de estas acciones de la fiscalía, la Policía Estatal, la Secretaría de Seguridad Pública, y los órganos federales estén en estas comunidades que hemos limpiado. Pero no sólo ellos, necesitamos que la otra parte del Estado, la que realiza política social a favor de niños, de mujeres estén presentes".

Lo anterior, dice Vasconcelos Méndez, porque el trabajo de la fiscalía "no es el punto final, debe ser el de arranque" y sobre todo porque "la delincuencia es como el pasto, si no se va recortando vuelve a resurgir".